Antes de poder explicar aquella sorprendente declaración, lo interrumpió el timbre de la puerta.
Eddie y Richie se miraron, y exclamaron al mismo tiempo:
—¡La sueca!
Richie se puso en pie con la ayuda de una muleta y fue hacia la puerta. Justo antes de abrir le echó una mirada a Eddie y éste le sonrió, sabiendo lo que Richie esperaba encontrar al otro lado de la puerta. Por fin abrió, e inmediatamente dio un paso atrás. La mujer que estaba en el umbral medía casi dos metros y parecía dedicarse al fútbol americano como hobby.
Tenía los ojos de un azul acerado y llevaba una pequeña bolsa.
—Soy Olga —dijo la mujer, con un fuerte acento—. Yo me ocupo del bebé.
—¿Qué? —su sueño de la valkiria sueca se había desvanecido—. ¿Está segura?
—¿Dónde es el bebé? —dijo, dando un paso hacia la puerta y haciendo recular a Richie, que miró a Eddie en busca de auxilio.
—Escuche, no hemos decidido nada —dijo Richie, como hablándole a la pared—. Si nos deja su número, ya la llamaremos.
Pero Olga no era de las que esperaban a ser invitadas, así que apartó bruscamente a Richie de la puerta y pasó a grandes zancadas a la casa.
—Yo conozco niños, señor —dijo, petrificándolo con la mirada—. Me deja el bebé y yo lo cuido.
De otras dos zancadas llegó junto a Boris, que estaba jugando en el suelo, y lo levantó hasta la altura de su gélida mirada.
—Él está bien.
Boris pareció sorprendido al principio. Después miró a su padre y luego a la mujer que parecía una montaña. Empezó a abrir la boca, pero no emitió ningún sonido.
—¿Dónde es la habitación de niño? —preguntó Olga—. Necesita pañal. Eddie le señaló el camino con el dedo y la mujer se encaminó hacia allí. Richie empezó a seguirla y después se volvió hacia Eddie.
—¡Ayuda! —dijo en un susurro. Eddie rió y le tomó las manos.
—Deja que haga su trabajo —le dijo—. Tracy ha dicho que tenía unas referencias excelentes, y tu madre no contrataría a cualquiera. Relájate.
Pero seguía inquieto.
—¿Tú crees que Boris estará bien?
—Claro. Dale una oportunidad.
Richie siguió con el gesto torcido, lo que le hizo mucha gracia a Eddie, hasta que Olga apareció por el pasillo con el niño en brazos.
—Iré a ver cocina —dijo, pasándole al niño a su padre.
—Este... Olga —dijo Eddie—, nos preguntábamos bajo qué condiciones la ha contratado la madre de Richie. Suponemos que se ocupará del niño y la cocina.
—Sí. Algo limpieza también. Y hago masaje.
—¡Masaje!
Olga se echó a reír y le hizo un gesto a Richie.
—Ven aquí y te doy uno.
Eddie vio la mirada de horror en la cara de Richie y decidió conservar aquella imagen en la memoria para alegrarse en los días grises.
—No, gracias —declinó Richie—. Creo que con Boris y el cuidado de la casa tendrá bastante.
Eddie acompañó a Olga a la cocina y le explicó lo que contenían los armarios y los electrodomésticos. De un modo extraño, casi se sentía propietario de todo aquello, aunque sólo llevaba yendo a esa casa una semana.
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𝑳𝒐𝒗𝒆𝒓 (𝒓𝒆𝒅𝒅𝒊𝒆)
FanficLa rivalidad entre los Tozier y los Kaspbrak había dividido Derry,Maine desde hacía más de un siglo. ¿Por qué entonces Richie Tozier habría decidido cambiar de bando y trabajar para la empresa de la familia de Eddie Kaspbrak... y ser su jefe? Aunque...