Voy a Conquistarte (Soukoku) (BSD AU)

Capítulo 9.

Y aquí iba. Atsushi con su amor platónico frente a él.

Gin acercó al albino hacia su hermano, quien yacía de pie luciendo tan serio como siempre. Aunque, Atsushi podría jurar que Akutagawa también estaba nervioso. Y algo que notó Atsushi, fue el azabache traía consigo una libreta. ¿Para qué una libreta?, pensó. 

-Bueno, los dejo solos.-dijo Gin.

-P-pero...

Y antes de que Atsushi dijera algo más, la chica ya se había ido.
Acto seguido, el azabache le extendió su libreta al albino. Atsushi leyó lo que decía aquella hoja.

"Gracias por la nota que me enviaste".

-N-no fue nada.-sonrió tímidamente.-Quería agradecerte por la flor.

El albino tenía un ligero sonrojo en sus mejillas.

Akutagawa sacó un bolígrafo de su bolsillo y escribió algo más. Le volvió a mostrar la libreta a Atsushi.

"Me gustaría que un día salgamos. Ya sabes, después de clases, ¿qué dices?"

Atsushi no podía creer aquello. Su amor platónico lo estaba invitando a salir. ¿Ya estaba en el cielo? El chico respondió lo menos nervioso que pudo.

-Claro. S-sí...me encantaría.

Cómo le gustaría lanzarse a los brazos del azabache y sonreír ampliamente. Pero no podía hacer eso, era demasiado tímido.
Aunque, lo que pasó a continuación, Atsushi no se lo esperaba. Ryunosuke se acercó a él y le dio un pequeño beso en la mejilla, ocasionando que el albino se sorprendiera y se sonrojara por milésima vez en el día.

*******

Mientras tanto, un curioso (o más bien, chismoso) Dazai observaba lo que ocurría con Atsushi.

-¿Podrías dejar de ser un entrometido?-dijo Chuuya, interrumpiendo.

-Perdón, es que...

El castaño sentía algo de envidia, pues sus amigos ya habían avanzado con sus pretendientes y él apenas hablaba con Chuuya.

-Todo a su tiempo, Dazai.-dijo el pelirrojo.

-¿Qué?

-Lo que oíste.

Era como si Chuuya lo entendiera. Como si leyera sus pensamientos o él era muy obvio.

Chuuya mientras tanto, no sabía cómo ganar la atención de Dazai y que éste dejara de ver a su amigo.
Así que se le ocurrió acercarse un poco más al más alto y recargar su cabeza en el hombro de Dazai.

-Ya entendí Chuuya, quieres mi atención.

-No sé de qué estás hablando.-dijo con fingida inocencia.

Dazai sonrió y después tomó el rostro de Chuuya entre sus manos, pero justo antes de lograr su cometido de robarle un beso, el timbre sonó.

Por otro lado, cuando todos se dirigían a sus salones, la doctora Yosano caminaba por un pasillo, cuando vio salir a Ranpo de la biblioteca. Él no se había percatado de la presencia de la doctora, hasta que se topó con ella.

-¿Otra vez en la biblioteca, Ranpo?

-Estaba estudiando.

-Sí, claro. Oye, no deberías mentirle a tu padre.

-Ese no es tu asunto.-se cruzó de brazos.

-No. Pero como tu prima te aconsejo que le digas la verdad pronto, antes de que te metas en problemas.

El azabache no dijo nada. Pero lo que decía Yosano era cierto, no debió mentirle a su padre. Y si quiere seguir viendo a Poe, tendrá que contarle todo a Fukuzawa.

-Por cierto...-dijo Yosano, sacándolo de sus pensamientos.-Espero que no te encariñes mucho con ese chico.

-¿Porqué lo dices?

-Por lo que sé, sólo estará dos meses trabajando aquí en la biblioteca. Ten cuidado.-le dio unas palmaditas en el hombro al ojiverde y se fue.

Ranpo se quedó estático. ¿Cómo que dos meses? ¿Porqué Edgar no le había dicho nada? Había mucho que aclarar.

********

Llegó la hora de salida. 

Dazai y Chuuya iban juntos. El castaño se sentía en las nubes, ¿esto de verdad estaba pasando? Pero como la tía del pelirrojo ya había llegado, Chuuya se despidió de Dazai. 

-Supongo que...nos vemos mañana.

-Sí, porsupuesto.-sonrió Dazai. 

Algo que sorprendió a Osamu, fue que, antes de que Chuuya subiera al auto, le dijo "adiós" a Dazai y después le dio un beso en la mejilla. Eso enrojeció al castaño hasta las orejas. Pero después reaccionó tocando con las yemas de sus dedos el lugar donde el ojiazul había puesto sus labios. Acto seguido, buscó a Atsushi para irse juntos, pero el albino se estaba despidiendo de Akutagawa. Pronto llegó su chofer y subió al auto.

Cuando llegó a casa, sus hermanos ya estaban ahí. Yumeno y Elise hacían sus tareas en la mesita de centro de la sala de estar.

-Hola niños.-saludó el castaño.

-Llegaste, bobo.-dijo Elise.

-Hola, hermano.-Yumeno habló.

Pero antes de decir algo más, se escuchó la voz de alguien. Era el padre de los tres hermanos, quien se encontraba en su despacho, el cual se situaba junto a la sala.

-¿Ya llegaste, Osamu?

-Sí.-respondió Dazai.

-¿Podrías venir?

Dazai dejó su mochila en un sillón y se dirigió a donde su padre. La puerta estaba abierta, así que no tardó en entrar. El castaño se puso de pie frente al escritorio de su padre, quien observaba una hoja de papel en sus manos.

-¿Qué sucede, padre?-metió las manos a sus bolsillos del pantalón. 

-Necesito que me expliques algo. ¿Porqué tomaste mi tarjeta de crédito?

-Eh...

Dazai enmudeció. Había olvidado que llegaban recibos con todo lo que gastaba de la tarjeta. Ahora sí estaba en problemas.

-Aquí dice que has gastado en muchas cosas. Me puse a investigar y resulta que has comprado caramelos, una caja grande de chocolates, unas galletas envueltas como regalo, y hasta muñecos de peluche. ¿Tienes algo qué explicar, Osamu?

-Bueno, yo...

-¿Estás...saliendo con alguien? Porque es la única explicación que encuentro. 

-Pues salir salir, no.-empezó a juguetear con sus dedos.

Y es que era la primera vez que Dazai hacía algo como esto. Como nunca se había interesado en alguien, a su padre le extrañaba que Osamu gastara dinero en otra persona que no fuera él mismo. Ni siquiera gastaba en sus amigos, pero al parecer, hay alguien que está girando el mundo de Osamu. 

-¿Puedes ser un poco más específico?-dijo el hombre.

-Pues...am...-suspiró y por fin confesó:-Ha-hay un chico que me interesa y mucho. Y yo...estoy tratando de...de que salga conmigo. Y como yo...

Mori levantó una mano, interrumpiendo a Dazai. Fue cuando le dijo:

-Me gustaría conocer a ese muchacho.

-¿Qué?-arqueó una ceja.

-Lo que oíste. ¿Porqué no lo invitas a cenar aquí en la casa? Dices que te interesa mucho, ¿no? Y como es la primera vez que te veo interesado en alguien y nervioso al contármelo, puedes invitarlo a que venga.

Este giro de la historia, Dazai no se lo esperaba. Ahora faltaba que Chuuya aceptara la invitación.