inspirado en talk dirty by doja cat.
Sus ojos me recorren de arriba hacia abajo. Se muerde el labio mientras lo hace. No sé si me veo bien o mal, pero siento un calor intenso en mis mejillas y otras partes de mi cuerpo. Está sentado ahí, frente a mí, totalmente estático y no aparta su mirada. Quiero hacer algo, pero no sé qué. Mejor espero a que él me lo indique. Me siento expuesta, pero no de una mala manera. Nunca lo había estado de esta forma y mucho menos con él, y algo de esta situación me está empezando a gustar. Como si estuviera leyendo mis pensamientos, empieza a hablar.
—Acércate... —dice sin más. Cuando esas palabras salen de su boca, mi corazón se acelera y mi calor aumenta. Lo dijo con una voz tan, placentera, que casi caigo de rodillas frente a él.
Hago lo que me pide, pero lentamente. Tengo un presentimiento de que eso le gusta. Sus pupilas se dilatan y veo que pasa la lengua por sus labios.
—¿Qué hago? —pregunto apenas con un hilo de voz. Finalmente me mira a los ojos y una sonrisa de lado asoma.
—Siéntate. Aquí. Con papi —contesta, mientras palmea sus muslos levemente. La sola idea de verme sentada sobre su regazo, de tenerlo aún más cerca, hace que me ponga aún más. Me siento húmeda y caliente, y quiero que él se de cuenta de ello.
Me acerco y paso mis piernas por ambos lados de su cadera, al instante, lo siento todo. Hace que pase mis brazos por su cuello y esto hace que lo tenga aún más cerca de mí. Él coloca sus fuertes y grandes manos en mis muslos y hace que me acomode mejor en su regazo. Gracias a eso me muevo y él suelta un leve gemido. Es algo nuevo para mí, pero me ha gustado.
—Haz eso. De nuevo —dice casi en un susurro. Su voz suena tan bien.
Me muevo de nuevo, de atrás hacia adelante y esto es mucho mejor que quedarme quieta. Empieza a ayudarme mientras coloca sus manos en mi cintura y me mueve aún más rápido. Echa su cabeza hacia atrás al mismo tiempo que cierra sus ojos y me da una perfecta imagen de su cuello. Sin dejar de moverme, paso mi lengua por ahí y su respiración se acelera. Continuo con los movimientos, pero esto empieza a ser insuficiente. Abre sus ojos, toma mi rostro y empieza a besarme. Sus labios se sienten tan bien, siempre se han sentido de esta forma. Pero esta vez es diferente, porque lo hace desesperadamente y yo no puedo evitar seguirle la corriente. Siento su lengua explorar toda mi boca y, de vez en cuando, morderme el labio.
Mis manos empiezan a tocar todo su torso y él detiene el beso para quitarse la camisa.
—Hazlo tú —me indica y yo comienzo a quitar, uno por uno, los botones de su camisa. Lo hago mientras lo miro a los ojos y sus labios rojos e hinchados, me incitan a besarlos una vez más. Lo beso y él pasa sus manos lentamente hacia mis senos. He terminado con los botones, por lo que retiro su camisa y su torso desnudo y suave me pone aún más.
Mueve su mano lentamente y yo me siento morir. Quiero soltar un gemido, pero todavía tengo un poco de verguenza. Él sabe lo que provoca en mí. Me conoce muy bien. Pero estas partes son nuevas, por lo que quiere hacerme saber que le gustan y que le pertenezco. Y a nadie más que a él.
Hace lo mismo que yo a él, y me besa el cuello, mientras baja lentamente su lengua hacia donde se encuentran sus manos y al instante en el que la siento ahí, los gemidos que había estado reprimido, se me salen, uno tras otro y sin poder parar. Su lengua es magnífica, eso siempre lo supe, pero no sabía que su podía sentir aún mejor en esa parte. Lo hace lento y después lo hace rápido. Otras se lo mete todo a la boca y después succiona. En todas y cada una de esas acciones, yo no puedo dejar de gemir.
—¿Te gusta? —pregunta, sin dejar de hacerlo, incluso aumentando la velocidad. No puedo responder al recibir tanto placer, así que me limito a asentir con la cabeza. Se detiene—. Dímelo.
—Me encanta, papi —respondo, sin siquiera pararme a pensar en mis palabras. Me gusta decírselo en ocasiones especiales y esta, es una de ellas.
Me sonríe y después continua besándome. Estoy en el éxtasis, pero sé que puede ponerse mejor y él lo sabe igual. Hace que me levante de su regazo, me toma de la cintura, me levanta y yo rodeo su cintura con mis piernas, mientras nos seguimos besando. Nos dirigimos hacia el cuarto. Al llegar, cierra la puerta tras de sí con su pie y me deja sobre la cama. Se queda quieto, al mismo tiempo que baja su cremallera. Yo abro mis piernas para darle una vista mejor y eso lo pone. Cuando se quita el pantalón, un bulto sobresaliente me sorprende. Timothée se ve mucho mejor así.
Se acerca y se coloca al lado de mí. Todo esto mientras nos besamos. Baja su mano lentamente y de repente, siento sus dedos tocándome allá abajo. Cierro los ojos al sentirlos. Estoy totalmente abierta para él. Empieza metiendo uno y mi respiración se acelera. Me encuentro en el punto y lo sabe muy bien, por lo que lo hace más rápido y gimo. Pasa su lengua por todo mi cuerpo y yo me mojo cada vez más.
—Tan húmeda... —dice entre jadeos. Abro mis ojos y él me sonríe desde donde está.
Me estoy volviendo loca. Quiero tenerlo dentro de mí y que ambos disfrutemos. Estoy apunto de decírselo...
Espero que les haya gustado mucho el capítulo de hoy. Quise hacer uno diferente a lo usual escrito aquí, y ver si les agrada. Esta historia estará dividida en dos, la próxima parte la publicaré dependiendo si esta les gusta ^^. También me han dicho que haga segundas partes de capítulos pasados, siento que perdería la escencia de la historia, pero podría intentarlo, comenten también si les gustaría. Gracias por leer y por la paciencia. A veces me cuesta mucho terminar un capítulo.
Gracias por sus votos y leídas también♡
C.
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one shots; t.c
FanficSoy de las personas que creen que cada canción cuenta una historia. A veces de amor, inseguridad, depresión y otras de desamor, amistades, etc. He decidido contar esas historias inspirandas en canciones que me gustan mucho y en donde Timothée es el...