Capítulo 1

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— Le hemos echo una pregunta, SCP-035 — Recordó uno de los pocos doctores que se encontraban en la sala—

Aquella celda, de monótonos colores, se mantenía sumergida en un profundo silencio, algo inhabitual considerando la persona, o mejor dicho cosa, con la que se estaba tratando. Hace dos semanas exactamente, la habitación blindada empezó a presentar los primeros efectos de la máscara posesiva. Múltiples capas de aquel desagradable líquido emergían de las paredes, el suelo y el techo, provocando que cualquier rastro de luz se extinguiera. Para ese tiempo, Las cámaras de vigilancia ya habían perdido toda utilidad, pues se encontraban cubiertas de sangre por igual.

Había pasado menos de un mes desde la última translación. Quince celdas en total, desde que la entidad fue despojada de sus "privilegios" y puesta bajo protocolo de aislamiento total, sin embargo, el castigo no daba resultados positivos y en su lugar la contención se había vuelto más dificultosa de lo normal.

Siendo esta la única manera de tratar con la máscara, el personal de la fundación se vio obligado a continuar con la translación de celdas hasta encontrar una solución segura o temporal, cosa que les estaba cobrando una parte importante de la fundación. Así pues, el doctor Miller, actual supervisor del SCP, después de mucha insistencia fue autorizado a romper el protocolo e intentar llegar a un acuerdo con 035, quien al parecer se negaba a hablar, aún teniendo bajo posesión a un sujeto de prueba desde hace semanas.

Lo único que Miller podía observar era una fuerte cristalera, la cual milagrosamente se encontraba menos dañada que lo demás. Allí, al fondo de ese inmundo establecimiento, se encontraba el sujeto clase D sentado sobre una vieja silla de metal oxidado. El inerte cuerpo poseía una postura no muy cómoda, parecía estar inconsciente, o muerto, ya que no mostraba signos de vida desde hace días, incluso algunas partes de su piel se encontraban descompuestas, sin embargo, todos en aquella habitación estaban conscientes de que a pesar de sus horribles condiciones, aquel cuerpo se encontraba más vivo que todos ellos juntos.

— 035, si no responde nos veremos obligados a proceder con el protocolo de aislamiento, y perderá la oportunidad de recuperar la mayoría de sus privilegios. Únicamente pedimos que responda a las preguntas.

La figura no se movió.

El doctor suspiró, soltando el botón del micrófono y girando sobre su silla. Masajeó su cien en busca de paciencia, pensando en si debían proceder con lo que tenían planeado o no. Observó con cuidado a los tres guardias MTF que se encontraban a su lado, quienes lo miraban de vuelta a espera de sus órdenes. A los pocos segundos de pensar, y sacar por lógica los posibles resultados del experimento, mandó a traer a un SCP muy querido por todos, el cual esperaba en la puerta junto a otro par de doctores.

Segundos después de dar la orden, las puertas principales de la habitación se abrieron, dejando entrar a un escurridizo ser de color naranja. Una leve aura de felicidad invadió cada rincón del encierro, dejando en el aire una extraña sensación de seguridad, fuese cual fuese el propósito de cada uno. El slime se encontraba riendo y saltando como si se tratase de un cachorro. Estaba emocionado, a pesar de no tener ni la más mínima idea de que hacía allí, o en qué momento habían salido del área de juegos.

Tickle, como le solían decir de cariño, repartió abrazos a todos los presentes, quienes intentaron no romper el profesionalismo y fracasaron en el intento, rindiéndose ante el ataque de cosquillas. Todos a excepción del Dr. Miller, quien detuvo a la masa naranja segundos antes de ver cómo todo su plan fracasaba por una pequeña distracción. Colocó al monstruo en el suelo e intentó llamar su atención con un caramelo, cosa que logró apenas sacó el dulce de su bolsillo.

Para Miller, conseguir el permiso de sus superiores no fue una tarea sencilla, además de saber que la mayoría de sus compañeros se oponían a utilizar a Tickle en un experimento que seguramente fallaría, sin embargo, la pregunta era: ¿Si funcionó para calmar al SCP 682, por qué sería diferente con 035?. La respuesta era muy sencilla, considerando que el experimento del lagarto terminó en aflicción. Se estaban quedando sin maneras de contener a esa cosa, y alguien debía empezar a buscar soluciones en lugar de aplazar lo inevitable

[Redactado] // Fundación SCPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora