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La vida se le había vuelto de color verde de la nada; Hyungwon se sentía tan destruido por los celos que crecían en su interior de sólo imaginarse quién podía estarlo teniendo todo de él, que no tenía en realidad una vida.

Dos semenas enteras eran castigo suficiente para pagar lo que sea que Hoseok le había impuesto de repente, no lo sabía; el sencillamente se había levantado la mañana siguiente a su encuentro falto del calor del mayor, lo buscó por la habitación y todo el apartamento, pero nunca lo halló.

Nunca imaginó que al irse y regresar se encontraría con que no lo volvería a ver por largos días, y si era sincero, no entendía qué lo llevaba a ser así; lo había sentido tan suyo, había sentido que encajaban tan perfectamente, que incluso aceptó que nunca se había sentido igual con nadie más, ni siquiera con Minhyuk en su debido momento. En la mente de Hyungwon los dos estaban hechos el uno para el otro, pero al contrario de eso, Hoseok había decidido torturarlo con su ausencia, hacerlo añicos y utilizarlo.

Por que así sentía, que jugaba con el al huir, pero aún así no importaba porque como fuera  lo necesitaba de regreso.

En el momento en que Hoseok le dijo todo sobre lo que le había sucedido en su antigua escuela se sintió terriblemente impotente, no podía comprender quién en el mundo se atrevería a dañar a tal persona tan dulce como él, no lo comprendía en absoluto y lo único que hizo fue odiar a quién fuera que se hubiese atrevido a tocarlo de cualquier manera, porque definitivamente nadie tenía derecho a hacerlo; quiso acabar con todo de la misma ira y frustración.

Comprendió perfectamente que su pequeño Hoseok se refugiara y no quisiera verle después de decirle su más profundo secreto, así que cuando llegaba al apartamento solía "avisar" antes de entrar haciendo más ruido del necesario, con eso escuchaba sus lindas pisadas al correr por todo el apartamento, hasta  que se encerraba en su habitación. No estaba mal que lo hiciera, lo comprendió por que al fin y acabo él estaba ahí aún, pero ahora era diferente.

Ahora había desaparecido por completo.

Hoseok ya no sólo estaba jugando con su paciencia y tiempo, sino con su vida entera. Era frustrante a morir, lo sentía de alguna manera odioso porque creía que el mayor debía ya saber su mucha necesidad, la necesidad de estar a su lado siempre porque él era suyo, él le pertenecía, y aunque entre el cielo y la tierra su pronóstico fuera un horrible y torrencial aguacero, aún así Hoseok le seguía perteneciendo no importaba la opinión de nada ni de nadie, ni siquiera la de él; Nada.

Creyó que lo que más odiaba en el mundo era discutir, pero con creces había pagado el constatar que nada de eso se comparaba a los constantes rechazos y desprecioa de Hoseok, estaba prácticamente tambaleando entre sus dedos y lo peor es que no lo culpaba de nada, porque le gustaba exactamente tal y como era.

¡A Hoseok no le cambiaba un pelo!

Incluso la voz de pato Donald que durante el sexo creía iba a ser en extremo molesta le pareció en realidad la gloria, sumado a eso, su manera de gemir hasta hacerlo vibrar, su fuerza bruta y a la vez la forma en que se entregaba dejándole el poder, hasta permitir que hiciera que su cuerpo temblara con cada roce... Sólo Dios sabía lo mucho que lo deseaba en ese instante y a todo momento; sus labios, sus manos fuertes, sus ruegos pidiéndole dejar tocarlo, todo, quería todo de nuevo y él no se lo permitía, y sinceramente no supo de peor castigo que ese.

¿No confiaba a caso o quería darle alguna lección?

¿Qué más necesitaba él?

Si incluso había estallado lleno de celos porque su amigo lo había tocado, porque estaba tan cerca de él que se sintió diminuto y abandonado, y lo peor era que Hoseok disfrutaba en serio de su cumpañia, cuando en realidad en casa apenas y eran contadas las sonrisas que lanzaba. "Que tenía más derecho" le había lanzado con la furia de la frustración al niño aquel que resultó ser el amigo de toda la vida de Jooheon, y sólo por ese hecho tan ridículo e inconsciente no hizo nada más que disculparse con un leve sentimiento de enojo aún atizandole; no siendo suficiente, su poco autocontrol terminó de ser fracturado por completo por la misma razón, cosa que, mientras estaba en su habitación jugando con un vibrador a imaginar que el mismo era el miembro de Hoseok, recordó de nuevo lo injusto que se había comportado el mayor al defender a aquel tipo y lo mucho que deseaba que le perteneciera de una vez por todas. Al final no lo había podido controlar más y fue a su habitación encontrando que la puerta estaba abierta y que Hoseok estaba frente a él, sin camisa y casi gritando que estaba a su disposición.

I WANNA LOVE... YOU? [2WON/ HyungWonho] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora