La lluvia caía con fuerza y los truenos rezonaban sin parar, el cielo parecía caerse y Lady no tuvo mejor idea que ir a la agencia de Dante para pedirle el dinero que le debía. Ya se le estaba haciendo costumbre al vejestorio hacerse el tonto y desviar el tema con otros temas de conversación, entre ellos estaba el coqueteo.
-¿Te agarró la lluvia?-preguntó divertido Dante viéndola sentado en su lugar de trabajo, la pelinegra lo fulminó con la mirada y entró sin importarle si mojaba el suelo.
-Vine por mi dinero-habló acercándose hacia el escritorio.
-Malas noticias, no lo tengo-alzó los hombros y en aquel momento de un movimiento rápido Lady desfundo una pistola y la apunto a la entrepierna del peliblanco.
-Malas noticias, te quedarás sin huevos-sonrió amenazante.
-Hey, no metas a ellos-alzó las manos-los necesito-y sus cejas subieron y bajaron varias veces.
-No me interesa-comentó Lady frunciendo el ceño-yo quiero mi dinero, de seguro te lo gastas en pizza, helado y mujeres.
-Lo último no justamente-alzó el dedo índice en ademán-las mujeres me llueven.
-No todas-y los ojos brillantes del viejo zorro se posaron en la pelinegra, bajó la mirada al cuerpo de su compañera que al estar empapado se le adhería aquellas prendas provocativas.
No iba a negar que desde el momento que la conoció y vió en acción le llamó la atención, su manera de moverse era realmente sexy para el cazademonios, pero no tuvo suerte, lo había ignorado totalmente en cuanto se le acercó para insinuarse. Incluso sucedió lo mismo años después, aquella pelinegra lo tenía loco, no sabía si era porque le era imposible o porque realmente tenía sentimientos encontrados ¿Y ella? No iba admitir que le gustaba Dante ¿Por qué? Porque lo veía como un viejo zorro que solo piensa con la entrepierna a la hora de interactuar con alguna bonita mujer, es por esa razón que lo rechazó muchas veces, ahora sigue de la misma manera a pesar de que ambos ya son adultos.
-¿Qué miras?-frunció más el ceño Lady y se cruzó de brazos-pervertido...-sus mejillas se tornaron carmín y eso era un buen punto para el cazador que se levantó del asiento, esquivó el escritorio y se sentó sobre este frente a ella.
-Nada-respondió tranquilamente-¿Te pone nerviosa mi mirada?-y una sonrisa ladina se dibujo en sus labios.
-Claro que si-respondió con ironía Lady, aunque era cierto, estaba nerviosa pero no se lo admitiría.
-¿Hace cuanto tiempo nos conocemos?-preguntó Dante curioso, Lady lo observó con una interrogante en el rostro-tantos años son, en los cuales aún me sigues rechazando.
-Y seguirán sumando-sonrió ella de lado, a Dante le encantaba que fuera así de fiera a la hora de atacar, simplemente esa mujer lo volvía loco.
-¿Por qué te niegas?
-Porque eres un mujeriego-respondió y le picó con un dedo la nariz-no seré una más de la lista.
Dante rió tomando su mano y la acercó a sus labios.
-¿Me crees capaz de verte como una más en la lista?-sus labios rozaron en la piel blanca de Lady y aquellos ojos celestes se alzaron hacia el rostro de la indicada que sentía el corazón acelerado.
-Si-respondió apartando la mano-muy capaz.
-Me ofendes-llevó una mano sobre el pecho-tantos años juntos y no sabes como soy a la hora de amar a alguien.
Lady sacudió la cabeza mentalmente y dispuso a irse.
-Será mejor que me vaya-dijo acercándose a la salida, al tomar el picaporte el cuerpo de Dante detrás suyo la detuvo, volteó a observarlo con el cuerpo apegado a la puerta.
-¿Recuerdas este momento?-preguntó el peliblanco pasando un brazo por encima de la cabeza de ella.
Tragó fuerte ¿Cómo olvidarlo? Ese día su tonto corazón se volcó de emociones al tener a tal hermoso jóven ante sus ojos, su semblante, su cuerpo, sus cabellos, todo era perfecto pero no iba a aceptarlo, claro que no.
-¿Y recuerdas esto?-la pistola que anteriormente lo había apuntado nuevamente salía a la luz y la boca se apoyaba en el mentón del contrario, la mano le temblaba al igual que todo el cuerpo y él lo notaba.
-Me gustaría seguir con eso que fue interrumpido...-apoyó la mano sobre el arma y la bajó hasta su pecho-si no quieres, simplemente dispara.
