Campamento.

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El mismo año, pero a finales.

El colegio acostumbraba a hacer paseos y campamentos con toda la generación, llegábamos a un lugar y hacíamos actividades aburridas, repetitivas y cursis (Liceo Católico y yo soy atea, buena combinación).

Se hacían a principios, mediados y finales de años. A la mayoría, falté. Porque me sentía incómoda con estos chicos. Me sentía fuera de mi lugar.

Hubo una advertencia, si no iba a los campamentos, me expulsarían. No quería eso. Apenas estaba en 2do de liceo. Si me iba, sería luego de terminar 3ro.

Los profesores nos dijeron que teníamos que hacer grupos de 10 personas. Para distribuírnos por cabaña. Unas compañeras más o menos de nuestro rango nos invitaron a estar juntas. Mi amiga iba a ir. Solo por eso iba.

Justo unos días antes del campamento, ella me dijo que no iba. De mi parte, el viaje ya estaba pagado y había entregado el papel que confirmaba mi asistencia al campameto. Me sentí impotente..."no pasa nada, Vani, igual, te llevás bien con Carolina y Yamila".

Hablé con ellas, tratando de caerles bien a las demás, dije que llevaría Doritos para comer por las noches todas juntas. Me empecé a emocionar.

Llegó el día, todos nos fuimos al lugar del campamento.

Los profesores y animadores nos dieron la bienvenida y jugamos unos juegos idiotas.

-Bueno, ahora, escuchen bien, se van a juntar con su grupo para agarrar sus respectivos bolsos e irse a una cabaña que nosotros asignaremos.- dijo una profesora.

Todos fuimos. Yo agarré mi bolso y me acerqué a las chicas. Ellas esperaban a una que aún no encontraba su bolso, me quedé con ellas.

Al rato se acercaron unas profesoras:

-En este grupo cuántas son?

-11- respondió una.

-Tienen que ser 10. Una tiene que irse a la cabaña de allí- señaló una- Hay 9.

Todas me miraron a mí.

Carolina dijo:

-No, gurisas, no. No sean así...

Yo las miraba a todas...no podía creer lo que pasaba.

-Vanina- dijo la profesora- vas vos?

Yo suspiré.

-Voy yo...

-Bueno. Problema resuelto. La cabaña está allí- me dijo ella.

Yo asentí, deprimida.

-Vani, estás bien?

Yo volví a asentir, mintiendo, aguantando el llanto.

Agarré mi bolso y fuí camino a la cabaña. Salían lágrimas de mis ojos. Las limpié rápido para no mostrar que estuve llorando.

Al llegar, las chicas de la otra cabaña notaron mi depresión.

-Tranquila, Vani, si te sentís sola, vení con nosotras, si?

Eso me reconfortó un poco.

Aunque no tuve la oportunidad de poder elegir mi cama...

Ese día cometí otro error.

Me seguí juntando con las chicas que me echaron de la cabaña. Las seguía a todas partes, parecía una sombra.

Noté cómo dos compañeras hablaban entre sí, estaba convencida de que era sobre mí.

-Vanina- lo sabía- podés irte? 

-Por qué?- pregunté confundida

-Porque...a ver, estamos divirtiéndonos, y vos nada.

-ok...- me fuí. A dónde, no sabía.

Pasé el resto del campamento totalmente sola. Deseaba con todas mis fuerzas que mi madre apareciese y me llevase a casa. Quería decirle a una profesora que quería irme, que me sentía de la mierda ahí, pero iba a ser para más escándalo.

Al final del campamento, cuando nos íbamos, estaba aliviada, ya lo peor había pasado...hastá que se me rompió una bolsa y salió todo lo que tenía allí. Noté cómo se reían de mí. 

"No llores..."

Un profesor se acercó a ayudarme, ya que de 100 compañeros, nadie se paró a ayudar.

Pasé el viaje sola, comiendo los doritos que había comprado...deseando llegar.

Mi madre me esperaba en el colegio.

-Y?? Cómo te fue?? La pasaste bien??

Yo sólo asentí. Le dije que mi cara era solo por cansancio, no quería que supiese lo que había pasado.


La Historia de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora