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XI

Lo malo de invitar a otra familia real para cenar es que había que hacer muchas cosas. Los sirvientes no hacían otra que limpiar y reparar cosas. La señora Tomlinson tenía que hacer los vestidos para la reina. Nadie en el castillo tenía tiempo libre, y todo el tiempo libre que Harry tenía lo pasaba con Louis.

Louis parecía capaz de borrar aquellas muecas de cansancio y su ceño fruncido con tan solo una mirada y podía hacerlo sentir vivo con tan solo un beso. Toda la semana parecía estar llena de miradas de amor y besos robados.

Hoy era el día. Hoy la princesa Vanessa y su familia llegarían en la tarde para hablar de su futuro. Todos se sentaran en la mesa para hablar de un futuro que Harry no necesita ni desea tener. Él siente como su ceño se frunce a medida que el tiempo se acerca. De repente se siente enfermo.

"Harry, me dijo tu madre que venga por ti." Louis anuncia en desde la puerta de la habitación del príncipe. Harry se gira para ver a Louis y se da cuenta que va vestido más elegante que lo usual. Su cabello se ve bien peinado y su atuendo luce limpio.

"Te ves muy bien." Harry habla, ignorando lo que Louis había dicho. El ojiazul sonríe y se adentra en el cuarto, inclinándose para besar los suaves labios adictivos de Harry.

"Tú te ves perfecto, como siempre. Ahora ven conmigo, tu madre se enojara si la hacemos esperar." Louis lo apura y Harry se levanta de su cama, siguiéndolo hacia el vestíbulo del castillo.

"Esta noche nos servirás a Vanessa y a mí." Harry le dice. Louis asiente- él sabe que ese es su trabajo. Entran en una de las habitaciones más grandes del castillo y puede ver a los padres de Harry y de Vanessa hablando. Ellos hablan, mientras Louis se pone de pie en una esquina, mirando con curiosidad.

"¡Harry, estoy tan feliz de que me hayas invitado!" La princesa Vanessa le sonríe. Harry fuerza una sonrisa en sus labios y le da un beso en la mejilla.

"El placer es mío. Estoy muy feliz de que hayas venido." Harry le responde, amablemente. Louis aleja la mirada, tratando de suprimir una risa. Es gracioso como Harry puede mentir tan descaradamente.

"¿Vamos al comedor?" La madre de Harry pregunta y todos están de acuerdo y comiezan a caminar hacia el comedor. Harry trata de ir hasta atrás- ya que así puede hablar con Louis- pero Vanessa se aferra a su brazo.

"El castillo es tan hermoso. Espero algún día poder darle mi toque personal." Vanessa le sonríe. Ella conecta su brazo con el de Harry mientras él lo guía al comedor. Louis los mira con los ojos entrecerrados, sintiendo como los celos se alojan en su estómago.

"Tal vez eso pasará algún día." Harry le contesta y Louis se muerde el labio. Él no va a dejar que eso le afecte, sobre todo porque sabe que Harry está actuando.

Llegan al comedor y Louis se apoya en la pared. La princesa Vanessa se sienta al lado de Harry y Louis está muy consiente de que la mano de ella esta en la rodilla del príncipe.

"Ustedes dos se ven hermosos juntos." La madre de Vanessa habla. La princesa sonríe felizmente y Harry hace su mejor esfuerzo para no hacer una mueca. Puede sentir como ella aprieta su rodilla, y se siente muy incómodo.

"Louis, ¿puedes servirme vino?" Harry le pregunta. Louis se acerca rápidamente para llenar su copa. Harry toma su copa, así sus dedos se tocan y Louis lo mira. Puede darse cuenta que Harry no esta disfrutando nada y quiere ahuyentar a las familias, así puede besar al príncipe y hacerlo sentir mejor.

"Debe ser muy cansado buscar esposa. Yo tardé mucho tiempo en encontrar." El padre de Vanessa habla. El padre de Harry asiente y Harry muerde su labio inferior.

"No es tan malo. Tengo mis ojos puestos en alguien." Harry habla y mira brevemente a Louis, pero todos en la mesa dirigen su atención a Vanessa, estallando en felicidad.