Disaster.

Capítulo 7.

Habían pasado dos días desde el beso con Niall y nuestra salida al cine.

Y él estaba portándose conmigo como si de mi jodido esclavo se tratara, y yo,como buena chica, le hago saber que sigo enfadada, aunque no es así.

Que se joda.

Pero ya, impropio de mi, me está empezando a dar pena. Así que hoy le daré un buen beso en su buena mejilla y le diré que todo está bien, que puede volver a ser el mismo idiota que antes.

Me levanté de la cama y me duché lavando también mi pelo. Me puse un pantalón de chándal burdeos y una sudadera blanca con "The beatles" en el centro en color negro y me quedé en calcetines altos.

No pensaba salir hoy.

Bueno, los otros días tampoco es que saliera precisamente mucho, pero hoy esta lloviendo demasiado, tengo excusa.

Salí de mi habitación y me dirigí a la de Niall, pegué a su puerta y sin esperar respuesta entré. 

Si es qué cada vez que entro aquí me muero cincuenta veces seguidas, una tras otra.

Niall estaba acostado boca arriba, con una de las piernas flexionadas y el edredón hasta sus caderas. Sus brazos estaban sobre su cabeza,su pelo despeinado y su boca entre abierta.

Simplemente follable.

ADORABLE.

Quise decir adorable.

Camine hasta él y me tiré encima, repartiendo muchos besos por toda su cara. Se removió y gruñó, me agarró por la cintura y me tumbo a su lado, atrapandome con brazos y piernas, hundiendo su nariz en mi pelo.

- Hueles bien.- Murmuró con voz ronca y ami se me salió el corazón y se fue el solito a tomarse sus cereales mañaneros.- ¿Estás enferma?

- No, imbécil. Llevas unos días portándote demasiado bien conmigo, y quiero devolverte lo que has echo por mi. Ya no estoy enfadada, eres libre.- Le sonreí.

- Pero me gusta cuidarte.- Hizo un puchero.

- Haz lo que quieras, solo que sepas que ya no estoy ni un poquito enfadada.

- Entonces...¿me darás un beso?.- Me susurró, y al instante abrió mucho los ojos como si se le hubiera escapado lo que acababa de decir.

Le sonreí y él fijo su vista en mis ojos, hundiéndose en ellos y haciendo que cada vez me sintiera más pequeña... y más cómoda a su lado.

- Ésto está mal...- Le susurré, quise continuar pero el puso un dedo en mis labios, levanté una ceja y él soltó una carcajada.

- Lo sé, lo sé, perdona.- Dijo apartando la mirada.

Me deshice de sus brazos y piernas, y con toda la valentía del mundo y sin pensar mucho lo que estaba haciendo, presioné mis labios sobre los suyos, dándole un beso corto y suave. Me separé de él y lo vi mirándome con sorpresa, pero poco a poco se fue formando una enorme sonrisa en su boca.

- Vamos, te voy a preparar el desayuno.- Le dije tartamudeando y huí de su habitación, literalmente.

Corrí escaleras abajo, tropezando con el último escalón y estando a punto de partirme la boca. Los chicos me miraron raro desde el salón, y yo corrí hasta ellos y me tiré encima de todos, ya que estaban en fila, y escondí mi cabeza entre Liam y Harry.

- ¡Pero chica!- Zayn se rió y con sus manos saco mi cabeza del hueco, giro mi cabeza una y otra vez y miro detenidamente mis ojos.- No, no está drogada.