Capítulo VI

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Andrés se enfurecía contra Don Juan Soriano director del semanario Avante cada vez que publicaba notas sobre él, cuando Aguirre nacionalizó el petróleo Andrés mandó a Catalina a la ciudad a cooperar para pagar la deuda petrolera con dinero y alhajas de las que ella no sabia su procedencia por lo que  ella se conmovió tanto con esa obra que en el momento de entregarlas se quitó el collar que llevaba en ese momento y lo donó cuando Andrés vio las fotografías que le sacaron para el periódico la regaño y entonces ella se dio cuenta de que el dinero y las alhajas no eran de su esposo si no que quizá las había obtenido de manera ilícita.

 Cuando fue a ver a sus hermanas éstas junto con una amiga le dijeron que su esposo llevaba 800 crímenes y tenía 50 amantes por lo que decidió irse lejos y tomó un camión para Oaxaca pero a medio camino se regresó su amor de madre no la dejo seguir su aventura, y regresó para seguir con su vida de ajetreo e ignorar lo que todo el mundo decía y que aunque ella sabía que era verdad prefirió ignorarlo, un día escuchó cuando un amigo de Andrés quería inmiscuir a su papá en algún negocio así que ella le suplico que dejara a su papá en paz él le dijo que lo haría con la condición de que le permitiera regalar su caballo a Heiss ya que le gustaba mucho y a él no le convenía contrariarlo, ella aceptó aunque estaba enojadísima pero tranquila por su padre. Unos días después Catalina fue a dar un paseo con Sergio y éste le contó que había escuchado una conversación de su padre en donde mandaba matar a un hombre, ella trato de disuadir a su hijo de tal idea, pero al ver que él estaba tan seguro de lo que decía ella sintió un gran dolor, una gran vergüenza y comenzó a vomitarse, Sergio se asustó y rápido le ayudo a su mamá a llegar a su casa, al llegar ella dispuso que sus hijos vivieran en el piso de arriba de la casa y ella en el piso de abajo con su esposo esto para que los niños estuvieran lo menos posible en contacto con las conversaciones de su padre y así no volviera a pasar lo que pasó con Sergio, a Lucina y a las otras nanas les tocó cargar con la responsabilidad de los niños ya que Catalina poco los veía. 

Arráncame la vida [Ángeles Mastretta] [Resumen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora