one shots; t.c

are you bored yet?; wallows & clairo.

inspirado en are you bored yet? by wallows & clairo.

N

o me siento del todo bien. Han pasado tantas cosas en mi vida y cada una de ellas han sido malas, que siento que quiero explotar. Estoy acostada en mi habitación simplemente viendo el cielo a través de mi ventanal. Hace una tarde preciosa para poder salir. Escucho que tocan la puerta de mi habitación. Es Timothée. Ha sido mi roomie desde que llegué aquí a New York. Llegué aquí desde Idaho persiguiendo mi sueño de ser actriz y aunque no llevo mucho tiempo, sólo he conseguido papeles pequeños y apariciones espontáneas. Estoy comenzando a darme por vencida. No tenía dónde quedarme y conocí a Timothée en un estudio, por lo que me dejó rentar una habitación en su departamento. Al contrario de mi caso, él ya tiene una carrera, ha salido en varias películas importantes y sé que pronto se irá a Italia para grabar una nueva. Me mostró el libreto, pero le dije que no quería leerlo hasta que se estrenara. Es alguien realmente agradable, un poco tímido a veces (no más que yo) pero es una buena persona. Y es muy atractivo también, no puedo negarlo.

Me levanto y me dirijo hacia la puerta para abrirle.

—¡Hola, Brooke! —me saluda muy animado.

—Hola, Timothée. ¿Qué pasa? —pregunto. De un momento a otro me he quedado mirándolo. Lleva una playera blanca y unos pantalones negros, nada fuera de lo normal, pero luce diferente y me gusta. Me estoy empezando a poner más tímida, por lo que miro hacia otro lado.

—Yo... me preguntaba cómo estás. No has salido de tu cuarto, ¿estás bien? —pregunta, mirando hacia adentro para comprobar que todo esté bien. Me sonrojo. ¿Él se preocupa por mí? No. Quizá sólo esté siendo amable.

—Sí, no te preocupes, está todo bien. Sólo que hoy no tengo muchas ganas de hacer algo —respondo. Su rostro realmente está serio, y parece como si de verdad estuviera preocupado.

—Oh, vamos. ¡Es una tarde bellísima! Podemos ir arriba y ver la puesta de sol —dice con una gran sonrisa. No lo había visto sonreír así, no tan cerca de mí. Sonrío tímida.

—De acuerdo, Timothée —le respondo—. Sólo dame unos segundos.

—Está bien, yo iré subiendo.

Y desaparece. Cierro la puerta tras de mí. No sé por qué pero me emociono. Aunque me avergüenza el que haya visto así, con solo una playera 3 veces más grande que yo y un pantalón deportivo igual de grande. Decido ponerme un vestido sencillo floreado para verme igual de radiante que él, siempre lo hace con lo que sea que lleve puesto y no sé cómo. Dejo mi cabello al natural, pues me gusta más como se ve con ondas y castaño. Salgo rápidamente de mi cuarto y me dirijo hacia la puerta de la terraza. Al salir, el ambiente es cálido y el aire está fresco. Subo las escaleras y me encuentro con Timothée quien ha puesto dos sillas en frente del balcón y un montón de comida alrededor. Y la vista es impresionante.

—Ah, hola, llegaste —dice, mirándome de arriba hacia abajo. Se levanta al mismo tiempo en que me ve—. Ese vestido es precioso.

—Gracias —le sonrío tratando de verme relajada aunque por dentro estuviera gritando de la emoción pues no todos los días Timothée Chalamet te invita a ver la puesta de sol y elojia tu vestido.

—Toma asiento. Traje comida porque sé que te gusta mucho. Para pasar el rato —dice, sirviéndose en un vaso refresco—. ¿Quieres? —asiento con mi cabeza y sirve en otro.

Nos quedamos en silencio, sólo escuchando los automóviles y a la gente pasar. Siempre es ruidoso aquí, pero por ahora no me molesta. La vista del cielo capta toda mi atención. Y esto no es incómodo, al contrario, es cálido y se siente como si estuviéramos compartiendo un momento nosotros dos.