Capítulo VIII

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Catalina conoció a Fernando Armendáriz, era el secretario particular del presidente, estaban en una reunión de la que Andrés la sacó ya que era demasiado obvia con sus coqueterías y la llevó a su casa, ella se encerró en su cuarto durante una semana en donde se metió a su cama y recordó lo que la gitana le había dicho practicándolo todos los días y a cada rato hasta que un día llegó Andrés y le dijo que Fernando iría a cenar a su casa, ella salió de su cuarto y preparó lo mejor de su repertorio astronómico, cuando llegó la cena Andrés se hizo el desentendido de las coqueterías de Catalina concentrándose en la preparación de la recepción que le prepararían al presidente en su próxima llegada a Puebla la cual resultó espectacular, en toda la preparación Catalina no se despego de Fernando y Andrés no tuvo objeción ya que sabía que Fernando era homosexual y su esposa estaba segura, cuando Catalina se enteró se sintió decepcionada, pero le tomo gran cariño y por un tiempo fueron buenos amigos aunque eso no evitaba que ella se sintiera infeliz y siguiera haciendo lo que la gitana le había aconsejado. Cuando fue a visitar a su amiga Pepa que acababa de abortar y su esposo la tenía encerrada en su casa por sus excesivos celos, Pepa le confeso que el doctor que la había atendido del aborto era su amante, Catalina disfruto tanto esa noticia como si fuera ella la amante del doctor, Mónica que acompañaba a Catalina a casi todas partes soltó una carcajada y disfrutó también la noticia.

Arráncame la vida [Ángeles Mastretta] [Resumen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora