Después de la muerte [Editando]

Cap. 4: Asesino

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Sus respiraciones eran bastante agitadas, el espesor del bosque les impedía correr con total libertad, cansando a sus inexpertos cuerpos, los troncos y rocas en el suelo seguían dificultando sus pasos, haciendo que tropezaran de vez en cuando. Sentían punzadas en sus pulmones por cada calada de aire, su garganta dolia por el aire frío de la noche.

—¡Sabía que no era buena idea! —. Hitori toce luego de decir eso, su garganta rasposa y su voz entrecortada.

—¡¿Y que íbamos a saber nosotros? Yo sólo seguí a Yami! —. Sus pies le mataban, su tobillo tenía un leve esguince, pero empeoraba con cada paso. Necesitaba un descanso.

—¡¿Ahora me culpas a mi? Que malo Shō! —. Su voz burlona enfado a Shō, bien lo miro con el ceño fruncido, en cambio, Yami solo rió.

—Basta de tanta cháchara y corran —. Hitori aceleró el paso, aunque estaba cansado, no podía parar, si lo atrapan esta muerto, volvería a ser una rata de laboratorio —Tomura nos va a matar —. Susurró al aire, los otros dos no pudieron escucharlo.

—¡Sabía que era mala idea matar al puto presidente de esa estúpida compañía! —. Lanzó un grito de desesperación al cielo, casi tropezando al no darse cuenta de un tronco.

—Lenguaje —. Shō miró a Yami, dando un pequeño empujón al pecoso.

—Será mejor que recen para que no los mate yo mismo si nos atrapan —. Amenazó Hitori.

La misión fue un fiasco, y deben culpar completamente a Tomura por eso. Dejar a los tres novatos solos en medio de una misión solo porque necesitaba hacer sus misiones diarias en un estúpido juego era lo más tonto de le ocurriera a nadie, excepto al mismo Tomura.

...

—Creo que... los perdimos —. Su cuerpo perdió fuerzas y cayó al suelo, apenas podía respirar por la carrera que tuvo que hacer por su vida.

—Al parecer si —. Yami se dejó caer al lado de Hitori, respirando con dificultad.

—¡¿De quien fue la maldita idea de matar a ese sujeto mientras estaba desnudo en su piscina?! —. Shō miró a ambos chicos en el suelo.

Hitori y Yami se miraron, estaban demasiado cansados para discutir con Shō, asi que solo suspiraron al unisono —Solo dejalo asi, Shō— trato de calmar Yami, pero en cambio, el bicolor los miró aún más alterado que antes, gruñendo de la desesperación.

—Vamos, ¿Como quieres que lo sepamos?, yo sólo sigo las órdenes de Tomura —. Hitori se encogió de hombros, restándole importancia al asunto —Además, son misiones que otras personas nos dan a cambio de dinero, Kurogiri es quien gestiona todo —.

La resignación llegó al rostro de Shō rápidamente luego de eso, no había mucho que pudiera hacer de todos modos más que seguir las órdenes.

—Será mejor que volvamos, Tomura tendrá que encargarse de limpiar nuestro desastre —. Yami se levantó mientras se limpiaba el polvo, los otros dos asintieron.

Si no fuera por aquel búho que se atravesó y picoteo la cabeza de Shō, la misión habría sido todo un éxito.

...

—Ya volvimos —. La puerta en el bar se abrió, dando paso a tres cansados adolescentes.

La enérgica rubia salto cuando los vió —¿Como les fue en la misión? ¿Saltó mucha sangre? ¡¿Descuartizaron a alguien?! —. Himiko dio brinquitos hacia los chicos, hizo preguntas hablando tan rápido que apenas lograban procesar sus palabras.