Existencia

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En un movimiento de suerte, los hechiceros más poderosos fuimos enviados a entrenar a lugares recónditos, alejados de todo, de la misma humanidad incluso, Satán en verdad quería que nos encontráramos en el entrenamiento sin perder el hilo. -"Es mi oportunidad de escapar"-, pensé. Parecía que todo iba a marchar sobre ruedas, yo fui enviado a los casquetes polares, en donde fui puesto a prueba muchas veces, pero nada que no pudiera superar con facilidad. Con mis nuevos trucos y poderes me dispuse a establecerme en otro lugar distinto en el que me habían dejado los sirvientes de Satán, con tal de que ya no me buscaran. Cree mi propio hogar, con restos de animales muertos, con piedra caliza y con hielo; de alguna forma conseguí estar un momento en paz, viendo la luz del día del círculo polar, sintiendo después de mucho tiempo la brisa, que en ese lugar era muy fría, pensando solamente en los eventos que vendrían, en el preciso momento en el que el hijo del Creador pisara la Tierra, todo lo que iba a suceder, a niveles físicos y espirituales. Dentro de mí siento la necesidad de ponerme en medio de esa batalla y detenerla a toda costa, el instinto de justicia que fue puesto dentro de mí cuando fui creado me hace pensar aún más en la situación, pero todo es tan confuso que... Ya no sé qué hacer, lo más justo posible es que gane el "bien", pero el problema es que "lo bueno" no es tan "bueno" como parece, pero tampoco podemos dejarle todo en manos de Satán, y no porque este supuestamente corrompido, por que a final de cuentas ese término se lo dio el mismo ser que lo creó, lo cual podría invalidar esa propuesta, pero bueno, volviendo al tema, el mundo no puede quedar en manos de él porque también tiene el poder de un tirano, y también piensa como tal. En un inicio ni siquiera es justo que este mundo lo gobierne alguien que es "todopoderoso", o que por lo menos tiene una gota de poder, pero tampoco sería justo que alguien sin poder se ponga al mando, ya que esto le daría poder sobre los demás, aunque el mundo sin quien lo gobierne no tiene orden, no hay nada que normativice lo que sea que suceda. Es más, pensándolo bien, nada tuvo que haber sido creado, ni la humanidad, ni los ángeles, ni los demonios, ni nada, todo se hubiera quedado tal y como estaba antes de todo esto, no tendríamos que estar viviendo estas cosas si no existiéramos como tal. Pero en fin, es demasiado tarde para eso, ya estamos aquí y es lo que nos tocó. Pasaron los años, tuve tiempo de meditar todo esto, darle vueltas al asunto y llegar siempre a la misma conclusión, cuando llegó uno de los sirvientes de Satán hasta mi puerta, apresurado me contó algo que me dejó helado.

SkynfernoWhere stories live. Discover now