Cuando hiba subiendo con las bolsas y los platos; Lizandro me vio y salió de la recamara para ayudarme con los platos y una bolsa.
-Ay, Samay, deja te ayudo.
-Gracias Lizandro, pero no te hubieras preocupado.
-Claro que me preocupo.
Dijo Lizandro mientras llevaba una bolsa y mis platos, pero en un momento inesperado David salió de la sala y alcanzó a ver a Lizandro; David se quedó en silencio unos minutos, cuando decidió hablar.
-¿Quién es?
-Se llama Lizandro, y es el hermano de Isai.
-Pero nunca me dijiste que era mucho mayor que Isai.
-Lo siento David yo...
Cuando intente explicarle Lizandro interrumpío.
-De verdad disculpe este imprevisto tan desagradable, no se preocupe pensábamos irnos hoy.
Dijo Lizandro con la cabeza agachada y voz quebrada; y David subió las escaleras para poder llegar a él; cuando subió y llegó le tocó el hombro a Lizandro.
-Lizandro, ¿puedes mostrarme tu espalda por favor?
Dijo David serio y mirándolo agachado.
-Claro.
Dijo Lizandro con un suspiro y se alzó la playera dejando ver cicatrices; golpes; arañazos y heridas.
-No te preocupes muchacho, -susurra- se por lo que tienes que pasar. Ya te puedes tapar la espalda, y también te puedes quedar.
Cuando David dijo esto la cara de Lizandro se iluminó y eufórico respondió.
-De verdad, muchas gracias señor David, es usted una muy buena persona.
-Gracias Lizandro, tú igual lo eres.
Cuando dijo esto David lo tocó de la cabeza y se fue a su recamara.
-Tú primo es muy bondadoso.
Dijo Lizandro con una sonrisa.
-Si, de verdad es bondadoso; pero bueno, entonces, ¿seguimos entrenando cuando terminemos de comer?
Propuse emocionada.
-jajaja esta bien, a ver si ahora si logras trotar con Estrella.
Dijo Lizandro riendo.
-Jajaja, ni me digas nada, al menos ya aprendí a bajar.
-Bueno, aaal meenos
Lizandro reía mientras yo me quejaba.
-jajajaja.
-No te rías, ya sé bajar.
-Jajajaja.
-¡¿Vamos a montar a caballo?!
Dijo Isai saltando de emoción, y Lizandro respondió
-Sí, pero primero debemos comer.
-Yo ya comí, mira.
Isai le muestra sus platos vacíos a Lizandro.
-Pues ahora te esperas, por que te dije que no comeríamos sin Samay.
Lizandro le revuelve el cabello a Isai con una sonrisa burlona.
-Aaaaa, no es justo.
Dijo Isai cruzándose de brazos.
ESTÁS LEYENDO
Sumergida en las mentiras
RomanceEsta historia relata la vida de una joven de 16 años, a la cual su familia la obliga a casarse con un hombre de 27 años que no le importa tener más de una mujer, e incluso no le importa golpear a una mujer . Todo podrá ir bien, o tal vez no.