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Otro día más en el cual ejercer su papel de niñera, estaba harto de limpiar el desastre que no le correspondía, vaya ni su empleado era para encargase de cuidar de un maldito y bien aventurado castaño que donde caminaba desastre creaba, no había ni un solo minuto en el que pudiera dejarlo solo, Anthony Edward Stark es un caso serio.

-Madre siempre dijo: “ten cuidado con ese jovencito” pues cuánta razón tenía… - caminaba a través de los largos pasillos citando las palabras de su santa madre.

Claro que no podía abandonarlo, desde niños Stark ha formado parte de su familia, eran amigos de la infancia y se ayudaban el uno al otro, había perdido la cuenta de cuantas veces salvo a su gran amigo de la muerte, desde que sus padres lo dejaron a la temprana edad de los 8 años, el chico se volvió un verdadero desastre, pero era un maldito con suerte, no exageraba con decir que era un genio pues se había graduado a la corta edad de 15 años marcado siempre como el mejor de la clase, obviamente que su comportamiento denotaba una gran ira en el personal escolar, con el tiempo fue volviéndose engreído, egocéntrico, envidioso, narcisista, y por supuesto terriblemente rico, la empresa con la que contaban sus padres eran las industrias Stark conocidas a nivel mundial, estaba en todas partes pues eran áreas de producción masivas de cualquier tipo de cosas que la gente se pudiera imaginar, la tecnología sí que era su fuerte.

Pero a veces ni la mejor empresa puede parar el desastre de persona que era el moreno, regresando a su antigua educación recuerda todas las veces en la que se metió en problemas por defender al castaño, por todas las veces que tenían que salir huyendo de que no fuera arrestado por incumplimientos legales relacionado con las drogas gracias a la popularidad con la que contaba y claro las gigantescas fiestas que se hacían, nunca falto a ninguna y no le hacía falta adivinar el por qué ya que este era un fanático del sexo, era un verdadero grano en el trasero cuando lo abandonaba para largarse por horas e incluso días a sus terribles orgías que por supuesto él tenía que marcarle una pauta para regresarlo con vida a casa, lo peor de todo era cuando se intoxicaba de más, llego a estar más de 10 veces cerca de la muerte por terribles dosis que se administraba en sus alocadas fiestas en la que todo tipo de personas iba, pero eso no era lo peor, su amigo no dejo de lado su famoso papel de playboy pues fue marcando sus fetiches al meterse en papeles realmente extraños que le hacían tenerle cierta repugnancia a su amigo, claro que este hacia hasta lo imposible para salvarlo, pero nada podía hacer cuando se involucraba con personas mucho menores que él, por suerte ninguna de sus aventuras marco denuncia alguna ya que por suerte no eran menores al marco legal de la federación y todas esas cosas que volvían loco al castaño cada que se lo repetía, no por algo se había convertido en un gran policía, aunque cerca de Stark se recriminaba no una, sino millones de veces si de verdad se merecía estar en ese puesto sin haber salvado a su amigo de sus fechorías, pues su excusa siempre era “si es sexo consensuado no pasara nada Rhodey o vaya que no pasaría nada, solo estar metiéndose con cuanta persona se le cruzara y jamás sentirse satisfecho.

Pero aun siendo todo lo opuesto a él, nunca podía dejar de lado a su viejo amigo, hasta en ciertas partes podía entenderlo, este no era muy abierto con nadie, pero las veces que quería decir algo siempre dejaba ese sentimiento de soledad marcada en el aire, su amigo sufría y nadie lo ayudaba a curar lo que por tantos años ha estado viviendo en secreto, rellenando ese vacío con toxicidad que no lo mantiene cuerdo ni por un segundo.

Aquí está otra vez, a tan solo unos pasos de atravesar esa puerta para sacarlo de una vez por todas de ahí, se detuvo para tocar suavemente de la dura textura de madera, sin obtener respuesta alguna decidió entrar con todo el miedo del mundo, rezaba a dios para no encontrarse otra de sus asquerosas escenas en medio de algo.

-Viejo, voy a pasar hazme el favor de vestirte. – 

“Hago esto por Virginia, hago esto por Virginia” aferrado a sus pensamientos que le brindaba soporte y seguridad giro del picaporte para aventurarse a la habitación.

"You never throw back" |||Stony|||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora