Soy de las personas que creen que cada canción cuenta una historia. A veces de amor, inseguridad, depresión y otras de desamor, amistades, etc. He decidido contar esas historias inspirandas en canciones que me gustan mucho y en donde Timothée es el...
inspirado en nothing's gonna hurt you baby by cigarettes after sex
Sus manos en mi cintura. Las mías, en sus hombros. Bailamos al compás de la música. Nuestros pies coordinados. Nuestros cuerpos moviéndose levemente. Siento su corazón latir rápidamente cuando pongo mi cabeza en su pecho. Él deposita un beso en mi cabello. No quiero que este momento acabe nunca. Me siento especial, me siento más que bien. El estar aquí, con Timothée, es lo más grandioso que me ha pasado. Lo miro a los ojos y él me sonríe. Mi corazón se agita mucho más. Volteo a ver a las demás personas y ellas están haciendo lo mismo que nosotros. Mucha gente sintiendo amor. De pronto, él se acerca a mi oído para hablarme a través de la música. Dice algo que me hace reír y mirar hacia otro lado. Su mirada es profunda y hasta cierto punto, me hace sentir nerviosa.
"Nothing's gonna hurt you, baby
As long as you're with me you'll be just fine
Nothing's gonna hurt you, baby
Nothing's gonna take you from my side..."
Cigarettes After Sex se escucha a través de todo el salón. Las palabras que cantan, son lo que realmente pienso y siempre he querido decirle a Timothée. Pero sé que él lo sabe cuando me sonríe en cualquier momento, cuando toma mi mano mientras caminamos por la calle, cuando se ríe de los chistes tontos que digo, cuando besa mi mejilla al decirme algo lindo, cuando me abraza porque tengo frío, cuando se queda dormido en mi hombro aquella vez que hicimos un largo viaje, cuando hace que deje de pensar cosas malas siempre que me dan ataques de ansiedad, cuando se queda despierto conmigo en las noches cuando no puedo dormir, cuando baila y canta conmigo mi canción favorita, cuando se alegra de mis triunfos, cuando pronuncia aquellas palabras que me hacen sentir más que feliz.
Pienso todo esto mientras bailamos y yo simplemente quiero reproducir la canción una y otra vez. Que sienta lo que siento al escucharla. Cuando lleguemos a casa, quiero escucharla y repetir este momento de nuevo. Sé que será más especial estando solos.
—¿En qué tanto piensas? —me susurra. Yo sonrío tímida. De vez en cuando, me da vergüenza decirle todo esto que siento, pues nunca he sido tan apasionada estando con alguien. Simplemente Timothée saca mi lado romántico. Prefiero guardarme las cosas que pienso para mí misma o escribir las en una carta.
—Uhm, no es nada —respondo, tratando de evadir la conversación—. Sólo pienso que esta canción es especial.
—Lo sé. También sé que es una de tus canciones favoritas, por eso la pedí especialmente para ti —dice. Me sorprendo. Me pareció raro que en la graduación pusieran este tipo de canciones, pero a la vez bien porque las demás parejas también estaban teniendo un momento especial. Le sonríe más grande que nunca y él me lo devolvió.
—Gracias —contesté, dejando un tímido beso en su mejilla.
El resto de la canción trascurrió con Timothée cantando en mi oído. En ese momento, supe que era verdad. Estando a su lado, nada me lastimaría.
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