tres

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Ya a la mañana siguiente se despertó con Minho a su lado, quien estaba dormido profundamente aún con la ropa que tenía ayer, seguro estaba tan incómodo como él mismo lo estaba. Sentó a Minho sobre la cama, quien lo miró adormilado y confundido por lo repentino que había sido.

Minho observó en silencio como Chris lo desvestia, quitando aquel poleron y luego aquellos negros pantalones, dejándolo en la camisa blanca que el adverso le dió y unos boxers que tampoco eran suyos completamente.

— Sigue durmiendo – Chris besó certamen la frente del felino y este algo inconsciente aún asintió.

El rubio lo recostó nuevamente en la cama y lo cubrió con las sábanas. Minho se cubrió más, dejando ver solo sus orejitas gatunas y eso le causó mucha ternura a Chan.

Se retiró de su habitación en silencio y se dirigió a hacer el desayuno. A Minho le sirvió un vaso de leche y le preparó unas tostadas, mientras que el solo se hizo unas tostadas un jugo de naranja. Mientras se preparaba el pan comenzó a pensar, tenía clases los lunes, miércoles y viernes, dejaría solo a Minho los martes y jueves, lamentablemente.

Sincerado, no se imaginaba a un híbrido de gato inexperto viviendo solo dos días de la semana, nisiquiera sabias cocinarse o ser alguien autosuficiente, a penas sabía vestirse solo, ir al baño y decir unas cuantas palabras. Debería enseñarle más, pero tampoco tenía tanto tiempo teniendo en cuenta que debía estudiar.

Después de unos minutos, Minho apareció en la sala y fue perezosamente hasta Chan, abrazándolo con suavidad.

— Despertaste – el rubio rió suavemente y acarició la cabeza del felino. — En la mesa está tu desayuno

— ¿Leche?

— Sí, tienes un vaso de leche – Chris rió y Minho sonrió suavemente. — Mientras comes, yo tomaré una ducha, ¿sí?

El castaño asintió repetidas veces con su cabeza y Chris se retiró, no sin antes dejar un casto besito sobre la mejilla del híbrido.

Minho sonrió avergonzado y caminó rapidamente hasta la mesa, donde se sentó y comenzó a comer la comida que había en su plato y bebió tranquilamente la leche, hasta que minutos después escuchó unos pequeños golpecitos en la puerta.

Miró hasta el pasillo que daba a la puerta de entrada y luego miró hasta la puerta cerrada del baño, pensando. ¿debería abrir la puerta o avisarle a Chris? No tenía idea en qué hacer en casos como esos, así que se quedó quieto mientras mantenía sus orejas bajas, estaba cruzando una especie de duda existencial al no saber que hacer.

La puerta fue golpeada nuevamente, pero esta vez un poco más fuerte. Eso hizo a Minho mover su castaña cola inquieto, no le gustaba que fueran insistentes y tampoco le gustaba que subieran el tono de cualquier cosa, y, haciendo caso a su curiosidad, se levantó de su asiento para caminar de manera insegura hasta la puerta, lugar donde miró la manija con nervios y dudas, ¿debía hacerlo sí o no?

— ¡Abre la puerta, sé que estás! – una voz masculina hizo que Minho alzara sus orejas y finalmente decidió abrir la puerta.

Hyunjin se volteó para poder mirar hacia dentro, viendo una figura masculina un poco mas bajo que él, extrañado, frunció su ceño y comenzó a examinar al adverso, topandose con lo que nunca creyó haber visto en su vida.

un híbrido de gato.

Pasó a la casa de su mejor amigo, dando un leve empujón a Minho para que ambos entraran al hogar y Hyunjin cerró la puerta con algo de fuerza detrás suya.

— ¿Qué..? ¿Y Chan? –preguntó, su voz detonaba molestia y algo de superioridad.

— Ch-Chan – repitió Minho en voz bajita y de manera sumisa e insegura apuntó al baño, justo cuando la puerta fue abierta, dejando ver a un Christopher con el cabello húmedo un vestido.

— Minho... No tienes que abrir la puerta – fue lo único que dijo el rubio y se acercó al nombrado oara tomar su mano y arrastrarlo hasta su lado.

Minho no entendía por qué todos lo arrastraban de un lado a otro, primero aqurl extraño de cabellos negros y algo lo empujó y ahora Chan lo arrastraba.

— ¿Por qué aún no has llamado a las autoridades? Sabes que tienes que hacer en situaciones como estas – regañó Hyunjin. — ¿O quieres venderlo? Que no es mala idea

Minho parpadeó confundido y pasaba su mirada de aquel desconocido hasta Chan, y de Chan a aquel desconocido. ¿Venderlo?

— Dios, no. Hyunjin, sabes lo que hacen con ellos – Bang reprochó. — Si lo vendo, lo prostituirán

— Por algo será – Hwang murmuró, en realidad Hyunjin no era así, solo que era bastante inseguro respecto a nuevas personas o incluso nuevas especies, como lo eran los híbridos, que habían bastante pocos en el mundo.

— Hyunjin...

— Jin – la voz de Minho interrumpió a Chan, — nJin... Hy.. – al felino parecía costarle pronunciar su nombre.

— Hyunjin, me llamo Hyunjin.

Minho sonrió suavemente y miró a Chris, quien le sonrió suavemente y Hyunjin se quedó mirandolos en silencio.

— ¿Te lo quedarás?

— Es la mejor opción. Minho es parte humano y animal, pero no por eso se deben pasar por alto sus derechos. Además, es bastante lindo

— ¿Lo quieres para ti?

— ¡Que no es un juguete sexual, Hyunjin! – exclamó Chris.

Hwang rodó sus ojos y nuevamente miró a Minho, quien refregaba su mejilla sobre el hombro de su mejor amigo. Parecía un gato en busca de atención, bueno, practicamente era un gato en busca de atención.

— Bien... Quizá es un poco tierno – Hyun suspiró, mirando al castaño.

— Hyunjin, quiero tu ayuda. Sabes que volveré a la universidad, tu tienes libre los lunes y miércoles... ¿podrías...?

— De ninguna manera.

— Por favor – Chris pidió, realmente necesitaba que Hwang aceptara.

— Está bien... Pero si no se porta bien solo será esta semana, ten en cuenta que no es un bebé para que lo pasen cuidando todo el tiempo.

— ¡Gracias! – Christopher suspiró, amaba a su amigo como amaba a su propia vida. Hyunjin siempre fue una persona dulce y bastante animada, pero pareciera que los híbridos nunca le sentaron bien incluso si estos eran tan inofensivos como un niño pequeño.

— Mimos – la voz de Minho nuevamente resonó por el lugar, ganándose la mirada de ambos chicos.

El felino estaba mirando fijamente a Bang, quien sonrió al captar qué era lo que el menor quería.

— Tiene sueño, iré a hacerlo dormir y vuelvo para que hablemos, ¿sí?

Hyunjin asintió un poco, y decidió esperar sentado en el sofá, lugar donde estaba lleno de pelos castaños.

Chris caminó de la mano con Minho, guiándolo hasta su habitación. El castaño se recostó en la cama del rubio y este acarició sus cabellos junto a su cola y poco tiempo después se quedó profundamente dormido a la vez que soltaba cortos ronroneos.

Besó certamen su frente y finalmente salió para continuar hablando con Hyunjin.

mimos | chanhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora