Corey no perdió segundo alguno y se acomodó entre sus piernas, bajo desde su rostro depositando besos y pequeñas mordidas por toda la piel por donde pasaba, llegó a los rozados pezones y se llevó uno a la boca mientras el otro lo apresaba con sus dedos, joey dejó escapar un gemido, enterró los dedos en aquel pelo rubio y se abandonó a las nuevas sensaciones, el mayor abandonó los ya erectos pezones y continuó bajando con su lengua por el estómago y vientre de su compañero se levantó al borde de la cama para poder contemplar la imágen, un joey recostado en la cama completamente desnudo y ruborizado con su pecho subiendo y bajando con velocidad, sus labios entreabiertos y ligeramente hinchados por los besos, su largo cabello cayendo por todas partes y sus ojos azules llenos de brillo y expectantes, nadie la había parecido tan hermoso.
-Eres hermoso- le dijo desde donde estaba, de pie en el borde de la cama, joey se llevó los brazos a cubrir su rostro, sentía que se sonrojaba todavía mas si era posible.
-Idiota- contestó sonriéndo.
El mayor llevó sus manos a su pantalón y se deshizo de él hasta quedar solo en bóxers -Hey, vamos mírame- le dijo.
El menor se descubrió el rostro para encontrarse con corey que deslizaba la última prenda que lo cubría con lentitud, tenia que aceptar que se veía glorioso, su corazón latía muy rapido en su pecho ante aquella vista, el le parecía sumamente apetecible.
El de cabello rubio volvió a subirse a la cama trepando hasta llegar al rostro de joey, ambos jadearon al sentirse piel contra piel y comenzaron a besarse, esta vez suave y con ternura, corey se separó y lo observó desde arriba, subió su mano a acariciar con dos dedos los labios del menor hasta dejarlos posados en sus labios, Joey entendió y abrió su boca para darle paso a aquellos dedos, pasó su lengua por ellos para ensalivarlos sin dejar de ver los ojos del corey.
Corey sacó los dedos de la boca contraria y se acomodó mejor entre las piernas del menor, apoyó una de sus manos al lado del rostro de su compañero y bajo su mano hasta la entrada del ojiazul quien soltó un jadeo, acarició la superficie y comenzó a introducir un dedo.
-c-corey...- jadeó al sentir aquella extraña intromisión.
-Tranquilo, está bien- le tranquilizó besando su frente, joey cerró los ojos con fuerza al sentir el segundo dedo entrando y comenzó a respirar entrecortadamente -está bien- repitió corey aunque esta vez parecía que se lo estuviera diciendo a sí mismo.
Sacó ambos dedos del cuerpo de joey al tiempo que besaba su frente con ternura, depositó un beso en sus labios y clavó su mirada en la contraria al tiempo que dirigía su miembro a la entrada de joey, ambos soltaron un gemido con el primer contacto, corey entró lento esforzándose por no entrar de una sola embestida, se sentía cálido y estrecho "jodidamente estrecho" pensó, joey por su parte cerró los ojos con fuerza y apretó los brazos de corey con sus manos para distraerse del dolor que sentía, era extraño, no era insoportable pero el rubio no era para nada pequeño, aquella conclusión lo hizo perder toda la calma que había conseguido.
-Para, para- dijo asustado tratando de empujar el cuerpo del rubio, corey usó toda su fuerza de voluntad que tenía y se detuvó apretando las sábanas a los lados del rostro de joey.
-¿Que sucede?...- preguntó a duras penas.
-No...no voy a poder corey, tu...- tartamudeaba el pelinegro evitando la mirada ajena, el mayor llevó una de sus manos a la mejilla contraria y le observó con ternura.
-Vamos, mírame a los ojos- esperó hasta que joey respiró hondo y conectó su vista con la suya entonces comenzó a acariciar su mejilla con el pulgar -lo haremos bien-
-Es solo, que nunca había estado antes con otro hombre, eres el primero- dijo sintiendose apenado, el de cabello rubio sintió una corriente recorrerle todo el cuerpo ante esas palabras.
-Tu también eres el primer hombre para mí, aprenderemos juntos ¿De acuerdo?- preguntó con voz dulce.
El pelinegro asintió en silencio y corey se acercó a besarle lento en los labios al tiempo que continuaba su camino en el interior de joey, ambos gimieron en el beso cuando estuvieron completamente conectados, el rubio volvió a salir con delicadeza y entró de nuevo creando un ritmo suave.
Joey perdió toda la sensación de dolor y fue sustituída por puro placer con cada embestida, comenzó a jadear y se abrazó del cuello de su compañero, corey dio una embestida especialmente profunda que hizo a su miembro chocar con la próstata de joey quien gimió alto.
-Eso...¿Que?...hazlo, hazlo de nuevo- pidió entre jadeos.
El rubio se acomodó para direccionarse hacía donde había golpeado y comenzó a embestir con un poco más de fuerza y velocidad, el pelinegro empezó a removerse a causa del placer.
-corey...corey- gemía su nombre con los ojos cerrados.
Las embestidas subieron de tono con ambos hombres abandonados en el deseo y placer que el otro le provocaba, pronto sintieron el calor en su vientre, fue joey que con un largo gemido terminó primero manchando su vientre y pecho sin siquiera haberse tocado gimiendo el nombre del mayor, contrajo entonces sus paredes internas estrechándo aun mas a corey, el rubio dio unas últimas embestidas sin soportar más la aprehensión en su miembro y se dejó llevar por su propio orgasmo aun dentro del cuerpo de joey.
Cuando hubieron recuperado su ritmo normal, enfocaron sus miradas en la contraria expresando todo lo que sentían y se besaron de nuevo, el rubio salió con suma delicadeza del blanquecino cuerpo dejando rastro de la evidencia de su orgasmo y se acostó en la cama atrayendo el cuerpo del pelinegro hacía él en un abrazo, joey se acomodó en su pecho y sonrió mientras dibujaba formas sin sentido en el torso de corey.
_valio la pena haber esperado tanto por este momento..._ le decía Joey mientras cerraba los ojos lentamente.
-por supuesto que sí, te amo Joey..-
-te amo Corey....-
Y finalmente se rindieron ante el cansancio.
