Kiodes

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Estaba en la cocina cuando mi padre nos llamó para salir, estaba agarrando unas galletas para el camino, pues la mansión al estar lejos de la ciudad nos daba un largo camino para llegar a la misma.

Tuvimos que dejar el corvette en Peru, así que usamos un coche que mi padre alquiló para movernos más fácilmente y no gastar tanto en taxis.

El coche era un poco viejo así que paramos en una gasolinera en medio de la carretera para poder llenar el tanque nuevamente.

Todo estaba bastante tranquilo, mi padre salió a tomar un poco de aire fresco, la gasolinera era rodeada por un hermoso y denso bosque, era muy bonito; de un momento a otro pude ver a un gran y majestuoso ciervo, que caminaba con una gracia que ya quisieran igualar las bailarinas. Me dio mucha intriga de donde venía, así que lo seguí, pasaron unos minutos y empezó a correr de la nada, me sorprendí bastante, pero seguí corriendo tras el.

En unos segundos desapareció de mi vista, y cuando me di cuenta estaba perdida, empecé a caminar y pude ver las astas del animal detrás de los árboles, fui hacia ellas hasta que escuché un grito que me hizo girarme.

-Saaaal! Por fin te encuentro, Allen y yo nos preocupamos demasiado.

Volteé para enseñarle al ciervo pero este había desaparecido entre los arbustos.

-Al, vi un ciervo.

-¿Un ciervo? No creo que sean de esta área.

-¡Pero yo lo vi Al!

-¿Enserio?

-Si, lo juro.

-Bueno, eso no importa ahora, hay que volver con Allen o se va a estresar.

-Bien

Nos dimos la vuelta para irnos, pero de pronto, de una forma súbita sentí un intenso ardor en el pecho, busqué apoyo en Alex pero, al verla, con una expresión de angustia me di cuenta de lo que sucedía, las astas del ciervo habían atravesado nuestros pechos viéndose como dos lanzas llenas de...
Eso no era sangre. Eso para nada era sangre, ese líquido denso tenía un color diferente para cada una. El dolor se intensificaba cada vez más cuando escuche una voz decir

-"Sahalley, hija de Kyerin"

¿Kyerin? ¿Quien es Kyerin?

El dolor era insoportable, podía sentir solo el ardor que causaba el gran puñal que atravesaba mi pecho, sin embargo no podía dejar de preocuparme por Alex, parece estar dormida, espero que sea eso... no puede estar... no, es imposible.

-Tu amiga está bien-dijo la voz- está dormida, y de hecho, tu también lo estás...

-¿Que?

"Sahalley ahora solo escucha lo siguiente... hay dos espíritus en ti, la mayoría de humanos solo contiene el propio, pero tu te has fusionado con Kiodes, aunque tengas el control, a partir de este momento Kiodes puede apoderarse de tu cuerpo, tomará impulso de tus sentimientos y los convertirá en poder, uno tan emborrachador que podría llegar a acabar no solo contigo, sino con la humanidad como la conoces".

-¿Espiritus? ¿Kiodes? ¿Poder? ¿Por qué mi sangre es negra? Esto duele mucho...

"No hay tiempo para aclararlo todo, te van a perseguir muchos espíritus a partir de ahora Sahalley, y no con buenas intenciones, intentarán liberar a Kiodes cueste lo que cueste, pero tu deber ahora es aprender a limitarlo, recuerda que puedes tener en control a Kiodes y por nada dejes que se libere Sahalley, tu mundo depende de ello".

-¿El mundo?

"NO DEJES LIBRE A KIODES"

PrivilegiadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora