Narrado por Olivia
Mi vista se posó en el gran reloj se la sala, 06:10 am, hoy tendré que recibir al hijo de mi tía Renata y a su mejor amigo, tengo que irlos a buscar al aeropuerto por "Cortesía", aunque si mal no me cae el hijo de la tía Renata poco lo recuerdo, de niño era un poco tímido, pasaron un par de semanas desde mi mini crisis emocional y confusión de sentimientos y ya estoy bien de nuevo
—Señorita Linares, ya está lista la camioneta ¿Segura que quiere ir sola? —Pregunta Lázaro mientras me entrega el juego de llaves
—Si claro Lázaro. no te preocupes—Le respondo
Tomo las llaves y entro a la cocina por algo de fruta, no quiero ir con el estómago vacío, saco un par de peras del refrigerador y salgo de la casa grande para ir al aeropuerto
—¡Olivia! —Escucho gritar en la lejanía
Me giro en todas direcciones para ver de dónde provenía y mis ojos logran enfocar a Pablo quien se encontraba cabalgando hacia a mí, le espere hasta que llega, deja su caballo atado a un limonero y se acerca a mi
—Hola Olivia, ¿Para dónde vas? —Pregunta acercándose a mi
—Voy al aeropuerto, a buscar al hijo de mi tía Renata y a un amigo suyo, van a pasar una temporada acá en la hacienda—Le explico mientras le muestro mis llaves
—¿Te puedo acompañar? —Pregunta
Asiento con la cabeza y le lanzo las llaves de la camioneta para que él conduzca, antes de que él se subiera yo me siento en el asiento del copiloto y abrocho el cinturón de seguridad
—¿Al aeropuerto dijiste? —Pregunta
—Si
Pablo entra en la camioneta y empieza a conducir hasta la ciudad
—¿Tu tía cuantos hijos tiene? —Pregunta intentando hacer conversación
—Mi tía Renata, cinco, y mi tía Camila tres y un hijastro, mi tía Ana solo tiene hijastros—Le explico
—¡Claro!, a los hijos de tu tía Renata si los recuerdo mejor, a los de tu tía Camila no
—Pues es normal, la tía Renata era la que más visitaba a la hacienda, a la tía Camila la visitábamos nosotros al rancho—Explico
Nos quedamos en silencio durante unos cinco minutos y el ambiente se empezó a tornar tenso
—Últimamente estas un poco fría conmigo—Me dice
—No sé de qué hablas—Miento
La verdad es que si he puesto un poco de distancia entre los dos por el bien de los dos.
—Si lo sabes, Olivia
—Te juro que no Pablo, una cosa es nuestra amistad y otra nuestra relación laboral, últimamente con la compra de los terrenos las negociaciones y todo lo de Lucia, he estado lo suficientemente ocupada como para andar contigo de la mano cabalgando por los viñedos mientras el sol se oculta y vemos el paisaje—Respondo en broma
Logro mi cometido tras escucharlo reír
—Vale, ahora entiendo porque tus hermanos dicen que eres un poco estricta y muy responsable—Me dice
—Me dicen la loca del control—Digo riendo
—Sí, eso escuché—Responde del mismo modo
Comenzamos a tener una conversación fluida que hace más ameno nuestro trayecto al aeropuerto y lo vuelve notablemente más corto. Cuando llegamos Pablo me ayuda a bajar del auto y entramos a buscar a mi primo
