Capítulo 2

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Las cuatro y media de la mañana, a esa hora escuché la alarma. Me arrepentí de haberla puesto tan temprano, la casa de los Carvajal está sólo a dos calles. Puedo estar lista en cinco minutos, pero quiero ser puntual. Accedí a trabajar de cinco de la mañana a las seis de la tarde, no está mal. La paga es increíble, aunque Valentina me odia aún sin conocerme… en parte la entiendo, quizás no soy el problema. Quizás ella odia a todo el mundo…

Me coloqué el uniforme, Clara me dio ocho de ellos. Ocho uniformes de color azul turquesa, por suerte. No tengo ropa para usar todos los días, el uniforme me vendrá bien. En menos de diez minutos ya estaba tocando el timbre, con mi mejor sonrisa en la cara, lástima que aquí nadie sonríe en esta casa, ni siquiera Clara me dio los buenos días cuando llegué, sólo dijo que estaba tarde para ir a trabajar. No le pregunté en que trabaja, pues no es de mi incumbencia. Aunque anoche estuve investigando un poco, los padres de Valentina tienen mucho dinero, tienen agencias de viajes o algo así.

_ Buen día señorita Carvajal_ dije entrando a la habitación de Valentina, son las cinco en punto. En media hora debo darle su medicación, abrí todas las cortinas, ganándome varios quejidos por parte de ella, pero no me importa_ hoy es un gran día_ le dije con una gran sonrisa, quitando la cobija de su rostro, se me quedó mirando con el ceño fruncido, está más hermosa que ayer. Sus ojos se ven grises, tiene los labios gruesos y una mala cara, como siempre…

No me quitó la vista de encima, haciéndome sentir nerviosa_ ¿siempre tienes esa estúpida sonrisa en el rostro? Son las cinco de la mañana_ me dijo, puedo notar el enojo en su voz.

_ siempre sonrío, no importa lo mal que la esté pasando_  tomé la silla que está cerca, para luego sentarme frente a ella_ ¿Por qué no nos conocemos un rato en lo qué llega la hora de tu medicación?_ la castaña negó, volviendo a cubrirse el rostro. Suspiré pesadamente, esperando a que el tiempo pase rápido. Ya quiero que sean las seis para irme a casa, por suerte que sólo estaré aquí hasta que consiga dinero suficiente para pagar las deudas al menos, y terminar la universidad…

Esperé impaciente media hora sentada en esa silla incómoda, me levantaba de vez en cuando para estirar mis piernas. Hasta prepararé su medicación, dos píldoras cada ocho horas, cambiarle el vendaje a las cuatro de la tarde, debo bañarla antes de ponerle un nuevo vendaje. Eso será lo incómodo… ¿Cómo mierda la voy a bañar? Además, no creo que ella se deje… Clara me explicó que debo llamar a dos guardaespaldas, ellos la llevarán al baño, dentro de la ducha hay una silla que es especialmente adaptada para bañarla, todo aquí está adaptado para que sea más fácil. Hasta su ropa, eso es increíble…

Miré mi reloj, dándome cuenta de que ya pasó la media hora. Tomé los medicamentos, un vaso de agua del pequeño refrigerador y me acerqué a su cama de nuevo_ Señorita_ la llamé, ya no tiene la cobija cubriendo su rostro_ vamos, se que está despierta_

_ lo estoy, y no quiero esa mierda_

Reí bajito por su mal humor, entré las pastillas en su boca, a pesar de sus quejas_ pues te la vas a tomar_ le dije, acercando el vaso a su boca. Ignoré cuando me hizo tirar toda el agua en el suelo, al menos logré hacer que se tome la pastilla.

_ ¿Feliz? Ahora sal de mi habitación_ tensé la mandíbula, para luego salir. Le dije a una de las chicas sobre el desastre de agua, quise limpiarlo yo. Pero no me dejaron, así que sólo caminé por toda la casa. Tengo tres horas libres. Hasta que toque levantarla para desayunar, aunque tengo que ir a ver como está cada diez minutos. No me puedo descuidar.

_ Joven ¿Quiere desayunar ahora?_ sentí unos toques en mi hombro, justo cuando iba a empezar a ver todas las fotografías del pasillo en donde aparece Valentina, son todas de ella. Más de diez fotos recorren el pasillo largo_ sólo dígame que desea desayunar_

En un año (Juliantina) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora