( Capítulo 3 )

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Dicho y hecho, luego de los 10 minutos el barco comenzó a retomar el punto de partida causando un leve movimiento en este del cual ya todos los tripulantes estaban acostumbrados.

– Oh, pasaron rápido esos minutos. – Le mencionó Tanjiro a su hermana mientras esperaba con una infinita paciencia a la chica que se hallaba adentro.
Aunque para ser sincero no tenía idea de cómo entrar, de seguro ella ya lo odiaba.

Volvió a percibir el característico olor a miedo que provenía del cuarto, pero esta vez en una mayor intensidad que muy pocas veces vio en su vida.

– Ey, ¿Te encuentras bien? – Quiso saber mientras se acercaba a la puerta, notando rápidamente que algo malo le había pasado. Tal vez con la retomada del barco apenas y se percató de su triste situación.

– E-estamos en... – La respiración entrecortada, su situación actual y ahora el hecho de que la nave empezó a circular hizo que todos sus sentidos se desconectaran. Incluso comenzaba a marearse de tantos movimientos por culpa del oleaje, ya pronto iba a vomitar y eso no era para nada recomendable.

Escuchó el sonido de una puerta abriendo, mirando por esta como los dos individuos entraban, viéndose nerviosos e inclusive tímidos.

‐ Lo lamentamos por entrar de forma tan repentina, pero tampoco queremos dejarte sola. – Si no fuera porque las únicas personas las cuales admiraba ya no estaban con vida y se hallaba seguramente en el mar, ahora mismo estaría muriendo de risa.
Es decir, esos chicos que fueron los causantes de lo anterior mencionado ahora mismo le están teniendo lástima. Que irónica situación.

Tal vez por ello aún no demuestra signo de debilidad. Definitivamente no la verán quebrándose  por el dolor interior que siente en estos momentos, claro que no.

– Puedo sentir miedo proviniendo de ti y, bueno... quería ayudarte, en lo que sea. – Era obvio que el pelirrojo no sabía como iniciar las conversaciones, mientras más intentaba hablar la incomodidad en el ambiente se intensificaba.

– ¿Miedo? – Trató con todas sus fuerzas de mantener la compostura, aún si ya no tenía el motivo suficiente para seguir. De hecho, ahora mismo se lo replanteaba, ¿por qué no aceptar aquello? No tenía otra opción.
Perder a esos seres hizo que hasta estar en medio del océano le fuera insignificante, hasta cierto punto, claro está.

– Si, miedo. Uh, no te preocupes... Nosotros, al menos, Nezuko y yo no te haremos daño. – Dudaba que los demás lo hicieran, pero tampoco podía desobedecer las órdenes de su capitán. – B-bueno, te juro que...

– No necesito palabras falsas. – ¿De qué servia pedir clemencia o decir que por favor la llevaran a tierra firme? Ahora mismo era mucho más seguro quedarse en esta asquerosa habitación.
Al menos tenía una cama y un mueble que de seguro tendría más de un bicho adentro.

Si, mucho más seguro que intentar salir o escapar. Tal vez muera en este lugar, ¿que importaba ya?

– Veelo como quieras, no te voy a refutar en eso... Pero, al menos no te voy a abandonar en estos momentos. – "Tu te haces cargo de la rehén, Tanjiro, y recuerda, al primer problema ya no habrá nada que puedas defender" fueron las palabras de Tomioka-san al respecto. Y lo hará cumplir.

Nezuko, quien parecía tener mayor tacto en cuanto a relacionarse con los demás, se acercó un poco a la chica, acariciandole  el cabello en su intento de calmarla.

– N-Nezuko, espera, eso es ir demasiado lejos. – No quería que las cosas empeoraran, ya era bastante tensión acumulada desde que entró al cuarto. – Es su manera de calmar a las personas. – Quiso explicar para que no se formaran malentendidos.

Y aunque el resto de la conversación fueron intentos fallidos por Tanjiro al intentar descubrir un poco más de la "rehén" (quien solo parecía ser una tripulante más) al menos sirvieron de algo, puesto que por estar concentrada en los dos par de hermanos, Kanao apenas y recordaba cada cierto tiempo donde se hallaba.

[...]

– Tanjiro, ¿Cómo te fue? – Quiso preguntar cuál chismoso es Zenitsu mientras se acercaba al chico que había salido de un cuarto.

– No muy bien, bueno, creo que empeore las cosas... Al menos gracias a las constantes caricias de Nezuko logró quedarse dormida. – De seguro despertará a los pocos minutos.

– Nezuko-chan haciendo todo bien, como se debe, ah... Nezuko-chan~ – El chico rubio parecía tener un intenso crush en la menor de los Kamado.

– Si, si, como sea. ¿No se supone que es un rehén? ¿Por qué está en tu cuarto, entonces? – Se metió a la conversación Inosuke.

– No podíamos dejarla en la prisión... – Le había costado convencer a Giyuu-san para poder dejarla en su cuarto y no tras las rejas, hubiera sido mucho peor.

– ¡¿Por qué no?! Yo ni siquiera fui un rehén y estuve ahí durante una semana – "Bastante injusto" fueron los pensamientos del chico con la máscara.

– ¡Pero ella... es una chica! – También intentó que Inosuke se quedara en su cuarto pero por la apariencia de este no pudo lograrlo.

– ¡Da igual, ella debería estar en prisión como todos! – Otra vez comenzaba a alterarse. Ya no era novedad.

– ¡Cuidado que puedes estar hablando de mi futura esposa, ella merece algo mucho mejor que el cuarto de Tanjiro, que la lleven al mío! – Quiso replicar Zenitsu, quedando al final discutiendo esos dos sobre dónde debería quedarse la "nueva".

Mientras tanto Tanjiro suspiró con pesar, esperando que Kanao despertara pronto para poder conocer más de ella.
Tal vez se pueda unir a la tripulación, bueno, si es que no los mata en el intento.

[Este si me quedó de la cagada, ¿me perdonan? Es mi primer día.jpg]

Thalasophie [TanjiroxKanao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora