Atenciones

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N/A: se recomienda precaución ante escenas subidas de tono. +18.

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-¡Sonríe, querida!. Dicen que no estas completamente vestido sin una sonrisa.

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Con un fuerte dolor de cabeza, Vaggie llevo sus manos hasta su frente, en cuanto las punzadas pararon dejo caer sus manos pasandolas por todo su rostro, sintiendo el sudor frió en sus cara al hacerlo. Estaba cansada, Preocupada y hasta angustiada. Otra pesadilla le impedía concebir el sueño, empezaba a perder la cordura ante la insufrible falta de sueño, el no poder descansar le estaba atormentando. 

Tratando de mantener su mente tranquila sobaba su brazo izquierdo buscando compadecerse, ella sabia que era la propia culpable de sus terribles periodos de insomnio. Claro que su orgullo no permitiría dejar que sus propias alucinaciones le jugaran en contra, pensando en como retener su miedo a caer en la locura se levanto de su cama y se dio cuenta de inmediato de que el ambiente aun se apreciaba tarde.

Salio de su habitación tratando de mantener el mínimo ruido, queriendo recordar la mayor parte de su sueño, el cual parecía vincularse con los anteriores. Una serie de pesadillas indeterminadas, que dieron comienzo desde la llegada de aquel ser innombrable ante su ausencia, buscado mantener el menor rastro de su existencia, para ella siquiera imaginarlo cuando no se encontraba presente le parecía un  sinónimo de victoria al no deseado.

Bajando por las escaleras hasta el primer piso, observando su alrededor solitario, camino hasta la parte no vista del salón principal, la cocina. Tomando un vaso y vertiendo agua en este, se llevo hasta sus labios el borde del recipiente y soltando un ultimo suspiro le dio paso al húmedo y frió liquido que llenaba su ser, pasaba entre su garganta y llegaba hasta su estomago hambriento, recordando fugazmente el no llegar a la cena esa noche,  pensaba que era mejor evitar lo que parecía inevitable a estas alturas. 

Ya había pasado lo que seria un mes, no podía hacer nada mas, Charlie no le escucharía, al resto no le importaba y ella solo se limitaba a observar con ojos inmutados al no deseado. Sin tener reacción ante aquellos gestos y las palabras amenazantes, se sentía la burla de aquel ser que le dejaba ver sus sonrisas en señal de victoria cada que la rubia de rojas mejillas impedía que ella llegara mas lejos.

Dejo el vaso donde estaba anteriormente y se encamino hasta su habitacion, llevando su mano hasta su nuca, sobando lo que era un malestar al no poder encontrar una buena postura.

La pesadilla se cruzo por su mente, esas imágenes rápidas. El fuego, el caos, las muertes, Alastor...

Ella estaba en medio de todo, observando su mundo caer al no actuar por sus instintos y encogerse de hombros por aquella mirada de regaño que se escondía detrás de una mueca de tristeza, Charlie si que sabia como manipular sus sentimientos. Sonrió incrédula de sus propios pensamientos, era absurdo pensar en algo como eso. 

detuvo el paso frente aquellas escaleras, manteniendo su mirada hasta lo mas oscuro del final, preguntándose si esta vez podría lograr sacar a aquel demonio de su mente, sintiendo la impotencia y la ira por no tener el control de sus emociones, al sentir como sus mejillas se humedecían por lagrimas. 

-Maldita sea...

Su voz se enmudecía por lo tembloroso que se encontraba su labio inferior, el temblor abarco todo su cuerpo, formando un abrazo entre sus extremidades cruzadas se propuso a llegar rápido hasta su destino. Subiendo con rapidez aquellos escalones hasta el largo pasillo que marcaba el camino hacia las habitaciones, todas al frente de otras, ese orden le recordaba tanto como en vida se burlaba de aquellos programas de institutos de ensueño que tenían edificios apartados para las habitaciones de las chicas, toda una serie juvenil donde se mostraba la vida perfecta de aquellos que vivían sin preocupaciones.

One-Shots RadioXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora