Comienzan los Problemas Familiares.

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Mi padre andaba muy pendiente de su otra familia, ya casi no nos visitaba, hasta el punto de ni ir, poniendo la excusa de que tenía que trabajar...yo sabía que no era cierto.

Obvio, no era la única que se dió cuenta de eso, mi madre y mi abuela materna también. De seguro también mi abuela paterna pero siempre está del lado de mi padre, sería inútil hablar con ella sobre su hijo.

A mi hermana y a mí nos empezó a afectar la ausencia de mi padre, más a mi hermanita.

Con el paso del tiempo, a mí me empezó a dar igual si venía o no, mi hermana seguía igual.

La casa en la que vivíamos antes de que mis padres se divorciaran estaba a nombre de mi abuelo, aunque mi padre podía hacer lo que quisiese con ella. Meter a cualquiera.

Todos pensábamos que no sería capaz de hacer que los hijos de su mujer ocupasen nuestros cuartos y usasen nuestras cosas, adueñándose de todo lo que tenían al alcance de su mano...pero no fue así.

Llegó el día en el que mi padre hizo que su novia y sus hijos se mudaran. Mi abuela materna fue la que más se enfadó. Me empezó a hablar sobre que la prioridad de mi padre ahora eran aquellos, que ocupaban mi cuarto y el de mi hermana. Se quedaron con mi XBOX y nunca más me la devolvieron...ahora está rota.

Mis amigos no estaban muy convencidos también con todo lo que pasaba. Esos niños habían llegado y sólo nos dejaban jugar a lo que ellos querían, no tuvimos las fuerzas para enfrentarlos por cómo era su madre, y el temperamento de mi padre empeoró, haciendo que la cosa se vuelva aún más difícil.

Las cosas iban de mal en peor, más para mi hermanita.

La casa de mi padre tocaba fondo con la casa de unos viejos amigos de mi abuela materna, por ende, todo lo que pasaba en una casa, en la otra se escuchaba.

Hubo un incidente que volvió locas a mi abuela y mi madre.

La novia de mi padre le estaba gritando a mi hermanita, yo, en ese momento, estaba fuera jugando con amigos, no me había percatado.

Los amigos de mi abuela escucharon y le dijeron a ella. Mi abuela se volvió un monstruo.

Me dijo de todo, de por qué no intervine, por qué no hice nada...Le empezó a decir de todo a mi padre a sus espaldas también.

Hasta que el conflicto llegó a oídos de mi madre. Quien habló seriamente con mi padre sobre esto.

De su charla no sé nada, ya que era algo chica y mi madre consideraba que no eran temas para que me estuviese metiendo. No quería que me sintiese mal, pero no sabía que yo me había dado cuenta de muchas cosas.

Luego de esto, la mujer de mi padre cambió. Era dulce con todos, nos dejaba hacer pijamadas en la casa, convencía a mi padre para que nos deje. Era muy buena, pero no duró mucho con la máscara puesta.



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