c. uno

242 22 5
                                    

  - Entonces..., ahí está Luke -suspiró Amelia, mirando hacia la dirección del chico.

  - ¡Exacto! ¡Ahí está, ahora, ve! -exclamó Violet, dándole un empujoncito a su amiga, animándole a caminar. 

Amelia soltó un suspiro y dio dos pasos. Ahí iba ella, segura de sí misma -o no tanto. El estómago quería tomar protagonismo de todo, su pulso haciendo eco en su cabeza, sus axilas nadando.

Es sólo un chico, ¡no seas marica!, se gritó mentalmente. Dejó los nervios a un lado, subió el mentón y caminó a paso decidido, podía jurar que las criaturas subterráneas agonizaban de miedo, además de tomarle como nuevo Dios.

Se frenó al ver que ahora habían otros dos chicos al lado de Hemmings, dio media vuelta y con sólo una mirada le pidió ayuda a Violet, la cual se veía igual de frustrada.

  - Bien... vamos "tipo casual" -dijo Violet, entrelazando su brazo con el de su amiga.

  - No sé porqué me obligas a esto -musitó Amelia.

  - Es por tu salud mental. Vamos. Ahora.

A veces, Amelia envidiaba aquella enorme seguridad que derrochaba su amiga Vi.

  - ¡Hola, Mel! -saludó Calum Hood con mucho, más bien, demasiado entusiasmo, tanto que casi se le filtra el jugo de naranja por la nariz. Lamentablemente, Amelia ni le miró.

  - Hey, Luke -saludó Violet, tratando de llamar la atención del rubio. Con éxito, él volteó.

  - Hey, Violet -respondió, cincentrado en un jueguito de DS.

No importa cuan calmada era la voz de Luke, para Amelia sería como dinamita en su pecho.

Michael Clifford apretó los labios, se acomodó el fleco y le dio un empujoncito en el brazo a Calum, burlándose de que Amelia le haya ignorado.

  - ¡Luke! ¡Mel te tiene que decir algo! -exclamó Violet, en el instante en que le cerraba el nintendo, sacaba a Michael y a Calum del banco, se rascaba la nariz y huía, dejando a los rubios solos.

Un, dos, tres, veinte segundos y Amelia no decía nada, solamente parada allí con las mejillas rojas, viendo sus manos.

  - ¿Qué me ibas a decir? -preguntó Luke.

Voy a matar a Vi, pensó Amelia.

  - Oh, tú sabes, que si me puedes ayudar con algo de matemática.



fETUS MICHAEL AW

Friend Zone || c.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora