Capítulo Cuatro.

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Cate estaba tranquila en su departamento, tenía las tardes libres así que no había mucho que hacer...
Comenzó a dar vueltas por su pequeño hogar, hizo la limpieza de todo, puso cada cosa en su sitio y fue a su cama nuevamente, recostandose mientras veía por el gran ventanal hacia la calle.
Era uno de los motivos por el cual había permanecido en su trabajo, incluso con esas personas pretenciosas en aquel negocio, era un sitio demasiado cómodo porque la paga era buena y quedaba cerca de lo que ahora era su hogar.
Cate era alguien muy hogareña, se había empeñado en darle un aspecto agradable a su nuevo lugar, creía haberlo logrado.
En una tienda de discos que frecuentaba consiguió un par de posters de álbumes que le gustaban mucho, en el supermercado había conseguido en oferta uno más grande de la noche estrellada y había pintado una pared de color azul marino solo para ello.
Había series de luces calidas adornando algunas partes de su habitación y la ventana, un pequeño librero repleto de cuadernos donde llevaba notas y recetas, así como un montón de figuritas de papel, era una gran entusiasta del origami.
Había fotos de su hermana, de ella y su padre, una familiar pequeña en la sala y una computadora portátil en la mesa que tenía, la única que tenía y desplazaba cada vez que la necesitaba.
Tenía un pez dorado en una pecera redonda en la sala, una cocina impecable que, aunque sólo funcionará con una parrilla eléctrica por su temor a utilizar gas y volar todo en pedazos, le venía bastante bien.
Su departamento no era muy espacioso pero le gustaba lo que había conseguido, además, la gran y hermosa ventana que daba a la calle la hacía sentir realmente libre.
Sonrió al asomarse y ver un par de plantas solitarias a cada extremo de la ventana, desearía comprar más.
A decir verdad las flores eran algo que le gustaba mucho.
Mientras miraba hacia la calle notó la presencia del muchacho Tweak caminando con una apariencia poco amigable.
Sostenía un termo entre sus manos y parecía murmurar cosas con un gesto molesto.
Probablemente habría tenido una discusión con sus padres o algo parecido y estaba molesto, notó que buscaba con la vista algo.
Ese algo fue evidente cuando abordó un auto lujoso de color marfil.
Se sorprendió grandemente cuando lo observó apoyar la cabeza en el volante y suspirar.
No podía ver bien sus facciones pero Cate casi se sentía segura de que estaría frustrado y molesto.
Bueno... Podría decir que no era su problema pero después del favor que Tweek le había hecho al otro día se sentía en deuda de ayudarle.
Obviamente no iría corriendo hasta su auto para hablar con el y preguntarle que pasaba, no sólo sería invasivo si no de mal gusto.
Decidió que el lugar de eso podría hacer que Tweek encontrará más llevadero el ambiente de trabajo.
Comenzó a pensar en ello y como no queriendo la cosa comenzó a ponerse unas botas y prepararse para salir.
Estaba haciéndolo lo más lento que podía para darle tiempo a Tweek de que se fuera.
Pero cuando por fin salió Tweek seguía ahí.
Mirando a la nada.
Decidió hacer como que no lo había visto, simplemente se dirigió a una tienda cercana a comprar algunos víveres y cosas que necesitaba.
Sintió como una descarga cuando de reojo noto la mirada de Tweek sobre ella.
No cruzaron miradas y Cate agradecía por aquello pero sentía como la observaba con atención.
Caminó lentamente y de manera confiada hacia su hogar, pero cuando llegó a la puerta se vio en dificultades para abrir con sus llaves.
Se sorprendió grandemente cuando sintió al rubio acercándose a ayudarla con las bolsas que traía cargando y tuvo que morderse la lengua para no hacer ningún comentario burlon de la sonrisa noble y bonachona que dibujo en el rostro del rubio.
Lucía tan adorable.
Esa sonrisa tonta la hizo poner una expresión fría y seria, haciendo que Tweek se pusiera nervioso, bueno, tenía que contraatacar de algún modo para no mostrarse vulnerable frente a este tipo.
–P-Pensé que necesitarías ayuda–
–Gracias capitán obvio–
Tweek miro al suelo avergonzado, Cate simplemente río de la manera más suave que pudo y acarició su hombro cariñosamente.
–Está bien Tweek no tenías que ayudarme, hago esto todo el tiempo, solo dejo las bolsas en el suelo y abro la puerta–
Caminaron por los pasillos hasta llegar a la planta alta y estar frente a la puerta de Cate, la cual abrió con facilidad gracias a que Tweek cargaba todo.
–Son bolsas muy pesadas, l-lastimas tus manos con f-frecuencia me imagino–
Cate se sorprendió ante el comentario, abrió la puerta dejando entrar a Tweek, que sólo dejó las bolsas en la entrada y salió casi inmediatamente, como si evitará mirar al interior.
Cate iba a protestar por algún tipo de actitud clasista pero notó lo nervioso que Tweek estaba.
No era que no quisiera entrar, o que no sintiera curiosidad, era que no quería estar a solas con ella.
Sonrió con satisfacción sabiendo que Tweek no estaba listo para confrontarla, parecía intimidado, de manera "casual" pasó su mano por el brazo del joven, desde su hombro hasta rozar su mano con suavidad y de manera sutil.
–Tweek–lo llamó en voz alta, el rubio la miró aún impactado por el contacto y dibujo de nuevo aquella sonrisa.
No era una de esas sonrisas educadas... Era una sonrisa boba y sincera, como si se alegrara de oír su nombre en la voz de Cate.
Y ella lo encontró demasiado tierno.
–Gracias, nos vemos mañana– le dijo, sonriendole por fin, el rubio sintió un calor insoportable en el rostro que se extendió hasta su pecho, pero dio rápidamente la espalda antes de evidenciar su violento sonrojo frente a la pelinegra.
–C-claro Cate que descanses–
Se retiro rápidamente en movimientos casi mecánicos, caminando por inercia hasta su auto.
Cuando se encontró dentro de él no pudo evitar mirar en dirección al del edificio donde había estado.
Cate estaba en la ventana asomándose con tranquilidad, mirando la tarde caer.
Lucía hermosa con los últimos rayos de sol iluminando su perfil y el viento jugando con sus cabellos negros.
Suspiró profundo mientras se deslizaba en el asiento...
Hasta había olvidado el motivo que lo tenía tan preocupado y enojado hasta ese momento.
Sus estúpidos padres y la extravagante fiesta que querían llevar a cabo.

Eclipses [Fem. Craig x Tweek] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora