Capitulo 1

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Me encontraba de vacaciones en Los Ángeles, conociendo la meca del cine y disfrutando con el paisaje. En las pocas semanas que estuve allí, recorrí el Hollywood y mucho más. Me la estaba pasando en grande, lo que más me sorprendía era que los famosos hacian su vida normal. Si bien al principio me sorprendía de que en la planta baja del hotel casi siempre había una estrella del cine con una entrevista, con el tiempo se me hizo de lo más normal, o al menos, eso creía.
A pocos días de terminar mis vacaciones, regresé de un buen paseo por la ciudad, entre a un restaurante que estaba frente la bahía, cuando mi teléfono sonó.
Era mi mejor amiga Rebecca, dude en responder su llamada. Después de ver en la pantalla de mi móvil 3 llamas perdidas y no sé cuántos mensajes de Whatsapp decidí responder.

- Hola, Rebecca
- Hasta que por fin me respondes, dónde te habías metido? Llevo horas llamándote.
- Perdón no escuché el móvil, estaba dando un paseo por la ciudad.
- Ok, fingire que no escuché eso... Pudo saber cuándo piensas regresar a casa?
- Me quedan cinco días en la ciudad, así que para el lunes estaré de regreso.
- Eso espero, necesito que estés aquí para mí cumpleaños..
- Allí estaré..

Colgué mi móvil y ordene algo de comer, al levantar mi vista lo ví. Ahí estaba él. Tom Hiddleton sentado en una mesa frente a la mía, al principio no estaba segura de que fuera él porque nadie lo reconoció o ya estaban tan acostumbrados a verlos que no le restaban importancia.
Nuestras miradas se cruzaron, no sé porque le sonreí, pero el no devolvió mi gesto.
Tom Hiddleton no tenía fama de ser muy amable con sus fans, me imagino que debe ser típico de los ingleses no lo sé.
Continue comiendo mi cena, pero mi curiosa mirada no lo podía perder de vista, era realmente atractivo, lo que se veía en las pantallas de cine, las revistas y la televisión se quedaban cortos, una vez leí en una revista que era un hombre esculpido por los dioses y tenían toda la razón, era imponente. Me preguntaba porque estaba almorzando solo? Se veía tan
relajado y tranquilo, entre abrí mi boca al ver como sus labios rozan la copa de vino, mi vientre se agitó, desde mi mesa podía oler su perfume, que llenaba mis sentidos. Sus labios son perfectos, que no daría por besar esa boca. Él se levanta de la mesa y se dirige a la puerta, entonces, cuando se iba, le hice la pregunta más tonta de toda mi vida:

- Disculpa, eres Tom Hiddleton?
- Sí, soy yo.
- Nos podemos tomar una foto?

A lo que muy amablemente, haciendo un gesto con su mano lo cual tomé como respuesta un no. Así que me quedé allí y él siguió caminando. Se dio la vuelta me dijo:

- No vas a venir? Ven vamos...

Me sorprendió con su invitación, no lo podía creer me puse en pie y tome su mano que me ofrecía, salimos del restaurante hacia la parte de atrás.

- Disculpa que te traiga hasta aquí afuera, pero si lo hacemos en el restaurante, no nos dejarían en paz. Cómo te llamas?

No podía modular una sola palabra, estaba sorprendia.. él me miro con cara de interrogación.

- Naomi.
- Un placer Naomi, vamos a tomarnos la fotografía.

Le pidió a uno de los meseros que salía a botar una bolsa de basura a los contenedores si nos podía tomar la fotografía. Le entregué mi móvil al mesero.
Me acerque un poco a él, cuando sentí una de sus manos llevándome hacia él y estrechandome con fuerza.

- Gracias, ha sido muy amable - dije
- Es todo un placer Naomi. - dijo

Y se marchó entrando nuevamente al restaurante, no lo podía creer en los días que llevaba en los Ángeles, no me había atrevido a pedir un autógrafo o una fotografía a ningún famoso. Regrese al restaurante para terminar mi almuerzo, observaba la fotografía una y otra vez, este hombre era realmente perfecto, sus ojos, su sonrisa, mordí mi labio al imaginarlo desnudo, quien sería la afortunada de tenerlo en su cama, que no haría yo con un hombre así, me sonreí ante mi pensamiento pervertido. Me imagino deslizandome por debajo de la mesa, colocandome entre sus piernas y desabrochando su pantalón, meto mi mano y masajeó su gran y enorme bulto, puedo sentirlo duro y palpitante, lo saco de su prisión y puedo verlo en todo su esplendor, lo tomo con mi mano izquierda. Pase mi lengua por mis labios estaba a punto de llevarlo a mi boca, cuando escuche su voz.

El Día Que Conocí A Tom HiddlestonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora