Ya es un nuevo día... Lejos de mis padres, aún sigo realmente decepcionada, no puedo creer que me hayan vendido. Me duelen los ojos de tanto que llore, siento la cara inchada.
En ese momento mi estómago rugio, entonces baje a ver que había de comer. Cuando baje escuche la voz de David. - ¡No me importa, me tiene que llegar hoy, y si no es así vete despidiendo! - se escuchaba muy estrésado, parece que esta hablando por teléfono, baje sigilosamente para que no notará mi presencia, pero entonces hice rechinar un escalón, me tence de inmediato pensando que me había oído. - Bien, no gritare, solo quiero que entienda que es muy importante que llegue hoy, todo esto depende de que me llegue hoy, ¿Lo entiende?- Me llamo la atención cuando dijo eso, y me quedé parada en las escaleras escuchando lo que decía.-¡De acuerdo, si no quiere entendér, valla diciendo adiós- En ese momento colgó y empezó a dirijirse hacía donde estava yo, subí lo más rápida y sigilosa que pude, entre a mi cuarto y fingi estar dormida.
Escuché que David empezó a abrir mi puerta, y rápido me tape con las cobijas. - Samay, es hora de levantarse- Me habló con un tono serio, (en realidad siempre tenía un tono serio),simule estar despertando en ese momento, bostece y me estire. - mmm voy-, me puse unas pantuflas y fui hacia el. - Buenos días- le dije mientras me rascaba la cabeza. - Buenos días Samay, espero que hayas dormido bien. Yo ya desayune, tu prepárate algo, agarra lo que necesites, yo voy a salir-. - ¿puedo saber a dónde vas?-le pregunté. - No- fue cortante y se fué, no pensé que actuará así, pero en realidad no le tome mucha importancia, así que baje a la cocina y pensé en que prepararme.
Busque en las alacenas, pude ver como se asomaba una lata de frijoles y una bolsa de arroz, tomé las dos , cosas, lo demás que me hacía falta, y empeze a cocinar. Al terminar, tomé un plato que estava en un escurridor junto al fregadero, y también una cuchara, me senté en la mesa y empeze a comer. Se que esta mal que yo lo diga pero realmente me había quedado delicioso. Al terminar de comer puse mis trastes en el fregadero, los lavé, los puse en el escurridor, y me fui a mi recamara.
No tenía nada que hacer así que me dormí, después de unas cuantas horas me levante por un ruido que provenía de la sala, mi cuerpo me decía que no fuera, pero la intriga fue más fuerte y baje, se podía escuchar como sí alguien rebuscara entre todos los cajones, baje silenciosamente, me asome con cuidado hacia la sala, y cuando vi quien era me sorprendí, era David ¡borracho!, me sorprendi ya que el era un hombre muy elegante, y no pence que tuviera ese tipo de conducta, fui corriendo hacia el, ya que se estava balanceando y casi cayendo, lo tome del brazo intentando guiarlo. - David, ¿estas bien? - pregunté muy nerviosa. - ¿Tu qué haces aquí?, deberías estar acostada, anda vete- termino dándome un empujón débil. - No, yo me dormiré hasta que tu allas llegado a tu cama- de nuevo lo tome del brazo. - Bien, pero que sea la última vez que me desobedeces-. No dije nada y seguí guiandolo a su recamara. - Ten cuidado llegamos a las escaleras-Le dije mientras lo frenaba. - Si lo se, yo puedo subir solo- Me dijo y me empujó débilmente,despues de eso subió solo, se metió en su recamara y se acostó.
Fui a mi recamara para poder volver a dormir, pero de nuevo vinieron los recuerdos de mis padres y otra ves volvieron las lagrimas, hasta que escuche una voz que me llamaba. - ¡Samay ven de inmediato!- era David quien me llamaba desde su recamara. - ¡voy! - conteste, me puse las pantuflas y fui, -¿Qué necesitas? - Le pregunte mientras abría la puerta de su recamara. - Ven - Me dijo mientras hacía una señal con su mano, fui hacia su cama y me puse frente a él. - ¿Qué necesitas? - le pregunté, entonces, vi su cuello que me llamó la atención, ya que se veía algo rojizo. - Quiero que me traigas un vaso con agua - Lo ignore por completo, yo seguia concentrada con la marca de su cuello. - ¡Me escuchaste! - me grito mientras me dava un ligero golpe en el brazo. - Si, perdón, voy - Salí de su recamara y fui a la cocina, serví agua en un vaso, fui a su recamara y pregunte. - ¿Puedo pasar? -. - Si anda pasa, dejame el vaso aquí - puso su mano en el mueble para decirme donde quería el vaso, pase, y en el momento que puse el vaso, noté qué avía en su cuello, era una marca de ¿un beso?, ¿en serio tenía un beso marcado en el cuello?, por alguna extraña razón me molesto y le pregunté. - ¿A dónde fuiste? -. - Eso no te incumbe- Me dijo mientras bebía su agua. - oye tengo una pregunta, ¿Exactamente por qué me compraste?,¿para ser tu mujer acaso? - le pregunté mirandolo a los ojos.-No eres tonta, y si, te compre para que fueras mi esposa, pero no sabía que eras tan joven, de echo tus padres dijeron que tenías 20, por eso es que te compre, e incluso pensé en cambiarte esta mañana, ¿por qué? -. Me dijo con un tono grosero, y muy enojada le dije. - Pues si de verdad no te interesó dejame ir y ya, aparte, si yo fuera tu mujer no tendrías ese maldito beso en el cuello-Le dije casi gritando. - mmm al parecer alguien está celosa, ¿por qué te molesta tanto este beso?- Me dijo mientras tenía una sonrisa de burla. - ¿Sabes qué?, no importa, estás borracho - Después de decir eso salí de la recamara y fui a la mía, me metí a la cama y dormí.
Ya es un nuevo día, escuché voces en la planta baja, así que decidí bajar, me detuve en las escaleras ya que avía escuchado una voz desconocida. - jijiji, gracias David, no pensé que fueras así de lindo - parecía la voz de una chica. - Pues en realidad no me devo poner muy lindo para decirte tu belleza, ya que es muy fácil decirte que cautivas a cualquiera - dijo David con un tono seductor. No puedo creer que David haya dicho eso e incluso haya hablado así, conmigo siempre es frío y nunca dice nada lindo. Molesta, baje de las escalera y me presente en la sala donde estaban. - Ejem - acalre mi voz y dije. - Hola, ¿se pude saber quien eres, y que haces aquí? - dije con un tono molesto. - Aaamm, claro, yo soy Dafne mucho gusto, estoy aquí ya que David me invito,y supongo que tu eres la hija de David, mucho gusto-. me dijo con un tono dulce. - pues para tu información, no, no soy su hija, soy su novia, su pareja, como quieras llamarle, y me molesta que estés coqueteando con mi novio -. Dije con un tono grosero. - A, lo siento, no sabía que tenía novia, bueno... Me iré, gracias David, adiós -. Se levantó y se dirijo a la puerta, entonces David me vio con ojos de pistola, se levantó y le dijo a Dafne. - Si quieres te acompañó-. Le dijo mientras acariciaba su espalda. - Si muchas gracias, hasta luego pequeña -. Me dijo, y salió, me sorprendió, que rápido salió de la casa, me siento dominante. - oye Samay - se acercó y me dijo - ¿estas mal?, ¿qué te pasa?, ¿como se te ocurre echar gente como Dafne, tu no eres mi esposa, ni mi mujer, espero que no se vuelva a repetir -. Me dijo y cuando iba a la sala le dije. -¿Qué me pasa a mí?, más bien ¡¿Qué te pasa a ti?, ni ciquiera respetas que yo este, tu me compraste justo para eso, para ser tu esposa, respetame aunque sea! - Le grite muy enojada, el se dirijo a mi y de la nada me dio una cachetada. - ¡que te quede claro que tu no mandas en esta casa, tu estas por mi, y no me vuelvas a alzar la voz! - Fui corriendo a las escaleras y con lágrimas en los ojos le dije. - ¡Eres un cobarde, como es posible que le pegues a una niña de diesiséis años, cobarde! - Después de decir eso fui corriendo a mi recamara, me metí a la cama y empeze a llorar. - ¿por qué me dejaron con este cobarde?, los odio los odio - seguí llorando mientras me quejaba, escuche la puerta y era David, pasó a mi recamara, se sentó en mi cama y me dijo. - Perdón por eso, es que... Me molesto tu actitud, esa chica no me estaba coqueteando, es una amiga mía con la cual hago negocios, solo tengo ojos para ti -. Cuando me dijo eso lo abraze, y llorando le dije. - prometeme que no me engañaras -. Me acarició la cabeza y me dijo - Te lo prometo -
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Sumergida en las mentiras
RomanceEsta historia relata la vida de una joven de 16 años, a la cual su familia la obliga a casarse con un hombre de 27 años que no le importa tener más de una mujer, e incluso no le importa golpear a una mujer . Todo podrá ir bien, o tal vez no.