she; h.s

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inspirado en she by harry styles.

El joven Chalamet se mira fijamente al espejo mientras acomoda su corbata en su lujoso traje. Suspira pesadamente. Mira la hora a través de su reloj de pared. Traga saliva y enredado en sus pensamientos, baja las escaleras.

Timotheé Chalamet es un empresario más que existoso, un negocio heredado gracias a su padre, quien, al morir, dejo todo a nombre de él. Conocía algunas cosas de cómo manejar la empresa, pero realmente no le interesaba. Llevaba 5 años al frente y ya había logrado mucho más de lo que alguna vez su padre hizo. A él realmente no le agradaba mucho la idea, pero no quería decepcionar y causar más tristezas a su madre. Así que tomó el mando. Consiguió una esposa, hija de uno de los amigos más intímos de su padre, un amigo que se vio beneficiado gracias a esta unión. La chica era joven y muy bonita, así que pronto Timotheé se encontraba teniendo sentimientos hacia ella. Al año de casarse, tuvieron 2 hijos. Un niño y una niña quienes eran un retracto exacto de sus padres cuando eran pequeños. Timotheé los amaba y procuraba, igual que a su esposa.

Al llegar al piso de abajo, se dirige a la cocina y en ella, se encuentran sus dos hijos desayunando, mientras su esposa cocina. Los niños lo saludan con alegría y él hace lo mismo mientras los abraza. Luego, se dirige a su compañera.

-Buenos días, querida -dice, mientras deposita un beso en su mejilla.

-¿Cómo dormiste? -pregunta ella con alegría.

-Bien, aunque creo que me hizo falta dormir un poco más -miente, mientras hace una pequeña mueca.

Toda la noche había estado levantándose constantemente pues no lograba conciliar el sueño. Y, cuando lo hacía, algo raro sucedía. Había estado teniendo el mismo sueño de todas las noches, sueño que tenía desde hace 6 meses. Estaba en su misma casa, en su misma cama, pero algo cambiaba, la mujer que estaba a su lado no era su amada esposa. Lo miraba fijamente. Era de cabello negro, ojos grandes color verde, largas pestañas y labios rojos. Tenía una mirada profunda. Él estaba a su lado, mirándola también. Y sentía paz, como nunca la había sentido. Ella se acercaba lentamente a él. Timotheé la besaba apasionadamente, ella se separaba y decía:

-Te he esperado tantos años...

Y se esfumaba, dejándolo confundido, con el corazón acelerado y triste. Este sueño se repite constantemente. Le gusta y la mujer que aparece también, pero cada vez se confunde más y más porque no sabe a qué se refiere ella o qué significa. Lo que más le intriga es que no sabe quién es, nunca había visto a alguien así.

-No te preocupes. Hoy nos dormiremos temprano, así duermes más tiempo -responde su esposa, sacándolo de sus pensamientos, mientras le deja el plato de comida en frente de él.

-Gracias, querida -le dice y le da un tierno beso en los labios. Ella le sonríe y él se siente afortunado.

Después de desayunar, se despide de ella y lleva a sus hijos a la escuela. Los deja hasta la puerta, los abraza y promete que ira por ellos al terminar las clases. Ellos asienten y entran.

Cuando Timotheé llega a su auto, suspira pesadamente. Su vida es un tanto monótona. Otros chicos de su edad aún siguen estudiando, consiguiendo un trabajo de medio tiempo para pagar sus estudios, llendo a fiestas. Y él nunca imaginó que sería adulto tan pronto, que se casaría, tendría hijos y trabajaría todos los días. No le molesta ni los odia, ama a su pequeña familia más que a nada en el mundo y se siente muy orgulloso de lo que ha hecho en tan poco tiempo. Pero a veces se aburre de hacer lo mismo todos los días. Y cuando está en el aquel breve sueño, con esa mujer de hermosos ojos, no puede evitar sentirse libre.

Luego de manejar, llega hasta su trabajo. Abre las puertas y la señorita de recepción le pide que se registre, lo hace y pronto sube al elevador. No tarda mucho en abrirse y llega a su oficina. Su secretaria, al ver que entra, empieza a decirle sobre las juntas que tendrá, qué temas hablarán y Timotheé, un poco harto, decide hacer algo al respecto.

-Sarah, ¿por qué mejor no te das este tiempo libre? Te vas a tomar un café o algo así -le dice, hablándole sinceramente.

Sarah se queda callada, sin saber qué decir.

-¿Está seguro de ello? Éstas juntas son muy importantes y... -comenzó a decir, pero fue interrumpida por Timotheé.

-Pospónlas para otro día, si es necesario. Creo que ambos merecemos un descanso -contesta, soltando una sonrisa burlesca.

Sarah se limita a asentir con la cabeza y se dirige a su escritorio. Toma sus cosas y se va.

Timotheé entra a su oficina, cierra la puerta detrás de sí y suspira.

-Dios... -murmura para sí mismo mientras se revuelve el cabello. Mira hacia la ventana, con una hermosa vista de la ciudad y sonríe.

Se encamina hacia el pequeño sofá que tiene y se recuesta. Cierra los ojos, todavía sonriendo. Al instante, está soñando de nuevo pero, sorprendentemente, no se encuentra con aquella mujer. Ahora está en medio del mar, en un bote, es de noche y hace viento. A lo lejos mira las luces de la ciudad. Sonríe, porque está dejando todo atrás. Mira hacia el cielo, abre sus brazos y sus ojos están llenos de lágrimas de felicidad. La misma paz que sólo sintió un par de veces está regresando a él.

Cuando baja la mirada, está a su lado la mujer de sus sueños. Ella le sonríe y él piensa que tiene una sonrisa muy linda. Ambos se miran.

-Yo... -empieza a decir ella, pero Timotheé la interrumpe.

-Tú vives conmigo en mis sueños y no sé por qué -le dice, intranquilo.

-Esto no es un sueño -responde ella mientras se acerca a él.

Finalmente, se abrazan y Timotheé se siente tan feliz.

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one shots; t.cDonde viven las historias. Descúbrelo ahora