Celos (+18) - DantexNero.

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Pasaron los años y ya no soy un niño, se lo demostré a Dante pero a pesar de ello se sigue burlando de mi

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Pasaron los años y ya no soy un niño, se lo demostré a Dante pero a pesar de ello se sigue burlando de mi.
-Hey nene, no te enojes-rió Dante dándome una palmada en la espalda.
-Déjame en paz viejo-gruñí cruzándome de brazos.
Estabamos en su agencia, si, había vuelto a trabajar con él obviamente en equipo, no bajo sus reglas.
-Buenos días-se oyó al abrirse la puerta de la agencia, observé que era V con una cálida sonrisa en los labios.
-Buenos días V-saludé devolviendo la sonrisa, me había caído bien desde el primer momento que lo conocí. Su forma de tratarme, de decirme que todo iba a estar bien aunque a veces no lo estuviera y sobre todo siempre me escuchaba cuando tenía algún problema, era perfecto.
-Buen día-saludó Dante viéndolo de reojo.
A Dante no le agradaba porque siempre me decía que estaba cerca de mi porque quería ser algo más que un amigo. Sinceramente me paso su opinion por donde no entra la luz.
-¿Alguna misión?-preguntó V hacia mi sin siquiera prestarle atención al viejo.
-Si, tenemos una misión cerca de aquí, nada importante. La hago yo sin problemas-respondí alzando los hombros.
-Te acompaño-se ofreció-nunca se sabe que peligros puede haber-y me sonrió nuevamente.
-También lo haré-habló rápido Dante, se sentó sobre su escritorio y cruzó los brazos sobre su pecho inflado.
-¿Para qué?-alcé una ceja.
-Como dijo el go... digo-aclaró la garganta-V.
V lo observó de reojo y suspiró.
-¿A qué hora es la misión?
-A la noche en un bar cerca de aquí, dicen que anda rondando un demonio que se aprovecha de las victimas borrachas.
-Un bar, interesante-comentó Dante llevando una mano al mentón.
Más que seguro el viejo iría por las bebidas y todas las mujeres de allí, no me sorprende.
-Bueno, más tarde nos vemos allí ¿De acuerdo?-ambos asintieron.

