T R I N I D A D : Another Perspective

Capítulo 2: Mirada

Uzumi: *Así que se llama Italo Hamata, pero prefiere que le digan Ian,... me gusta, solo se sienta atrás de mí y hasta ahora no logro hablarle ,pensé que no sería tímido, su forma de hablar fue tan segura, de verdad me atrae mucho, como si debiera estar con él todo el tiempo…

          Que aburrido,¿no? Estar a la espera de un chico nuevo, a que a más de uno atrae, esta inopia de lujuria pasional ,no corroe sus bastardas almas deseosas de situaciones candentes y sexualidazadas, pero ustedes no son los unicos con pensamientos indescriptibles, pues Arturo Yagami , ante la presencia de aquel muchacho, no se mantuvo quieto, no espero a decir adorable a un hombre, esas ideas, esas negativas, esos deseos,  volvieron. Creyendo él que las había enjaulado en lo mas profundo de su astral.

-Ahhh disculpa, ¿Que se supone q hagamos ahora?- dijo Italo, 

-Bueno prácticamente nada, en esta semana solo anotamos solo algunas cosas,no debes preocuparte- le respondió Andy con una cálida sonrisa

-Ohh genial… , por cierto ¿Cual es tu nombre? - Italo con una sonrisa.

-Mi nombre es Andy y él es mi mejor amigo Arturo pero puedes decirle Arthur- sonrisa.

-Que soy Arturo puto, y no necesito que hablas por mi- Arturo irritado.

-Vamos no te molestes ,... Arthur- Italo con una sonrisa

-Hahaha, hasta el nuevo te dice así-,-Sabes el puede decirmelo pero te prohibo que tu lo hagas imbécil- ya molesto.

De una acalorada y tierno encuentro, se había sedimentado una relativa parte de amistad entre los thinks, circunstancia que no podía desaprovechar.

… No podía despegar mi mirada de la suya,no me percate que estaba tan cerca de él, cerca de sus labios, que con el poco roce que nos quedaba, de pronto, desapareció.

  El aroma de su aliento, se mezcló con el mío. Al besarnos con tan pasion, me puse entre sus piernas y sentí con sus fauces carnosos recorrían mi cuello ,noté como un bulto empinado,ascendía. Mis gemidos inundaron el salón y veía con Andy nos observaba con amor y sadismo, complaciendose  a la melodía de los besos de Arturo….

-¿Quien es el chico, que hoy me abrió la puerta?- preguntó Italo.

-Pues fue Angelo, es bastante amigable, pero no le hablamos por razones… personales.

En eso, toco la campana y todos a una gran prisa salieron, y sin darse cuenta, Italo se encontraba solo en el salon, solo como había estado todo su vida, al margen de todos aquellos que le juraron lealtad, a diferencia de muchos, la soledad no era que le generase desconcierto o dolor, el encontraba allí y momento de amor a si mismo, donde podía ser él sin la necesidad de que ser aprobado o desechado. Pero ahora no era el caso eso, pues al entrar a aquel salón y contemplar el brillo especial de los ojos Angelo Skiro, estaría decidido a encontrarlo.

 Angelo Skiro por otro lado, se sentía extrañado y confundido, de pronto se le vino momentos donde lo conocio, ambos tenian un perfecta sonrisa, sus ojos irradiaban pureza y una no tan precisa dulzura, sabía que si era lo que el pensaba la historia volveria a repetirse, igual de asquerosa y deplorable; levantando la mira hacia el cielo, se topó con angel caído que yacía un tiempo lo miraba con detenimiento; sí era él, y aun no podía pronunciar algo palabra. Italo se precipitó a dialogar ante su impaciencia de la no respuesta del joven albino, y en un acto inesperado e inexpresivo le invita a su casa para una tarde de videojuegos.

 -Entonces te parece a las 3 en esta dirección- afirmó Italo- si,a esa hora vendré- entusiasmado.

-¿Esta bien que invite a algunos amigos mas ese dia?-,- si no hay problema- respondió algo desanimado.-bueno, te veo luego-.

La implacable sonrisa de Angelo Skiro, sumada a una simetría gestual y hermosa, crean a un individuo lo suficientemente bueno para desatar relaciones espontáneas y amorios cuestionables. Italo Hamata aun no puede dejar de pensar en como le sonreia, como le miraba, ese morfo, todo en él le parecía magníficamente irreal, aquella experiencia quedaría marcada en algun sombrio lugar de su repugnante alma.