Se inclinó hacia ella de manera lenta, con la otra mano la tomó del mentón y levantó para dejar al descubierto aquel bello rostro de ojos bicolor, sus labios se atrevieron a apoderarse de los de Lady. Hubo respuesta de inmediato y la pistola simplemente volvió a su lugar, hace mucho tiempo Dante anhelaba probar esos labios carnosos que siempre le sonreían de manera tentativa y podía decir que eran perfectos y con un sabor delicioso, quería desgastarlos y que nadie más probara de ellos, solo él.
-Dante...-jadeó Lady al apartarse de sus labios, abrió los ojos y contempló aquel hombre que cargaba una mirada insistente.
-Lady...-susurró él atrayéndola a su cuerpo-déjame amarte.
Ella simplemente cerró los ojos y sus brazos se rodearon en el cuello de Dante, quién entendió su respuesta y volvió a besarla.
Fueron escaleras arriba hacia el cuarto del peliblanco, las ropas comenzaban a ser molestas y ambos se las quitaron sin pudor, dejándolas por alguna parte de la habitación.
La lluvia golpeaba sobre el cristal de la ventana del cuarto de Dante y eso en parte creaba un ambiente calmo y sencillamente perfecto para dos seres que comenzaban a convertirse en un solo ser, encajaban perfectamente como dos piezas de puzzle, Lady gemía arañando la gran espalda del cazademonios que trataba de contenerse, en ese estado en la que podía apreciarla lo hacia despertar sus muy bajos instintos, pero... ella era diferente, lo sabía perfectamente. Aquella mujer con carácter explosivo pero amorosa y divertida era la luz de sus ojos, estuvo a su lado en los momentos más difíciles, lo vió llorar, incluso en su estado más deprorable y aún así se quedó allí con la excusa de aquella deuda, Lady sabía que todo era mentira, la deuda simplemente era para poder ir a verlo y saber que estaba bien, poder sentirse llena al ver aquellos ojos celestes que le dedicaban miradas, aquellos labios que mostraban a veces una sonrisa pervertida y otras veces tierna. Cada vez que había alguna misión o incluso problemas la conexión entre ambos era obvio, incluso Nero y Trish les comentaban que hacían linda pareja pero simplemente lo negaban. Y ahora se encontraban allí, en plena noche de pasión, entregándose al otro en cuerpo y alma, cosa que Dante pensó que jamás ocurriría. Si, se había enamorado perdidamente de su amiga de años, no pudo evitarlo.
-Te amo...-susurró el peliblanco, Lady lo observó con lágrimas en los ojos y acarició sus mejillas.
-También te amo-correspondió y sellaron su amor a través de un pasional beso.
El vaivén se hacía más rápido, Lady soltaba gemidos eróticos que encendían aún más a aquel cazador que ya no podía aguantarlo. Ella entendió a la perfección y acercándose a su oído le susurro.
-Hazlo...
La palabra mágica para que comenzará el salvajismo de aquel hombre que se enterraba profundamente en el interior de la pelinegra, disfrutaba que las paredes húmedas lo apretaran de manera deliciosa, succionando con desesperación y sintiendo como palpitaba dando a entender que llegaría al bendito orgasmo.
-Dante-gimió ella aferrando los brazos en su cuello, aquel cosquilleo en su zona baja comenzaba a aumentar.
-Sigue diciendo mi nombre, no te detengas-ronroneó contra su cuello dando justo en el punto exacto para hacerla explotar de placer.
-¡Dante!-gimió con fuerza, Dante contuvo su gemido mordiendo el hombro de la pelinegra que acababa junto con él.
Algunos segundos se quedaron en la misma posición, tratando de recobrar la compostura y sobre todo el aire.
-Va a quedar marca-se quejo ella, Dante miro la obra maestra en aquella blanca piel como la misma porcelana y sonrió.
-Marco mi territorio-ronroneó.Uno de mis ships favoritos de Devil May Cry. Amo eternamente el DantexLady y necesitaría profundamente que estos dos terminen juntos. 🖤
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▌│█║▌║▌║𝕆𝕟𝕖-𝕤𝕙𝕠𝕥'𝕤 - 𝔻𝕖𝕧𝕚𝕝 𝕄𝕒𝕪 ℂ𝕣𝕪║▌║▌║█│▌
FanfictionEste libro esta dedicado a la saga de juego Devil May Cry, creado con la intención de dejar contenido interesante para todos los lectores y sobre todo para dejar sus pedidos. Espero que lo disfruten. 💙 ⭐ Contenido Devil May Cry. ⭐ 🔥 Contenido pa...