Capítulo 5

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Muchos piensan que el miedo es sólo un freno en nuestras vidas, pero no. El miedo es protección, nos protege de las cosas que creemos que nos pueden lastimar de alguna manera.

¿Se imaginan si no tuviéramos miedo de saltar de un puente? Sólo saltaríamos sin más, o si no tuviéramos miedo de perder a alguien. No buscaríamos la manera de hacer que se quede. Así que, el miedo a veces es nuestro aliado y justo ahora tengo miedo de no verla sonreír más, si. Ese es mi miedo.

_ no puedes sacarla así de la casa, no sin mi consentimiento. Le podía haber pasado algo _ la madre de Valentina me sigue regañando, todo porque la llevé a comer helado, ahora creo que me va a despedir. Lo sé, lo presiento. No la veré más.

_Madre, sal de mi habitación. Ya estoy lo suficientemente grande como para cuidarme por mi misma_ le dijo Valentina rechinando los dientes, en cambio su mamá sólo se rió.

_ ¿muy grande? ¿por qué no fuiste grande cuándo te caíste? ¿no qué te sabes cuidar?_ alzó las manos al aire, se nota lo enojada que está, pero no le puede hablar así_ por Dios, si casi mueres. Es obvio que no te sabes cuidar_

Me estremecí cuando Valentina le lanzó el libro que tenía en sus manos, por suerte la vieja esa se agachó_ pues para que te quede claro, morí ese día. ¡Ahora lárgate de mi puta habitación!_ las venas de su cuello resaltan más, su rostro está rojo. En verdad se a enojado, así que acompañé a la señora a la puerta, está en estado de shock. Supongo que su hija nunca le había hablado así.

_ hey, hey. Ya, trata de respirar _ casi corrí a la cama, sentándome a su lado. Pasando mi mano por su espalda, está muy agitada_ no te hace bien enojarte, vamos. Trata de entender a tu madre, sólo busca protegerte_

La rubia de ojos azules me miró con el ceño fruncido_ es que no la entiendo, primero me dice que debo salir, tener una rutina y cuando por fin salgo, cuando por fin me siento normal, que salgo a comer helado con una chica hermosa y viene ella, me lo arruina así sin más_ su rostro se colocó más rojo, supongo que al darse cuenta de lo que había dicho.

_ ¿Entonces una chica hermosa?_ le pregunté, mordiendo la cara interna de mi mejilla. Sólo lo hago para molestarla, y que se relaje un poco.

Comenzó a balbucear, sin articular una sola palabra_ pues si, o bueno no_ inhaló aire dejándolo salir, me está divirtiendo mucho esta situación. Jamás la había visto tan nerviosa_ fue muy valiente eso que hiciste allá, aunque no debiste tirarles la malteada, se veían demasiado deliciosas_

Reí sin poder evitarlo, al menos la rubia tiene sentido del humor de vez en cuando y eso me gusta_ la próxima vez que te lleve, nos vamos a tomar dos malteadas cada una_

Valentina negó, jugando con la punta de mis dedos, esto no me gusta_ no me malinterpretes, aprecio mucho lo que haces por mí. En verdad lo hago, pero no sé si quiero volver a salir. Es que no soportaría la mirada de lastima de las personas, es que ni siquiera me podían entrar a la heladería. Como mucho iré al hospital y nada más_

Hice una mueca al escuchar eso, no la puedo obligar a salir de casa._ vale vale, sabes que haré lo que me pidas. Es parte de mi trabajo_

_ ¿hoy te puedes quedar cómo mi amiga? Podemos ver pelis, comer cosas chatarra. No lo sé_

No me quiero emocionar, me ha dicho amiga… eso es un gran avance_ pero yo elijo la película_ la amenacé con mi dedo índice, rodó los ojos antes de asentir…
***

Son más o menos las cuatro de la tarde, llevo todo un mes quedándome a dormir en la casa de los Carvajal, no he vuelto a la mía. ¿Para qué volver si estaré sola? En cambio aquí al menos estoy en compañía de Valentina, me siento menos sola y ha sido menos difícil asimilar la muerte de mi madre. Más porque estamos en Navidad, hoy es Nochebuena, los padres de ella no están en casa.

En un año (Juliantina) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora