Capítulo XII - El juego de los hermanos desastre

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Después del incidente, mi pelaje logro secarse gracias a la ayuda de los hermanos Brown por lo que volví a dirigirme a la sala principal para seguir un rato más con la visita...

Me encontraba está vez sentado justo frente a los dos jóvenes, parecían ser de la misma edad de Gabriel, tal vez dos o tres años menos.

Hikari sujeto su barbilla y me miró fijamente. -No había visto más que en pinturas y relatos a un animal negro como el hollín, ¿no es verdad Mitsuki?

Volteó la mirada hacia su hermano.

-Tienes razón, el decreto real ha provocado que cualquier animal nacido completamente de color negro, debe ser asesinado. Me sorprende ver a un perro como tú... ¿cuántos años tienes? Además, no te habíamos visto nunca junto a Gabriel, ¿cómo es que te convertiste en su guardián?

¿Por qué no pueden terminarse los interrogatorios hacía mí?

Respondí a sus preguntas, no tenía nada que perder. -Si lo convierto a edad humana, 18 años, y, en cuanto a lo otro... Unos aldeanos querían matarme cuando me vieron y al tratar huir, caí en el reflejo del lago que me hizo llegar al hogar de Gabriel... Finalmente me adoptaron.

-¡Ah!~- Exclamó sorprendido Mitsuki. -Ya veo, me sorprende que hayas llegado a esa edad... deberías de estar muerto.

Al parecer Mitsuki era el "directo", qué curioso...

-Así es, pero mis antiguos dueños me ocultaron por años... Me teñían con canela de manzana desde que era cachorro. -Me tomé un segundo y respiré profundamente, debía de contar lo demás antes de que me lo preguntaran.
-La pareja de ancianos ya no podían protegerme y les causaba mucho daño al estar cerca, razón por la que tuve que marcharme...

-Y terminaste con ese tonto... ¡vaya! -Termino la historia a la perfección.

Hikari era el "grosero" ...

Tiempo después, los dos me pidieron que esperara pacientemente en el jardín central, parecía que tenían algo planeado. Al salir, un lugar esplendido y de alguna manera elegante, me rodeaba de hermosas flores anaranjadas y azules, incluso la fragancia era dulce y me envolvía de un sentimiento alegre... Estos niños tenían un gusto muy lindo.

-Veo que te gustaron las flores. -Los dos como si estuvieran sincronizados dijeron al unisonó.

¿Qué estaban planeando? Tenía que ir al punto central de una vez por todas...

-Me podrían decir, ¿a qué están jugando?

Los dos hermanos sonrieron al instante...

-¡Perrito listo!... Si logras encontrarnos a los dos en este jardín y responder a nuestra pregunta, te dejaremos ir, por el contrario, si no lo logras, te quedaras a nuestro lado y te convertirás en nuestra mascota. Nos gustas, y lo que nos gusta...- Esa sonrisa me provocó escalofríos por un instante. -No lo dejamos ir nunca.

Veo que me metí en problemas, aunque parezca divertido, no puedo alejarme de Spellfire sin liberarlo, ni de Simon... y mucho menos de ese hechicero de cuarta.

-¿Y cuál será el truco en buscarlos? Soy un perro y tengo mejores sentidos que ustedes. Tengo grabado su olor en mi nariz.

-¡Pero eres muy inteligente perrito! Bien, Mitsuki te quitara todos los sentidos con un hechizo, excepto uno,  tu sentido de escucha, además de tu habilidad para hablar, ¿entiendes?

No podía ser tan fácil después de todo...

-Sí.

-¿Comenzamos ya?- Uno de los hermanos se me acerco.

Una tierna maldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora