La presión que imponía el asesino sobre Los Legendarios era tan grande que todos temblaban. Riyo miró fijamente a Ninja, cerró los ojos y envainó sus dos dagas.
- Adelante Ninja, atácame. -dijo con voz chulesca.
- Veo que eres muy confiado. Bueno, tú mismo. -Ninja desenfundó sus cuchillos y se lanzó a gran velocidad a por el enemigo. Este abrió los ojos rápidamente y paró su ataque con facilidad, haciendo que los dos combatientes queden en un punto muerto.
- Me gusta tu velocidad Ninja Odderson. Ahora entiendo por qué tantos te tienen miedo. Pero hoy todo va a cambiar porque yo mismo voy a acabar con ese miedo. -dijo Riyo con ganas de matarlo.
Los dos empezaron a chocar las dagas tan rápido que los demás no podían ver la batalla.
Parecía ser que Riyo podía seguirle el ritmo a Ninja, o quizás era al revés. El asesino se reía mientras Ninja se esforzaba por clavarle alguno de sus cuchillos.
- Reza para que una de mis dagas no te roce. -decía Riyo a carcajadas. Sus cuchillos estaban cubiertos de un líquido que Ninja dedujo que era veneno.
Al darse cuenta de tal situación, Ninja empezó a ponerse más serio aumentando así su rapidez de tal forma que Riyo empezaba a quedarse atrás.
- Veo que quieres jugar. Pues juguemos. -dijo el asesino. Retrocedió, enfundó sus dagas y desenvainó su gran machete.
- Te presento a mi pequeña, "Segadora". Ahora, ha llegado tu hora de morir.
Se lanzó a por Ninja con una estocada de "Segadora". Esta era tan grande que Ninja tuvo que esquivarla ya que si la hubiera intentado parar hubiera muerto al instante.
Nuestro héroe se sorprendió al ver la velocidad a la que Riyo manejaba esa gran arma pesada. Ninja era incapaz de parar algún ataque del asesino. Solo podía esquivarlos, pero con dificultades. Tenía que hacer algo y rápido.
- Riyo, admito que eres un rival formidable, pero es hora de pararte los pies. Te voy a presentar mi as en la manga. -amenazó Ninja con seguridad.
Ya era de noche y Ninja de veía más motivado. Era el mejor momento para hacer el contraataque. De repente el cuerpo de Ninja se oscureció y pasó a ser una sombra en la noche. Riyo distinguía cada vez menos la silueta de Ninja. Solo se podían ver unos ojos sedientos de sangre. Ya era invisible a la visión del enemigo.
- Eres hombre muerto, Riyo. -se oía la voz de Ninja en la oscuridad.
Un chorro de sangre salpicó el suelo cuando Ninja calló. Era de Riyo. Un corte muy profundo recorría su espalda de arriba abajo. El asesino se desplomó en silencio. Murió al instante sin decir nada. Detrás apareció Ninja con ganas de ver más sangre en sus cuchillos.
- ¡Bien hecho Ninja! -le aplaudió Búho Rey.
- Retrocede mi rey, está descontrolado. - aseguró Dinosaurio Árbol.
Ninja los miraba fijamente con un rostro oscuro.
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La Isla de Búho Rey
FantasiaEsta historia se remonta en el pasado en un lugar el cual ya está desaparecido por varias causas. La Isla de Búho Rey se localizaba en el Mar Mediterráneo. En ella no habitaba nadie, salvo unos animales exóticos jamás vistos en el planeta. Y ahora q...