Capítulo III.

56 7 4
                                    

Cómo todos los días, miraban el cielo en silencio, veían los amaneceres, a veces las nubes que se posaban en los atardeceres y en otras ocasiones las estrellas. La niña de ojos avellana, adoraba voltear a ver a su amada mientras estaban acostadas en el pasto.

" Espero que sepas que eres tú a la única persona que quiero mirar todo el día [...] Tan solo quiero ver tu sonrisa y que entiendas que a pocas personas les dedico tanta atención como lo hago contigo, quiero escuchar tu voz cada mañana, quiero que me veas de la misma forma en la que yo te observo; dame la oportunidad de estar a tu lado ..."

Pensaba, lanzando un suspiro al aire, para volver a concentrarse en el cielo.

-. ¿Tú crees que hay vida después de la muerte?.

La chica de cabello negro se quedó pensando unos minutos.

-. No, no creo. Simplemente, te vas...

-. Pero... Sí algún día me voy y descubro que hay vida después de morir... ¿Me buscarías en esa otra vida?

Pronunció la pequeña de cabello color cobre.

-. Quizás.

-. Prométeme que lo harás.

-. Está bien.

Juntaron su meñique en señal de promesa, sonriendo y acostándose nuevamente.

☼𝒪𝒿ℴ𝓈 𝒞ℴ𝓁ℴ𝓇 𝒜𝓋ℯ𝓁𝓁𝒶𝓃𝒶 ☼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora