Berrinches.

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—¡¿Qué pasó aquí ?!.

La demonio polilla acababa de entrar al comedor para tomar su taza diaria de café. Sabía que realmente debería comer algo, teniendo en cuenta todo lo que hacía durante el día, pero nunca tenía hambre por las mañanas.

Sin embargo, a juzgar por el aspecto de las cosas, hoy no podría haber recibido un desayuno real, incluso si hubiera querido uno.

4 de las 20 largas mesas habían sido cortadas por la mitad, el humo aún subía de la madera en lo que parecía un incidente bastante reciente. Caminando más lejos, vio que los dos grandes hornos de la cocina se habían reducido a un montón de cenizas astilladas y humeantes.

—¡Señorita, Vaggie! dijo la pequeña cíclope detrás de ella. —Estábamos preparando el desayuno para todos, pero Angel dijo que estaba horrible. Él ... no lo tomó muy bien.

Vaggie cerró los ojos y contó hasta diez, lentamente, para calmarse.

No tenía que preguntar a quién se refería con "él".

Ya lo sabía.

En lugar de decir algo, simplemente sacó su bolígrafo de su bolsillo y caminó inspeccionando el daño. Calculó lo que podría repararse y lo que necesitaba ser reemplazado por completo, y se tipeó notas para sí misma con respecto a los formularios adecuados para completar más adelante con respecto a estas cosas.

Entró en la cocina destruida y llenó tranquilamente su taza con el fuerte café negro, sin molestarse en agregar crema o azúcar como lo haría normalmente.

Ya sentía que iba a necesitar toda la energía bruta que pudiera, para lidiar hoy.

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La parte favorita de Vaggie de su día de trabajo, con mucho, fue llegar hasta el último piso del hotel y sentarse en un el balcón a disfrutar la vista.

Había algo refrescante al respecto, ver a todos los pecadores tan lejos, las peleas y los gritos, siendo groseros unos con otros. Por supuesto eso no duraría. 

—Vaggie, ¡te necesitamos en el salón principal!.

—¿Y ahora qué ocurre?.

—La computadora de navegación y el televisor de la habitacion Charlie , han sido destruidos.

La peliblanca miró a la pequeña con incredulidad.

—¿Algún fallo de energía?.

—No.

Niffty parecía reacia a explicar más, y algo hizo clic en la cabeza de Vaggie.

—Dime algo, ¿El demonio radio estaba usando la computadora y al no poder manejarla se desquito con otros objetos tecnologicos?.

—...Si.

Antes de que pudiera responder, Angel se les acercó, estaba asustado y respirando como loco.

—¡Vaggie!.

—¡¿Ahora que?!.

—Tres de los baños han sido destruidos, y una tubería de agua se fue a la mierda.

—¿Qué pasó?

—parece que la fresa con patas estaba disgustado porque no había más agua caliente.

Vaggie cerró los ojos y se tapó la cara con la mano. Intentó mantener la calma y no sentirse abrumada, pero fue difícil.

Se volvió hacia Niffty y le dijo: —bajare y evaluaré el daño tan pronto como termine mi descanso. Hazme un favor y dile a Charlie que necesitamos que apaguen el agua desde el tanque, luego diles a todos los demás que no se bañaran hasta arreglar el problema.

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