Cliché (taegguk)

⁰⁰³' había una vez, pelea tras pelea

En el momento que el dolor se intensifica JungKook abrió los ojos de golpe, en ese instante pudo apreciar como un rayo de luz se filtraba desde la ventana para dirigirse directo a su cara, se levantó de inmediato tocando su mejilla izquierda sintiéndola sensible a causa del sol, ciertamente las épocas calurosas donde el día duraba más que la noche y el sol brillaba sin impedimento no eran sus preferidas, para ningún vampiro se atrevería a decir, simplemente su piel era afectada mucho más que cualquier otra especie que conozca, quedarse bajo el sol por un largo rato no iba a darle cáncer de piel pero era muy probable que le dejaría alguna quemadura grave que se tardaría en sanar más de un año dependiendo a qué grado llegue. Él lo sabía de primera mano por una experiencia regalada de sus hermanos mayores, cómo no.

Aunque era necesario aclarar, ningún vampiro moría por el sol, sólo lograrías debilitarlo achicharrándole la piel hasta que esta este arrugada, seca, agrietada, fuertemente colorada en tonos rojos y violetas, quizás negros si lo mantenías el tiempo suficiente para provocarle una necrosis. Probablemente el vampiro dejaría de moverse al llegar a ese punto, el dolor sobre pasándole la cuenta, rostizándose sin marcha atrás, quizás por eso los humanos tenían la tonta creencia que se convertían en piedra y tal vez el humo que comenzaba a brotar de su cuerpo porque comenzaba a secarse les daba la idea que por alguna razón brillaban, la realidad era más cruel que eso.

Cuando se acomodó en el lado de la cama que tenía sombra, JungKook se sintió desorientado por un segundo, olvidando que hacía en aquella habitación, sin embargo al encontrar los trozos de cerámica rota acumulados en una esquina recordó cada suceso de ayer, suspiró sintiéndose agotado repentinamente. Decidió regresar los muebles que había movido para bloquear la puerta a su lugar original, con la habitación ordenada y manteniéndola oscura por su propia seguridad, decidió salir en busca del hombre lobo que residía con él con el único fin de mantenerlo a la vista, no vaya a ser que por bajar la guardia se encuentre con la sorpresa de que este le tendió una trampa.

La cabaña era pequeña así que buscarlo por el lugar no era difícil, el baño estaba vacío, la cocina igual, la sala también, la habitación evidentemente igual ya que él venía de allí, no había ni un espíritu dentro de la única vivienda disponible en ese reducido espacio, le pareció extraño, así que salió al exterior a mirar por encima si es que este se encontraba haciendo quién sabe qué cosa afuera, una vez abrió la puerta se lo encontró corriendo en dirección al bosque del cual pasaron un par de segundos para que este regresara por el lado contrario, aquello no le impidió a volver a intentarlo.

Desde su posición, JungKook pudo notar que el otro llevaba un tiempo haciendo eso, su torso expuesto sin camiseta permitía notar el sudor que lo envolvía el cual brillaba bajo el sol, parte de sus cabellos también se notaban pegados a su frente, quizás desde cuando estaba corriendo.

En la siguiente vuelta, TaeHyung se detuvo a tomar aire, ya que no estaba lejos el vampiro no dudó en soltar un comentario:

—Pareces de estos perritos que se persiguen la cola esperando encontrar algo —dijo cruzándose de brazos al momento que obtuvo la atención del contrario.

El hombre lobo le miró notando recién la presencia ajena, reguló su respiración la cual aún seguía muy agitada luego de estar corriendo por dos horas sin parar, con su respiración más calma se acercó a paso lento al vampiro que ahora sabía, se llamaba JungKook.

—Seguimos atrapados —comentó al estar a una distancia prudente del otro.

—Oh, vaya —respondió con una falsa sorpresa—. Gracias, rey de lo obvio.

El pelinegro rodó los ojos ante la respuesta, absteniéndose de seguir hablando con el ajeno decidió buscar su camiseta la cual dejó tirada en el suelo en algún momento mientras corría.