Un Chico Enigmático

7.

Milagro de noche vieja🙌😉.
Aquí les traigo un capítulo que espero les agrade, mil disculpas por la tardanza🤗... Pero como dije no estaban los ánimos muy bien.

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En lugar de responder de inmediato, Minho escondió las manos y miró a su alrededor. 

—Sí —dijo al fin—. Iba a ofrecerte… un lugar en el cual quedarte hasta que estés totalmente recuperado. 

Taemin se lamió los labios de pronto secos. Minho le estaba ofreciendo justamente lo que necesitaba, tiempo. Pero no era un ingenuo que creyera en los príncipes y en los deseos haciéndose realidad, de modo que le preguntó.

—¿Y por qué? 

Aquello no era un no, se dijo Minho apretando los puños. Si se movía un milímetro, si soltaba un solo músculo, toda la tensión acumulada estallaría. Y no podía permitirse el lujo de asustar a Taemin. No en ese momento, no estando tan cerca de conseguirlo. 

—¿Por qué, Minho? —volvió él a preguntar. 

Choi miró en lo profundo de aquellos ojos. Eran como las sombras del océano. Ofrecían confianza, pero exigían sinceridad. A pesar de todo, Minho consideró la posibilidad de contarle algún cuento, de engañarle diciéndole que lo hacía como favor a cambio de su ayuda, por haberle salvado la vida. Pero el pasado pasado estaba, y Minho siempre procuraba no hablar de su vida. 

Nunca. 

—Porque mi hijo hubiera cumplido seis este año —se escuchó a sí mismo decir—. Y… nunca tuve la oportunidad de tenerlo en mis brazos. No supe nada del bebé hasta que… fue demasiado tarde. 

—No comprendo. 

—¿Y crees que yo sí? —gritó Minho caminando hasta la ventana y descorriendo la cortina. Tras el estacionamiento el paisaje era tan solitario como su propia vida. Por primera vez sentía la necesidad de que alguien lo comprendiera. Y además necesitaba a Minhyuk. Sin embargo, en lugar de explicarle a Taemin sus sentimientos, le contó lo sucedido—. Cuando estaba estudiando derecho yo… bueno, mi novia se quedó embarazada. Fue un accidente. Pero según se vio las ambiciones de Chung-ha no incluían el hecho de ser madre, así que sin consultarme, se hizo un… —era incapaz de pronunciar la palabra a pesar de los años transcurridos—… Decidió no tener a mi hijo —terminó Minho esperando la reacción de Taemin. 

Estaba seguro de que aquel acto le inspiraría lástima y rechazo, pero en lugar de ello el silencio invadió la habitación. Minho se dio la vuelta y parpadeó. La mirada de Lee expresaba sencillamente… indiferencia. 

Aquello lo puso rabioso. 

¿Cómo era posible?, se preguntó. Aquel chico, que lo había sacrificado todo por conservar a su hijo, no podía sino sentir rechazo por la historia que le había contado. Acababa de desnudar su alma ante él, ¿cómo era posible que sólo cosechará su… desaire? 

—Lo siento, Minho, siento mucho lo de tu… pérdida, pero… 

Entonces, desde la habitación de al lado, se escuchó un llanto. Taemin se apresuró a ver al niño, pero Minho no podía esperar. Necesitaba resolver aquel asunto de inmediato. Necesitaba a Minhyuk, y necesitaba saber si iba a conseguirlo. Por suerte el niño dejó pronto de llorar. 

—Escucha, Tae, tú necesitas ayuda, y yo… quiero lo que Chung-ha no quiso concederme. Aunque sólo sea temporalmente.
¿Qué me respondes?
¡Ven a Busan conmigo! 

—Bueno, yo… 

Minho se pasó la mano por el cabello. Le estaba haciendo una oferta sensacional, y él hubiera debido de aceptarla sin vacilar. Su mente comenzó a pensar en otros modos de convencerlo.