25 DE DICIEMBRE - 6 AM
El resto de la conversación se clavó en hablar sobre chicos que le parecían guapos. No sé si lo hacía con la intención de ponerme celosa, pero vaya que no lo conseguía.
Y en realidad yo siempre fui muy partidaria de decir las cosas tal cual, si es que podía hacerlo con la boca, por lo que... de haberme sentido celosa, lo habría dicho al instante. En lugar de eso, me aparte a un lado de la cama, ya casi sin intenciones de hablarle de nada.
Ella continuaba alardeando de lo guapos que les parecían los coreanos, y yo la interrumpí:─Oh, amaneció.
Ahora estaba cansada de que buscara que yo la aguantara, cuando ya me había dicho que ella no lo haría. ¿Pensaba omitir la reciprocidad?, ¿acaso ella no era recíproca? Poco podía importarme a esas alturas. Ya había pasado navidad, era la mañana siguiente, la mañana en la que... me tocaría desaparecer de su cama, y... ya estaba pensando desaparecer de su vida, aunque fuéramos familia. Empezaba a pensar en todas las maneras de evitar toparmela de nuevo.
─Sí —respondió tan seca. Era evidente que le molestaba dejar de ser el centro de atención junto con sus chicos guapos del celular y, de paso, ella también sabía que... era momento de que me fuera.
Vi hacia el techo, que ya estaba iluminado por la luz del sol. Entonces mi cabeza fue atacada por tantos pensamientos: «¿Esto fue algo de una noche?».
Entonces, inconscientemente empecé a lanzar indirectas mientras cantaba:
"Esto no es de mi inteŕes, esto no es algo que quiero, tengo mejores opciones que me aguardan, no eres algo a lo que quiera volver, ha llegado el momento de la despedida"
Definitivamente, eran canciones inexistentes, inventadas al momento y... ya se sabrá interpretar con qué fin las entoné. Pero, mi prima, se encargó de hacer que aquello se convirtiera en una pelea.
Comencé a escuchar las tantas canciones que ponía en su celular: todas indicaban dolor, despecho, daño y que, además, aceptaban un adiós.
Fue cuando mi rostro se tornó extraño, tipo: "¿Qué?, ¿enserio dolió tanto?, ¿enserio estás sensible?, ¿por una noche?". Claro que yo también tuve muchas emociones encontradas durante aquel tramo de tiempo. Sin embargo, no me hice mayores embrollos como para querer montar una guerra. Solo quería... desahogar.
Preferí no clavarme en ello y simplemente ignoré todo. Hasta que ella dijo:─Iré al baño.
No respondí nada. Pero sí expresé dolor cuando ella "casualmente" golpeó mi pie al tratar de salir de la cama. Entonces, sus ojos voltearon a verme por un breve instante, y me gritaron: "detenme". Su lento caminar hacia la puerta me gritaba: "Dime algo, dime lo que quiero escuchar. Lo que sea, pero no dejes que cruce la puerta".
«No, tú dijiste que no soportarías mujeres», pensé. Después, a mi consciencia se le ocurrió otra reflexión: «Espera, ¿dijiste eso para que te dijera algo de novela?, tipo: "No todas las mujeres somos iguales, debes confiar, intentemos. ¿Pretendías que... te rogara?"».
A pesar de aquel pensamiento repentino, tuve muy clara mi postura: «No doy el paraíso en bandeja de plata. Si quieres algo, basta y sobra con que me lo digas para que lo tengas, pero dímelo y se acabó. Yo pude preguntarte qué opinabas de las mujeres, ahora podrías preguntar tú lo mismo... o retractarte». Todo esto mientras ella seguía en el baño.
Tardó tanto que... en verdad la imaginé haciendo muchas cosas: como viéndose al espejo, llena de lágrimas y diciéndose a sí misma que sea fuerte y que debe olvidarme. Pero quién sabe qué habrá estado haciendo.
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[BILOGÍA] SOLO PARA ELLA
RomanceCreí pasar una navidad cualquiera y no fue así. Para nada, ni en lo más mínimo. Estuve fuera de casa toda la noche y madrugada, por mi ambición centrada en los regalos que mis padres no podrían darme. Aun así, tuve más sospresas de las esperadas. D...