                    ✨✨✨✨✨

Pasada las horas llegó la noche, ya estaba ante aquel bar-boliche esperando a los demás.
-Hey Nero-llamó V alzando la mano al verme.
-Hey-tuve la misma acción tras una sonrisa.
-¿Hasta ahora no viste nada extraño?
-No, nada-respondí tras un suspiro-encima aquel viejo va a llegar tarde, como siempre.
-¿Y si entramos nosotros?
-No quiero dejarlo fuera.
-Sabes que se pondrá a beber y a buscar mujeres-respondió V, me tomó del brazo cosa que me hizo tensar-vamos-agregó sonriéndome.
Me llevó dentro, la música estaba a todo volúmen, las luces se prendían y apagaban provocando que me mareara un poco y la gente bailaba desenfrenada, se comían entre ellas y quien sabe que más harían cuando fuera más tarde.
Una mano en el hombro me hizo voltear apenas para ver que era V quien se acercó a mi oído.
-Iré por allí, ten cuidado ¿Si?
Su respirar me hizo erizar la piel, asentí como respuesta ya que responder con palabras serían envano porque no me oíria.
Nos separamos a buscar, lo único que de mi parte pude ver fue a gente borracha, mujeres entregándose y también lo hicieron conmigo.
-Lo siento, no eres de mi gusto-dije alzando las manos en defensa.
-Anda guapo, prueba y dirás todo lo contrario-sonrió coqueta la mujer de cabellos rojizos.
-Enserio no, gracias.
-Andaaa.~-canturreó apretando sus grandes pechos sobre mi torso-no seas tímido que no muerdo.
Iba a hablar pero un brazo envuelto en mi cuello y una mano que apartó a la mujer de mi me hizo quedar callado.
-Cariño, él está conmigo-habló V observándola-no pierdas tu tiempo, no le gusta la gentuza como tú.
La mujer ofendida volteó y se fue, suspiré aliviado.
-Gracias-agradecí casi gritando cerca del oído de V, de su parte sonrió llevándome hasta la barra.
-Si que tienes infartada a las mujeres contigo-comentó V.
-Claro que no-reí negando levemente.
-Y no solo a las mujeres-su mirada oscura y brillante se penetró en mi-eres muy apuesto-agregó tendiendo una mano sobre la mía.
-E-Eh...
No sabía que decir o hacer ¡¿V se estaba lanzando conmigo?! Me parecía muy lindo chico y sobre todo... 
Una mano sobre mi muñeca y un tirón hizo que me levantara de mi asiento y acercara a esa persona que no sabía quien era. Alcé el rostro con el ceño fruncido pensando que era aquella pesada mujer, pero me tomé la sorpresa de que era Dante.
-Perdona niño, pero lo necesito conmigo-dijo lo más calmado posible aunque en su mirada se notaba lo contrario.
Cuando V quiso hablar ya Dante me llevaba a las arrastras entre toda la multitud de gente, quería soltarme pero era imposible, el muy maldito era fuerte.
-Suéltame-alcé la voz, pero también era envano.
Nos apartamos un poco de la música y de la luz, estabas en una zona del bar-boliche donde apenas se notaba si había alguien o no y en las condiciones que estaban todos dudo que lo sabrían.
-¡¿Qué te pasa?!-inquirí en cuanto me acorraló contra la pared.
-A tí que te pasa al dejar que ese maldito gótico te coquetee-dijo Dante con el ceño fruncido.
-¿Disculpa?-alcé una ceja-¿Y tú quien te crees para decirme que debo hacer?
-¿Acaso vas a dejar que te toque, que te bese y haga lo que quiera?
-Eso no te importa-desvié los ojos hacia un lado. Sentía cosas por Dante, desde el primer momento en que lo vi, a pesar de que tuviera un "amor-odio" siempre por casualidades o no, nos encontrabamos como si fuera parte del destino. Quise decirle lo que sentía pero tuve miedo ¿Por qué? Porque siempre me vió como un niño y nunca me tomó enserio.
-¿Por qué no? Soy un adulto, pero pareciera que debo demostrarlo para que te des cuenta-escupí observándolo-y lo voy a hacer, voy a ir a acostarme con él.
-De ninguna manera te voy a dejar que lo hagas-gruñó entre dientes.
-¿No? De seguro me da el mejor sexo de mi vida y a ti te olvido-aquellas palabras se me eacaparon y lo maldije por su expresión.
-¿Olvidarme?
-Olvida lo que dije y ya déjame en paz.
Quise apartarlo pero fue envano, me apretó aún más contra la pared y su cuerpo bien marcado que hacia notar contra el mío. Tragué fuerte sintiendo un calor que invadía todo mi ser, se aproximó a mi oído.
-Con lo que te haré será imposible que me olvides, nene-susurró, su cálido respirar acariciando mi oreja hizo que me estremeciera y soltara un leve gemido al sentir que sus dientes se clavaban en el lóvulo.
Una traviesa mano fue descendiendo hasta llegar al cinturón de mi pantalón, con una agilidad increíble lo deshabrocho u sin perder tiempo adentró su mano.
-¿Qué sucede?-preguntó al sentir mi tensión, su mano acariciaba mi miembro que poco a poco comenzaba a levantarse.
El muy maldito se atrevió a pasar la lengua desde bajo mi oreja hasta el cuello dejando un camino de saliva, me excitaba tanto eso que lo corrí a un lado para que hiciera más. No podía verlo, pero sentía en mi piel que estaba sonriendo y de seguro de una manera altanera por como me estaba teniendo, tan... vulnerable. Ya nada me importaba, hace tiempo deseaba estar así con él y no quería perder la oportunidad. Las lamidas se volvieron besos y esos se transformaron en mordizcos.
-D-Dante...-gemí.
-Se siente tan bien...-ronroneó dejando libre mi hombría.

▌│█║▌║▌║𝕆𝕟𝕖-𝕤𝕙𝕠𝕥'𝕤 - 𝔻𝕖𝕧𝕚𝕝 𝕄𝕒𝕪 ℂ𝕣𝕪║▌║▌║█│▌  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora