Me quede unos segundos pensando, pero preferí decir otra cosa.
-Pues tu padre es muy cruel al decirles que fue su culpa.
Dije molesta.
-Lo sé, pero a mi hermano y a mi ya no nos importa.
Dijo Lizandro agachado la cabeza.
-Pero te aseguro que haré que te olvides de eso, nos vamos a divertir mucho.
Respondí con una pequeña sonrisa, lo cual hizo que Lizandro se sonrojara, eso me sorprendió.
-Muchas gracias Samay, eres muy agradable, no dudo que ese chico se fije en ti.
Me sonroje y respondí nerviosa.
-Muchas gracias, Lizandro, nadie ma había dicho algo así.
-¿Lo dices en serio?
Dijo Lizandro volteando a verme sorprendido, lo que provocó que estrella se desbiara un poco.
-¡Ay, no, no, no, no, no, espera estrella es por aquí.
Lizandro volvió a tomar las riendas y a guiar a estrella.
-Listo, jajaja, perdón.
Dijo Lizandro un poco agitado.
-Jajaja no te preocupes.
Respondí riendo.
-¡Oigan!,¡¿Qué pasó?!
Pregunto Isai, que nos venía siguiendo.
-Nada, no te preocupes, tu síguenos Isai.
Le respondí volteando a verlo.
-OK.
Dijo Isai.
-listo llegamos, te ayudare a bajar.
Lizandro se bajó de estrella y me ofreció su mano para bajar, cuando baje, él me tomó de la cadera para bajarme más despacio.
-Listo, ahora te enseñaré montar a caballo, ¿está bien?
Dijo Lizandro.
-Sí, sí claro, muchas gracias
Respondí emocionada.
-No hay de que.
Después de decir eso, Lizandro me enseño montar a caballo mientras que Isai corría con frijolito, hasta que llegó la noche.
-Bueno creo que es suficiente entrenamiento por hoy, al menos ya aprendiste a guiar a estrella jaja.
Dijo Lizandro bromeando.
-jajaja, ni digas nada, que casi me caigo.
-Sí lo se, jajaja, pero lo bueno que escogiste a estrella, ella es muy linda y tranquila.
Dijo Lizandro mientras acariciaba a estrella.
-Sí, al menos, jajajaja.
Reí con él y me baje de estrella.
-¡¡Mira, ya aprendiste a bajar del caballo!!
Dijo Lizandro emocionado, me quedé analizando y respondí eufórica.
-¡¡Aaaa, verdad, ya aprendí!! Jajaja, gracias.
Abraze a Lizandro por mi emoción, y nos quedamos unos segundos así, hasta que apareció Isai.
-¿Ya podemos pasar?
Isai dijo observando nuestro abrazo, y nos separamos apenados.
-a-a si, si claro que sí.
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Sumergida en las mentiras
Roman d'amourEsta historia relata la vida de una joven de 16 años, a la cual su familia la obliga a casarse con un hombre de 27 años que no le importa tener más de una mujer, e incluso no le importa golpear a una mujer . Todo podrá ir bien, o tal vez no.