Capítulo 6: Sangre

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A diferencia de muchos chicos que conozcas, Italo Hamata guarda un secreto que nadie debería saber, el cual consistía en tener pensamientos eróticos relacionados a coitos peculiares con otros chicos, que con suerte, de porte excitante.Esa no es la mejor imagen que quisieras transmitir a la gente, o mucho menos entablar un amistad a base de eso.

Para él, el sexo es una experiencia curiosa, terrorífica y espontáneo; su versatilidad en el catre, demuestra su dominio paradójicamente sexual, podría recitar epopeyas cuyos versos dejaran en ridículo a Vatsiaiana; su creatividad abunda y su deseo inunda, pero no es fácil convivir con todo este mejunje de emociones, ya que así como hay pasión y goce, a la vez ocasiona ilusión y desdicha, Italo Hamata cree que entregándose al más mínimo tipo atractivo que conoce, es la clave del verdadero amor.

Italo Hamata está desesperado por encontrar a alguien con la misma fogocidad que él, como cualquier adolescente de su edad, es admirable y deprimente su objetivo, admirable porque: ¿Quién no se rinde con tanto dolor, sufrimiento y humillación, únicamente ocasionado por amar?, déjame contarte que son muy escasos y el iluso de Italo Hamata es uno de ellos. Por otro lado es deprimente porque en este desagradable mundo, no existe un amor con tanto frenesí y vivacidad que busca, el complemento a su locura su ansiado felices para siempre, lamentablemente, no ocurrirá. Sin embargo, a pesar de ello Italo Hamata no es para nada el ideal de pareja perfecta, es más, presenta todas las características de cualquier patán o tipo que no te atreverían a saludar, si tan solo pudieses ver a través de su cuerpo físico, notarías un Soul desagradable y horrenda.

En el desconcierto de la cocina, Italo Hamata preparaba un ensalada para acompañar a las carnes, que se encontraban rotando en un sinfín aproximadamente de 1 minuto y medio. En su torpeza se hizo un leve corte en el índice derecho. No tenia ni idea de que hacer, pues se perdió en vagas y remotas memorias.

Recordó el momento de su primer beso, si, Brandom Kaguri lo tomó del brazo y se abalanzó sobre el débil Italo Hamata,en el chocar repentino, no solo sus cuerpos rociaron el uno con el otro, sus labios también lo hicieron, los dientes de Brandom Kaguri mordieron ligeramente a Italo Hamata, pero fue suficiente fricción para que empiece a sangrar.

Luego de lavarse las manos Italo Hamata, la sangre cesó de salir, volviendo de inmediato a su labor. Preocupado por la espera de Andy Uzumi, giró el cuerpo hacia la sala. Al verificar Italo Hamata que Andy Uzumi resplandecía con su sonrojo, se dirigió hacia al rostro de Andy Uzumi, en el podría ver reflejado, al chico que amó como nunca, al hombre que juro nunca irse, al chico que lo hizo sangrar.

T R I N I D A D : Another PerspectiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora