3 : Lucky Dog 2

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[...]

Se suponía que luego de terminar su comida y pasear un rato por los pasillos iría a su celda como siempre hizo, pero necesitaba despejar su mente de los recientes acontecimientos. Quería unos segundos de tranquilidad que no impliquen las cuatro paredes de su diminuta celda o cuesten su horario de sueño. Así que se aventuró al patio exterior, lejos de las canchas y las gradas, centrado en llegar a los bancos desolados que nadie acostumbraba a usar.

Los guardias que inspeccionaban el área debían devolver a todos lo que merodeen, pero cruzaron miradas con Yoon Gi y, extrañamente, lo dejaron en paz. Fingieron no verlo y hasta le dejaron el pase libre a donde quería llegar. Se sintió confundido y hasta dudó en seguir caminando: ¿Esto era una especie de trampa? Estaba muy cansado como para lidiar con esto ahora. Intentar escapar de un sicario no es su deporte favorito. Afortunadamente, su hada especial de la vida, el único uniformado que no había intentado envenenarlo desde que se volvió capitán, Joshua, caminaba hacia él.

'Ayúdame' musitaron los oscuros ojos, y Joshua era débil, débil a ellos. Por supuesto que intentó resistirse: ¡Era quien ponía las reglas aquí! En la relación reo-guardia el poderío era entregado sin medida a un lado, obligando al otro a ceder. Sin embargo, no halló dentro de su pecho algún mísero deseo de negarse. Pidió a sus colegas que continuaran la ronda e ignoren al polizón a cambio de tomar sus turnos nocturnos por lo que resta del mes. Y ciertamente aceptaron en pocos segundos. Esas horas del terror eran asignadas por acumular faltas, incompetencia en represalias, o sospecha de corrupción.

La supervisora principal nunca lo notaría. Los caminos de ambas guardias rara vez se cruzan. No se conoce a ciencia cierta quién compone cada unidad gracias a la elección (casi) aleatoria que llega desde arriba. Joshua llenaría papeles equivalentes a tres turnos nocturnos combinados.

"¿Sí, Min Yoon Gi? ¿Qué necesitas de mí?"

Ellos siempre funcionaron igual. Jugaban alrededor sin involucrarse y esperaban el grito de ayuda. Instantes Ellos daban lugar a esa amistad incorrecta que nació en cuanto fueron asignadas las parejas de trabajo fino y coincidieron en lista. Joshua no sólo es el supervisor del piso donde reside el capodecina, sino que, además, goza de ciertas libertades por ser el hijo ilegitimo de un pez gordo que trabaja en la Subsecretaría de Control Penitenciario; sabe horarios, fechas, quiénes, por qué y dónde. Es el aliado más fuerte que cualquiera podría querer, y es de Yoon Gi.

"Evita que los idiotas se me acerquen. Voy a recapacitar sobre mis acciones pasadas, pensar en lo que me depara el futuro si continúo de esta forma, ya sabes."

"¿Soy algún tipo de seguridad privada ahora? Puedo llamar a los muchachos para que te guíen amablemente a tu sector, o puedes darme algo."

"Está bien. Te perdonaré la vida."

Una sonrisa inundó los labios del hombre.

"¿Vas a matarme tu mismo? ¿Con esos brazos de niña?"

"Je, no dejas de llorar ni un segundo. Perdonaré tu vida cuando llegue la hora y es el fin de esta charla."

Lo que Joshua desconocía era el trasfondo real bajo esas palabras de plástico. En poco tiempo descubriría el fuerte peso de ese favor. La prisión es una bomba de tiempo que estallará bajo las órdenes de CR-5. Se moverán todos los hilos necesarios para que nadie ni nada interfiera en este escape.

lucky dog ;; yoon gi centric.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora