Gabrielle
Mis padres tratando nuevamente de arreglar su matrimonio y olvidar por un mes las infidelidades y el hecho de que ni se soportan mutuamente se fueron a su decimacuarta luna de miel , habían recorrido el mundo buscándole solución a su matrimonio pero solo funcionaba por unos días su destino había sido la toscana esta vez .
Recordaba mi hermosa semana pasada. Ni si quiera podía pensarlo demasiado sin tener un ligero escalofrío que me corriera por la columna vertebral era excitante el saber que por fin rompía las reglas y le daba una probada al mundo,
-Que nuestras padres no estén, no significa que puedes andar donde te dé la gana- coloque los ojos en blanco y jale él claro cabello de mi hermano mientras pasaba por la cocina -Hablo en serio- afirmo.
-Nicholas , ¿puedes ser un poco menos aburrido?-
-Hace semanas eso te decía yo a ti- me dijo con una sonrisa picara
-La gente cambia- susurre algo fastidiada
-Y tus cambios se notan mucho, Gabrielle- alzó una ceja mientras lanzaba al fregadero el plato.
-Nick, soy la gabrielle de siempre- dije alzando un poco la voz
-Yo conozco cuando mientes. Ya no eres mi hermana la que lee novelas y pide para Navidad libros a vuestro padre- mire el suelo. -Tampoco quiero saber de tu promedio académico-
-Igual de impecable- me defendí porque de alguna forma era cierto, me esforzaba mucho en aprender... De cualquier forma.
Tomo las llaves del auto de papá y coloco unos rizos detrás de mi oreja para besarme tiernamente en la mejilla.
-No dejes que ese tipo de personas como yo, entre en tu vida, preciosa- sonrió y unos minutos después, sonó la puerta de la casa cerrar
Adam
Me gusta, no.
Me encanta.
Su dulce voz temblaba al hablar, mientras fluían de sus labios el idioma que muy poco conocía, pero el acento se le daba tan bien que no importaba su mala pronunciación de las palabras.
Una lengua exquisita.
No había forma de mirarla que no fuera de una manera no muy sutil y territorial de la mía.
Nicholas me miraba extrañado.
¿Tanto costará ponerme una sonrisa en mis labios?
-Gabrielle prepárate- susurro cuando se sienta con las piernas delgadas cruzadas. -Hoy a las 7pm- ella asintió.
-Hoy a las 7-
...
El short de corte alto y la camiseta holgada dejaba mucho que mirar. Pero era para mi. Y eso podía aceptarlo.
Con un beso ligero en los labios y un susurro le di a entender lo que realmente pasaba.
Ella trago duro y asintió.
Tampoco era que podía negarse.
La cogí por los brazos y la llevé de la mano por las escaleras al sótano.
El frío del lugar. Y la oscuridad solo dejaba ver a la silla con correas en las muñecas. Todo lo demás iba a tomar más calma. Pensé. O quizás esta niña, me iba a dejar ir más rápido. Tenía pinta de aprender rápido. Y así me gustaba. Perspicaz.
-Tu, te quitarás la ropa, todo- señalo a un rincón -La dejaras allí y te sentarás- Ella asintió con las pupilas dilatadas y las manos sudorosas. No quise observar como se quitó la ropa. Trate de concentrarme en bajar el cierre de mis pantalones y sacar la camiseta por mi cabeza.
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La Perdición de los Hermanos Smith
Novela JuvenilGabrielle Smith es una adolescnte de quince años huyendo de la monotonía diaria y de la sobreprotección de sus padres y especialmente de su hermano que quería mantenerla a salvo de los oscuros secretos que compartían los privilegiados adolescentes d...