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Todo había resultado peor de lo que podía imaginar.

luego de ser consciente de lo que con tanta crueldad le había dicho a Hoseok, a su Hoseok, sintió que el mundo entero se le venía abajo; se arrepintió y salió tras él para alcanzarlo pero no lo halló por ningún lado, subió a su auto encontrando el conejo de peluche y los chocolates que había comprado antes de encontrarlo con aquel sujeto, y como si fuera una dolorosa arma, su pecho comenzó a doler enormemente...

¿Qué fue lo que hiciste?

Con un nudo en la garganta encendió el auto y giró el volante saliendo del estacionamiento del edificio, recorrió las calles mirando por cada rincón y con cada fallido el nudo en su garganta se iba incrementando de una espantosa manera; terminó recorriendo casi todo el vecindario y supo que no obtendría mayor resultado. Sin saber a quién más acudir tomó su teléfono y marcó a la única persona que podría ayudarlo a saber dónde había ido Hoseok.

Hyungwon ¿qué sucede?

— Jooheon, tú sabes dónde vive Daniel, tienes que decirme su dirección.

espera ¿sucede algo? — Jooheon sonó consternado por la pregunta que no  escatimó en hacer — Mira, no sé qué habrá hecho ahora para molestarte, pero no es necesario que busques problemas innecesarios. Déjame hablar con él y...

— No. Hoseok debe estar con él, lo sé. Así que dime su dirección, ahora.

Hyungwon.

— por favor... — sintió que rompería a llorar en cualquier momento, cerró los ojos muy fuerte y tomó aire para continuar. — sabes, le he hecho algo terrible y necesito encontrarlo. Estoy, estoy desesperado, Jooheon.... — su voz se había roto en varias ocasiones; apoyó la frente en el volante conteniendo el llanto con todo lo que más podía, mientras escuchaba la sola respiración del otro. — por favor, por favor, Jooheon... Te ruego por favor me des su dirección.

¿tú qué... Está bien, pero no hagas nada tonto. Recuerda en qué posición estás.

— gracias...

te enviaré su dirección por mensaje, cuidate.

La llamada terminó y al poco tiempo volvió a sonar un mensaje entrante el cual leyó rápidamente, dio la vuelta al auto y se dirigió al lugar que Jooheon le había enviado. Durante el camino pensó en lo malo que había hecho, en la forma en que había tratado a Hoseok, incluso cuando varias veces el mayor le había pedido detenerse; estaba cegado por los celos.

Tienes que disculparte. Arreglar las cosas. Por Dios, no hay nadie más con quien quieras estar, no puedes perderlo.

Nunca habría querido usar algo tan desagradable y horrible en contra de Hoseok y estaba seguro que incluso después de muerto jamás podría perdonarse el haberlo tocado siquiera; estaba tan arrepentido que podría morir en cualquier momento. Intranquilo mordió su labio inferior, con cada minuto que pasaba iba sintiendo más y más el peso de la culpa, el arrepentimiento y el miedo a que nada de lo que conocía hasta ahora fuera a ser igual; quería estar con Hoseok, quería tenerlo a su lado y estar bien siempre, pero no supo sino arruinar todo.

Varios minutos pasaron antes de llegar a una gran casa en una zona adinerada de la ciudad, estacionó el auto fuera y apagó el motor sintiendo el corazón latirle muy rápidamente, sus manos sudaron de manera horrible y los ojos le ardían porque en cualquier momento iba a soltar en llanto; eso era seguro y más si resultaba que Hoseok no estaba ahí con Daniel. Bajó del auto con torpeza, sus manos temblaban considerablemente y casi corrió hasta tocar el timbre de la casa que era escoltada por una enorme puerta de madera, espero por un tiempo, hasta que escuchó el citafono.

I WANNA LOVE... YOU? [2WON/ HyungWonho] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora