Disaster.

Capítulo 4

Ya llevaba tres semanas viviendo con los chicos, y han sido las dos semanas más raras y divertidas de toda mi vida.

Me llevo de put... súper bien, me llevo súper bien con todos, y les estoy cogiendo demasiado cariño a esos inútiles. Liam me enseña cada día a controlar mi vocabulario, Lui me está enseñando a cocinar, Zayn me enseña a jugar videojuegos, Harry me está enseñando a conducir y Niall... bueno, Niall...

Cada día me gusta más.

Si, lo siento.

No voy a ser de esas pencas que intentan engañarse a sí mismas negando que alguien les gusta, porque lo veo la cosa más estúpida del mundo, porque si sabes que te gusta, ¿por qué te engañas a ti misma? No digo que vayas corriendo a decírselo, porque yo tampoco lo haré, pero a ti misma no hay ningún problema. Quiero decir, eres tú, no un desconocido.

Pero bueno...

No sé que tiene, pero cada vez que me mira, me sonríe, me habla, o simplemente me roza... pierdo todo el autocontrol que he estado recopilando estás semanas contra él, pero no sirve de nada. Hubo unos días que intenté evitarlo, de verdad que quise, haber si se me pasaba... pero nada. Él siempre me busca, y joder, me encuentra. Nos llevamos tan bien, él es tan cariñoso conmigo, tenemos tanta química... que me da pánico que él no sienta lo mismo y perderlo todo. No estoy enamorada ni nada de eso, quiero decir lo conozco de hace tres semanas, pero me gusta mucho, quiero decir, pasamos 24 horas juntos.

Qué pesada con "quiero decir" chica.

También está mi hermano, que cada vez que estamos solos llega arrasando. Y lo prefiero así, porque se que nunca podremos tener nada, por muchos motivos diferentes, así que es mejor dejarlo así, no ilusionarse y dejarlo todo en una bonita anécdota sentimental.

Pero es que me mira y...

- ¿En qué piensas?.- Me pregunta Liam sentándose a mi lado.

Él es como mi psicólogo personal. Siempre sabe lo que me pasa sólo mirándome, y yo siempre me desahogo con él. Es el más "sabio" de los cinco, así que me siento más segura contándoselo a él.

Haber, llevo aquí tres semanas, no he echo amigos, apenas y he salido. Quiero decir, no rehíce mi vida en cuanto a amistades en mi ciudad en ocho meses, no lo voy hacer aquí en tres semanas.

El trauma me lo llevo conmigo.

- Sabes en qué pienso.- Resoplo apoyando mi cabeza en su hombro.

- Ay, pequeñita...- Susurra acariciándome el pelo.- Las cosas del amor son así.

- No es amor.

- Si es amor.

- No lo es, solo me gusta.

- Te gusta mucho.

- Pero no es amor.

- Por ahora.

Bufo quitando mi cabeza de su hombro y apoyando mi espalda en el sofá, cruzando mis brazos.

- Venga, todos vemos como te mira. Seguro que le gustas.- Me apremia dándome toques con el codo.

- Me da igual si no le gusto, estoy dispuesta a dejar de que me guste.- Sentencié levantándome y sonriendo triunfal.

Já, no te lo crees ni tú bonita.

- ¡Ya llegué!.- Gritó Niall entrando a la casa.- Hola linda, ¿me echaste de menos?.- Me susurro besándome la cabeza.

Autocontrol. Autocontrol. Autocontrol