Esta vez, ella había puesto una canción de cualquier despechada. Pero la vivió completa, quiero decir, la cantó con el alma y corazón. Entonces entendí y no pude evitar preguntarle:─¿Puedo pedirte un consejo?
Quise dar pie para hablar sobre un ex mío. O sea, si ya se había tomado la confianza de mostrarme tantas referencias que tenía sobre el amor...
─Dímelo, aquí está tu doctora corazón -bromeó con un sutil toque risueño.
Todo concluyó en que, el tipo, me había dedicado una canción de manera indirecta. La canción era "If I Die Tomorrow"
─Ay, no me gusta el rock ─dijo mi prima.
─Bueno, a mí tampoco. Pero a él le fascina. En fin, voy un rato al baño.
Me lavé las manos, pues las sentía sudorosas. No tenía nervios de expresarle algo así a alguien como ella. Como dije, sé que no teníamos confianza en absoluto, pero de algo debía ir la madrugada... si es que no era para dormir.
─¿Qué quieres responderle? ─preguntó mi prima, cuando volví. Intentamos buscar una canción que sirviera para contestar aquella indirecta del tipo.
Fue una búsqueda muy ardua y, aun así, ella encontró la ideal... y siento que será la que me haga recordarla por el resto de la vida, o al menos así recordaré esa vez bajos sus sábanas.
─Básicamente el tipo es uno de los que esperan el paraíso en bandeja de plata, y como yo no soy de esas, esta canción está perfecta. Gracias.
Entonces volvimos al silencio, pero a mí se me ocurrió cantar otra canción de despecho. Aquella canción había sido tendencia en poco tiempo, era la más sonada del momento, inevitablemente debía incluirla en el repertorio. Ella me siguió y cantó conmigo. Pero la volví a ver cantar con sentimiento, y entonces le pregunté:─¿Estás bien?, ¿qué ha pasado?, ¿quién te ha hecho daño?
─Meh, un tipo.
─¿Hace cuanto rompieron? -interrogué buscando disimular la sorpresa que significó para mí saber que... había acertado sin pensar.
Hace unos meses, cuando ella fue a mi casa, la había visto muy enganchada en una charla aparentemente sobre un chico. La plática fue montada con su amiga a través del celular. No es que yo estuviese de espía, ella estaba muy cerca de mí; el chisme llegó a mis oídos con facilidad. No obstante, jamás creí que fuese un asunto serio para ella o algo que la hiciera perder el sueño como para... cantar con tanto sentimiento cualquier canción de despecho. Y me equivoqué.
Al parecer... por más soberbia que aparentara ser... esa noche, descubrí que ella también podía ser o muy tierna o muy sentimental.
─Terminamos hace dos semanas. Pero ni siquiera era una relación, ¿sabes?
─Pero te juró amor eterno.
─Exacto.
Un cliché en los amores. Prometer y no cumplir, nada nuevo.
─¿Lo quieres de regreso? -cuestioné intrigada.
─No, porque era muy indiferente conmigo. Ya sabes, al principio todo perfecto, luego un día cualquiera se alejó con la excusa de que debe estudiar. Entonces llegó otro día y solo dijo que se acabó.
─Auch.
─Me bloqueó de todos lados, pero ya me da igual.
─Lo siento... -susurré arrepentida de entrar en un aspecto tan delicado de hablar. Sobre todo después de verla siempre tan... como una adolescente decidida, centrada, capaz de decidir y manejar su vida. Pero no, ya para ese momento me di cuenta de que todo había sido apariencia... siempre fue apariencia.
─No pasa nada, ya es pasado. Debo seguir. Ya encontraré a alguien como mis coreanitos.
─Seguro que sí, pero no debes echarte al abandono -sugerí esperanzada de enmendar mi "metida de pata".
Algo en mi corazón me gritaba: "Acaba esa frase, vamos, dilo".
─Ay no, detesto a esas chicas que dejan todo por un hombre ─dijo mi prima.
─Sí... hacen muchas cosas.
"Dilo, dilo, dilo", seguía gritándome el corazón.
─Ay sí, ya sé, se pierden mucho.
─Por ejemplo, ahí tienes a nuestra otra prima -mencioné para hacer hincapié en lo que el corazón me pedía soltar, pero pensaba hacerlo de manera menos directa. Sentía que ocupaba ser prudente.
─Ah, sí, hace poco estuvo por aquí.
─¿Y qué tal? ─pregunté interesada por saber si con ella se habría liberado al igual que conmigo. Por primera vez, sentí envidia o... celos de solo imaginarlo. Me sentí boba a la vez.
─Meh, de lo más normal ─contestó como si ella supiera lo que pasaba por mi interior.
─Bueno...
"¡Dilo ya por favor, dilo!"
─Ya ves que ella se hizo bisexual ─completé finalmente la frase, tal y como lo pedía mi corazón. Me sentí tensa y preocupada por su respuesta; no quería incomodarla tan de golpe ni ir tan rápido a un tema tan delicado... al menos quizá para ella. Para mí jamás fue incómodo hablar al respecto, pero no tenía idea de cómo lo tomaría ella en concreto.
─Ah sí -Mi prima quedó seca en términos. Estaba claro que el tema resultaba un poco inapropiado de mencionarse.
"¡Dilo!", volvió a gritarme el corazón, como si en realidad no hubiese sido eso lo que completaba la frase, o como si la hubiese dejado a medias. "Dilo de una buena vez, no va a pasar nada, sólo dilo, ya estás hablando de eso, ¡sigue!".
─Pero... tú nunca has probado nada con ninguna chica, ¿no? -añadí muerta de miedo por su reacción. Giré mi rostro directamente hacia ella para verla. Tenía un enorme interés en saber su respuesta, porque sí... pensaba intentar... algo. Después de todo lo que, hasta ahora, había pasado; nada se sentía igual de tranquilo que antes.
Yo era bisexual desde los cinco años, pero no lo iba propagando por el mundo a quien se me cruzara. Solo era algo que mencionaba en contadas ocasiones a quien quisiera saberlo. Si esa noche junto a mi prima, "algo" se presentaba, me creía dispuesta a tratar.
─No, nada que ver ─contestó ella con un tono despectivo, y arqueando una ceja─. Tengo suficiente con aguantarme a mí, yo no podría aguantar a otra.
«Pero te sientes capaz de aguantar a un chico», pensé casi con resentimiento, pero lo dejé ir. Recordé las nulas ganas que tenía de repetir el pasado y... por suerte o desgracia, lo evité.
Entonces, me convencí a mí misma de que sería la primera y última vez que tocaría el tema con ella. No quería ir en contra de sus ideales. No solía ser de las personas que se esmera can por hacer cambiar la opinión de otros, y no iba a hacerlo en ese momento con ella.
Ya lo había dejado claro: no iba a aguantarme. Yo tampoco iba a pretender que lo hiciera.
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[BILOGÍA] SOLO PARA ELLA
RomanceCreí pasar una navidad cualquiera y no fue así. Para nada, ni en lo más mínimo. Estuve fuera de casa toda la noche y madrugada, por mi ambición centrada en los regalos que mis padres no podrían darme. Aun así, tuve más sospresas de las esperadas. D...