obliviate [HISTORIA CONCLUIDA]

𝔦𝔫𝔮𝔲𝔦𝔰𝔦𝔱𝔬𝔯𝔦𝔞𝔩 𝔟𝔯𝔦𝔤𝔞𝔡𝔢

~VI~
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Si le preguntabas a Draco o a Zelen cuales eran los momentos en donde sentían la mayor paz que podían rápidamente te dirían que la sentían cuando estaban ambos hablando acostados y abrazados en la cama sintiendo los rápidos latidos del otro. Eso les daba paz, aunque ninguno de los dos lo admitía.

---¿Sabes?- toma su mano y apreta esta al tiempo que la acaricia- antes no quería que estuvieras en casa, y ahora no quiero que te vayas.- dice tratando de ocultar toda la tristeza que llevaba encima sabiendo que lo más probable era que dentro de un año, no la volvería a ver jamás.

---Ya lo sabía.- le sonríe orgullosamente y lo mira a los ojos, esos ojos grises que tanto le gustaban- pero ten por seguro que aunque me manden a otro país voy a seguir molestándote.- sueltan una risa débil al mismo tiempo- Draco, créeme que cuando esto termine, me voy a emancipar de Lucius y de mamá para que estemos juntos. Lo prometo.- susurra tomándolo de las mejillas.

---Solo quiero que vuelvas sana y salva, es lo único que pido.- sonrie de lado aunque de una forma triste.

---Te prometo que volveré en cuanto termine de estudiar en Beauxbatons, volveré de Londres sana y salva, tal y como me lo pides ahora.- sin darse cuenta, ambos se acercan de golpe quedando a milímetros de distancia entre sus labios, sus respiraciones se mezclaban, pero los interrumpieron sus amigos entrando a las carcajadas.

---Lamentamos arruinarles su hermoso momento de pareja, pero Umbridge los está buscando a los dos.-  les informa.

---¿Para qué?- pregunta Draco, pero el morocho solo se encoge de hombros- Vamos.- el morocho se para de la cama y ayuda a Zelen  a pararse dándole su mano. Cuando esta se para la abraza por los hombros y van hacia el despacho de Umbridge, nerviosos, tocan la puerta hasta que esta se abre dejando ver a una señora con arrugas y vestida completamente de rosa, a la pelirroja casi le dan nauseas por el color horrible con el que vestía ella y con el que había pintado y decorado su oficina.

---Buenos días.- Zelen lo notó, esa sonrisa falsa y manipuladora se hizo notar en seguida. Toma del brazo a ambos separándolos y hace que se sienten- los he estado observando, ambos son fieles a su casa, y cabe destacar que son excelentes alumnos curriculares...

---Vaya al punto.- dice Zelen harta de que esa señora lo único que hace es hablar de cosas que ellos ya sabían.

---Quiero que se unan a mi brigada inquisitorial.- despues de eso, paso a explicarles todo, los horarios, el grupo que tendrían, lo que harían y para que se fundó aquel grupo.

---Escuche, desde ahora le digo, no aceptamos cosas de personas tan repulsivas como usted.- se para de su lugar y se dirige a la puerta, pero al ver a Draco que se queda lo mira confundida- ¿vas a confiar en ella?, ¿vas a ser su sirviente?- pregunta incrédula.

---Puede ser bueno para nosotros, puede servirnos para que nos respeten.- trata de convencerla.

---Haz lo que quieras.- se dirige a él tan fríamente que le dolió hasta a ella como lo trató, salió del despacho dando un portazo, de dirigió a su habitación y empezó a golpear todo lo que había en su camino.

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La brigada inquisitorial empezó a hacer su trabajo, los grupos de alumnos de Slytherin todos los días inspeccionaban absolutamente todo.

Zelen los veía pasar de vez en cuando, y se dio cuenta que Draco y Párkinson siempre andaban juntos, demasiado para el gusto de Zelen, incluso Hermione se lo decía seguido. Un día, ella decidió seguirlos mientras patrullaban, escuchaba que hablaban demasiado y que reían de vez en cuando. Ella se extrañó de eso, pues Draco siempre
le dijo que nunca soportó a Pansy.

Los ojos se le aguaron y lágrimas le empezaron a salir cuando ve como Párkinson se acerca demasiado a Draco y le roba un beso, y siendo  seguido por él, o sea que no se apartó. La pelirroja pasó rápidamente empujándolos a ambos e ignorando los llamados a gritos de Draco. Inmediatamente ella se dirigió a su habitación echándose en la cama hecha bolita.

---Zelen, ábreme por favor.- escuchó la voz del platinado al otro lado de la puerta pero ella lo ignoró olímpicamente- no es lo que crees, por favor, déjame explicarte.

---No somos nada, no tienes por qué explicarme nada.- con la poca energía que le quedaba, se para de la cama y abre la puerta, sin importarle en el estado que estaba.

---Escúchame, te lo pido...- pide de forma suplicante y la toma de las manos, ella lo aparta bruscamente.

---No me toques, vete con esa perra que tanto decías que no la aguantabas.- lo empuja tratando de hacer que se vaya de la puerta de su habitación para cerrarle esta en la cara, pero no podía si estaba casi adentro de su cuarto- Véte, no te quiero ver.

---Zelen... por lo que más quieras. Escúchame.- entra a la habitación y la abraza por los hombros fuertemente.

---No me toques, no me toques.- intenta separarse del abrazo pero finalmente se rinde y afloja un poco su fuerza, aunque igualmente no baja la guardia- vi todo, no puedes contradecirme.- solloza y aun con la voz rota sigue hablando- ¿por qué lo hiciste? Luego de lo que pasamos, ¿ese beso no significó nada para ti?- pregunta dolida aunque sinceramente ni quería saber la respuesta.

---Entonces habrás visto que yo no la besé, que ella me besó.

---Si, pero tú no te resististe, no la alejaste.-lo trata de alejar de nuevo pero el platinado la pega aún más a su cuerpo.

---Lo se, y me odio por no haberlo hecho, pero en serio, perdóname, no se que haría si te alejas de mi, y encima por mi culpa.- la mira a los ojos, los cuales los de él ya estaban aguados.

---Se que esto se va a repetir, así que no te quiero volver a ver.

~V.🥀~