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Era la favorita, no sabría decir si porque mi cuerpo era el único que no podían obtener, o porque simplemente el baile definitivamente era lo mío, pero sin dudas mi show era el que más peces gordos reunía en el bar.

Empresarios, hacendados, mafiosos, allí estaban todos viendo mi cuerpo moverse bajo las luces de neón, estaba acostumbrada a sus pérfidas miradas, siempre eran las mismas caras, por ello los ojos de aquel chico extrañamente captaron mi atención, era diferente a lo que estaba habituada a ver por aquí, a mi show asistían chicos jóvenes, como no, pero ninguno como el que observaba detenidamente mis movimientos, su cabello negro, sus ojos obscuros y envolventes, vestía unos jeans de mezclilla desgastada, una camisa blanca suelta pero aun así era evidente que tenía un cuerpo bastante favorecido por la naturaleza, estaba sentado en el medio del salón bebiendo mientras me devoraba, y por una vez sentía que quería ser devorada.
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-Deslumbrante como siempre mi pequeña Bae-me tendió su mano para descender de la plataforma del escenario.

-Gracias Jonnie- juguetee con su corbata mientras sonreía.

-Aquí está tu trago favorito, como siempre doble.

Tomé la margarita y llevé la copa a mis labios, sentir el sabor del tequila acompañado de la sal descender por mi garganta me recordaba tanto a mi pasado, pero la sensación que quedaba después lo compensaba todo.

-Linda, estaré en el despacho, tengo un negocio que cerrar, te veo en la habitación, se me antoja verte bailar sobre mí - dijo con travesura para luego tomarme con fuerza de la nuca y comerse mi boca en un beso lento, profundo y con mucho juego de lenguas, los besos de Namjoon siempre me dejaban sin aliento.

-Ahí te veo Jonnie-mordí mi labio y lo vi atravesar el pasillo que llevaba a su despacho, ese que conocía tan bien.
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Mi madre solía decirme que era una chica persistente, que cuando algo captaba mi atención no paraba hasta estar de cerca de ese algo, en este caso no era un algo, sino un alguien, aquel chico me resultó tan curioso, que no pude evitar tratar de encontrarme con sus ojos una vez más, pero ya no estaba justo donde se encontraba unos minutos atrás.

-Buscabas algo-habló cerca de mi cuello.

-Joder que susto!!!-me gire exaltada.

Sonrió, de cerca era mucho más hermoso, sus labios eran perfectos y el lunar que estaba debajo de su labio inferior aún más, no era de aproximarme a los clientes del bar, pero no me perdonaría si no me acercaba a él.

-Perdón, no era mi intención asustarte.

-No pasa nada, estoy bien.

-Te mueves muy bien-observo fijamente a mis ojos.

-Que sabrás tú?-dije con evidente doble sentido.

Mi comentario hizo que sus ojos se tornaran lascivos y comenzaran a pasearse descaradamente por mi cuerpo cubierto por aquellas diminutas prendas mordiendo su labio inferior.

-Me refería a el baile.....-se acercó a mi oído-pero estoy seguro de que en la cama no lo haces nada mal-y cuando creía que este chico no podía erizar más mi piel, comenzó a deslizar lentamente su lengua por el lóbulo de mi oreja.

Cerré mis ojos y disfruté de las sensaciones que estaba provocando en mí, sí hubiese sido otra chica le hubiese dado una bofetada o tal vez le proporcionaría una amplia gama de insultos, pero se sentía demasiado bien como para joderlo de esa forma.

Se separó lentamente de mi oreja dejándola fría, mis ojos estaban cerrados y el me observaba, mi cara debía parecer un chiste en aquel momento, porque comenzó a reírse de forma retorcida, justo como aquella risa de Namjoon cuando nos conocimos, demoníaca, como si otra persona estuviera dentro de él.

-¿Qué es tan gracioso?-le mire desconcertada.

-Tranquila So Hee, bonita -comenzó a pasar suavemente su mano por mi mejilla.

-Espera... qué....como sabes mi nombre, aquí nadie sabe mi nombre real, porqué tu si, ni siquiera eres cercano a Namjoon-comencé a exaltarme.

-Yo sé todo cariño, se tu nombre, porque estás aquí, sé que en cuanto salga por esa puerta iras a esa habitación a follar con Namjoon, y por tu bien espero que no le digas nada sobre esta conversación.

-Mierda, me estas asustando-estaba mal dar a conocer nuestros miedos a los predadores pero aquella frase salió de mi boca sin poder contenerla.

-No te asustes-su dedo índice derecho comenzó a descender desde mi cuello hasta mi escote mientras que con su otra mano me tomo fuerte de la cintura y me acercó mucho más a él-no te haré daño.

Aquello que dijo lejos de tranquilizarme me provocó mucha más inquietud, algo me decía que haría todo lo contrario.

-Quien demonios eres?-hablé con rabia alejándome de él.

-Justamente eso, pero puedes llamarme Jungkook.

Cada palabra que decía me desconcertaba más.

-¿Qué quieres de mí?

-Todo-respondió sin dudarlo un segundo-ahora ve a esa habitación y fóllatelo lo mejor que puedas, pero no saques lo que sentiste de aquí -apunto a mi cabeza.

Comenzó a desaparecer entre la gente, yo me quedé congelada observando como lo hacía, sin poder obtener algún dato más sobre él, ni si quiera pude preguntarle si lo volvería a ver, cuando llegó a la puerta del local, nuestras miradas se encontraron una vez más, no podría decir si fue delirio u obra de mi imaginación, pero eran rojos ,sus ojos, un rojo atrapante ,cautivador e hipnotizante.
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Esperaba en el centro de aquella habitación alumbrada por la luz de una lamparilla de noche, dándole vueltas en mi cabeza a lo que había sucedido. Namjoon entró de golpe, con su corbata desanudada, el saco abierto y los primeros botones de su camisa desabotonados, se paró frente a mí.
-Sabes Bae?-estaba tomado, el olor a whisky en su aliento era demasiado fuerte.

-¿Qué?

-No tengo nada mejor que tú, entre toda esta mierda, solo tú.

Unió nuestros rostros, podía sentir su acompasada respiración, me miró por pocos segundos, comenzó a besarme, nuestras lenguas estaban enredadas, una de sus manos acunaba una de mis nalgas y la otra uno de mis pechos, ambas fuertemente que me fue imposible aguantar aquel gemido que abandonó mi garganta, me lanzó con fuerza a la cama que estaba en el centro de la habitación, se posicionó sobre mí, delineaba mi cuello con su lengua, maestra en poner mis vellos de punta, daba pequeños mordisquitos, mis brazos estaban sobre mi cabeza, él adoraba verme indefensa ante sus caricias.

-Me encantas Bae, eres deliciosa-pasaba la lengua por la parte descubierta de mis pechos.

Siempre que Namjoon y yo estábamos juntos eran mis momentos de paz, pero esta noche estaba siendo la excepción, las palabras de aquel chico raro pidiendo que pensara en lo que había sentido, se repetían como un mantra en mi cabeza, y deseaba que aquellos labios fueran los que se pasearan por mi cuerpo, aun cuando me daba miedo su forma , todos los detalles que conocía de mí, y mi subconsciente hablo diciéndome que estaba jodida, trate de contradecirlo, pero si, Kang So Hee estabas muy jodida.

Nota: Ya sé que soy muy mala por dejar el capítulo en una parte hot, pero así lo pensé, el próximo capítulo será de los más importantes porque se darán más detalles de la vida de Jungkook y del porque busca a Bae.

Espero de corazón que les haya gustado y si es así espero me regalen sus estrellitas y sus comentarios.

Les quiero.❤❤❤

Hotter Than Hell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora