𝒉𝒖𝒈𝒔? || 𝙨𝙝𝙤𝙪𝙩𝙤 𝙩𝙤𝙙𝙤𝙧𝙤𝙠𝙞

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Era un día lluvioso, la infante de cabellos _______ había "escapado" de su casa, realmente había tenido un berrinche con sus padres y corrió en busca de consuelo a la residencia Todoroki.

—¿_______-chan, qué haces aquí?, ven pasa te puedes enfermar— el albino la recibió con extrañeza y preocupación —¿Tus papás saben que están aqu- huh?— la pequeña abrazó su torso y comenzó a llorar, mojándolo por la lluvia sobre su cuerpo y lágrimas.

—¡Natsuo-kun!— musitó alargando el "kun", llorando contra su pecho, el mayor se alteró y vio hacia todos lados en busca de ayuda, visualizó a uno de los padres de la pequeña y se quedó en espera de que vinieran, abrazándola y dándole caricias en la cabeza.

—_______— suspiró uno de los adultos —Qué alivio que estés bie-

—¿¡Cómo se te ocurre salir corriendo así de la casa, nos quieres venir matando de un susto!?— exclamó sobresaltando a su esposo al pobre chico.

—¡No quiero estar con ustedes, estoy molesta, quiero quedarme aquí!— se giró y se colocó a la espalda del ojiazul, éste rió con nervios mientras se rascaba la mejilla.

—¡Pues mientras vivas bajo nuestro techo y estés mantenida por nosotros asumirás las consecuencias y seguirás nuestras las reglas!— su marido trataba de calmarlo.

—¡No sé qué estás diciendo pero no!— respondió aferrándose más al joven Todoroki.

—Tenemos que explicarle eso luego— murmuró encogiéndose de hombros y posando la mano en el hombro del otro adulto —Dejémosla aquí un rato para que se calme, hay que pensar con la cabeza fría, ahora lo que haremos será ocasionar más conflicto— sonrió tranquilizador causanto un suspiro de derrota en el de orbes marrones.

—Si la sigues dejando hacer lo que quiera nos va a terminar saliendo malcriada— le recriminó en voz baja, el de cabellos oscuros rió.

—Lamentamos las molestias, Natsuo-kun— se disculpó haciendo una reverencia.

—N-No pasa nada Fukusaki-san— negó con sus manos —Shouto quería ir donde _______-chan más tarde de todos modos.

—¡Na-Natsuo!— le reclamó el pequeño heterocromático que escuchaba a escondidas.

—¡Shou-kun!— corrió hacia su amigo y se giró hacia sus padres, sacándoles la lengua.

—Tú pequeña demo-

—¡Bien!— le dio una fuerte palmada en la espalda haciendo que tosiera —Nos vemos en un rato linda, muchas gracias nuevamente Natsuo-kun— le sonrió y se despidió, llevando a rastras consigo a su esposo mientras se quejaba.

...

—¡Achú!

—Era inevitable que no se enfermara— la miró con el ceño fruncido.

—Es una pena que Shouto-kun también se haya enfermado— negó sonriente mientras le cambiaba la pequeña toalla tibia de la frente a su hija.

—Nunca se separan, si ella está en su casa no se quiere ir y viceversa— chasqueó la lengua gruñón.

—¿Por qué te pones celoso de un niño de cuatro años?— se burló, causando un rubor en las mejillas de su marido.